Cap 32

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Desde que Haruchiyo era pequeño siempre fue centro de burlas; la gente siempre burlándose de él por su apariencia.
Siempre había tenido facciones finas, por lo general (para no decir siempre) le habían llegado a confundir con una niña, sus madre o él mismo dando a entender que era niño, en ese tiempo no le importaba tanto realmente, hasta que creció y las burlas no solo fueron burlas, golpes, amenazas, empujones e incluso insinuaciones por gente mayor; eran unas de las cosas que vivía casi a diario por alumnos y pandilleros, siempre siendo defendido por sus mejores amigos, a los que consideraba primos.
Otra cosa por la cual se burlaban era que le gustaba el rosa, era su color favorito.

Era la segunda semana de clases en su nueva aula, habian tenido suerte de tener una clase libre, su profesor habia faltado porque su esposa había entrado en labor de parto, dandose la hora libre para hacer cualquiera cosa; como ya era costumbre en esos días, Haruchiyo veía su celular mientras algunas de sus compañeras estaban a su alrededor peinando su pelo, pintando sus uñas o hablando con él sin esperar que continuará la conversación, solo respondia cuando era necesario, no es que las ignorara, solo era que no solía hablar mucho, le gustaba mantenerse en silencio.

—Haru-san tiene el cabello muy lindo

—¡Tienes razón, Miyo! - Hablo otra de las chicas, concentrada en hacer unas trenzas en el largo cabello rosa.

—Haruchiyo-san también tiene una piel muy bien cuidada

—Deberías postularte al rostro más lindo del colegio, estoy segura que ganaría

—¿Tú crees? - Preguntó con algo de diversión el pelirrosa, el grupo de chicas asintió. —Lo tomaré en cuenta

Un grupo de jóvenes se acerco, uno de ellos recargando su cuerpo en el hombro de Haruchiyo, automáticamente todos le miraron.

—Haru es el chico más bonito que conozco, bueno, aparte de sus demás amigos, parece que todos ustedes son los favoritos de algún dios o diosa

—¿Han visto a los Kokonoi?, ¡los dos menores son bastante lindos

—¡La chica Sano también es muy linda!

—¡Y los Kurokawa también!

—No se olviden de los Hanma

Haruchiyo no pudo evitar sonreír un poco más, antes se hubiera molestado porque le dijeron que era bonito o lindo en vez de guapo o atractivo, pero eso ahora había cambiado gracias a un rubio alto que siempre parecía estar cansado y aburrido de todo, Muto; desde que el mayor le había llamado lindo su odio a aquella palabra desaparecio. También amaba cuando halagaban a sus primos, él estaba totalmente de acuerdo de que todos eran atractivos. 

—Por cierto Haru-san, ¿ya estas en algo con Muto-san? - Preguntó una azabache tomando asiento al lado del nombrado.

—¡Se ven muy bien juntos! - Dijo la muchacha que pintaba sus uñas.

Mientras el grupo hablaba y Haruchiyo luchaba para no sonrojarse, una joven teñida de pelirrosa veía y escuchaba con molestia a Haruchiyo.

—¿Por qué estas tan molesta, Kotoko-chan?

—Por nada, no importa

Miro por unos segundos más al pelirrosa con odio y volvió su atención a su celular, sus amigas la miraron confundidas, dejando del lado el tema volvieron a sus cosas.

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La campana del almuerzo sonó, todos los alumnos salieron de sus aulas contentos, otros se quedaron haciendo trabajos, algunos durmiendo y otros fueron a las canchas y patio, Haruchiyo, como siempre, camino para verse con sus primos en la cafetería; una mano toco su hombro, llamando su atención, volteo curioso y no pudo evitar sonrojarse al ver la sonrisa tranquila que le daba Muto.

—Haru, hola

—Hola Muto, ¿vamos?

El rubio asintió, tomando de la mano al pelirrosa, comenzaron a caminar cuando una pelirrosa se puso frente al par, dándole una gran sonrisa al rubio, ignorando por completo a Haruchiyo.

—¡Yasuhiro-san, hola!

—Kotoko - Saludo amable, dando un asentímiento.

—Quería saber si querías almorzar conmigo hoy

—Hmm - Muto miro algo incomodo a la muchacha, viendo de reojo a Haruchiyo.

—Esta bien Muto, iré con los dem-

—No, no puedo, tal vez otro día

La pelirrosa parpadeo unos segundos antes de sonreir falsamente al par, asintió a las palabras de Muto y se fue caminando lentamente, esperando escuchar que el rubio la detuviera.
Haruchiyo se movió algo incomodo al ver las acciones de la chica, sin decir nada continuo caminando junto a Muto.

—Haru, ¿te gustaría salir mañana después del colegio?

El corazón de ambos latía a un ritmo que podía ser mortal de lo rápido que iba, o eso pensaban ellos, no eran médicos; Haruchiyo ignoro su creciente sonrojo y asintió, Muto jugaba algo nervioso con su mano, su rostro serio como siempre sin demostrar como se sentía realmente.

—Claro, ¿a donde iríamos?

—Pensaba ir a comer, pasare por ti a tú casa

—Me parece bien

Se sonrieron y siguieron con su camino a la cafetería; a lo lejos, Kotoko miraba mientras apretaba sus puños con rabia.

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Kotoko se miraba al espejo, ¿por qué Muto nunca le hacia caso? ¿Por qué solo miraba con emoción al Shiba? ¿Qué tenía Shiba qué ella no? ¡Se había teñido el pelo de rosa para que el rubio se diera cuenta que era más hermosa que el teñido Shiba!.
Simplemente no entendía, era mil veces mejor que él, tenía un cuerpo y rostro envidiable, muchos chicos querían con ella, ¿por qué Muto no?.
Miro con rabia su reflejo, jalandose el pelo y gritando molesta, odiaba a Shiba, no era más que un maricon.

—Me las pagaras... Shiba Haruchiyo

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¡Hola!, ya empezó el drama (?), ya tenía ganas de que algo malo sucediera jsksja.
Lamento las faltas de ortografía y la mala redacción, la verdad que no leí más veces el capítulo porque ando haciendo otro fanfic ksjajd.

—🥥

𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎  𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora