Cap 50

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Cuando abrió los ojos la gran iluminación blanca le hizo volver a cerrarlos, le había punzado la cabeza. Cuando pudo mirar mejor se sorprendió de ver el lugar, estaba en una habitación de hospital.
Inspeccionó el lugar viendo a su padre Inupi dormido en el sofá, sonrió un poco al verlo, lo había extrañado mucho.

La puerta se deslizó y por está apareció su padre Hajime, sus ojos estaban rojos y tenía una cara triste; Éste se sorprendió tanto de verlo despierto que se golpeo con uno de los muebles cuando corrió a su lado para abrazarlo con cuidado.

—Mi niño... estabamos muy preocupados - Susurró en su oído.

Se dejo abrazar por unos segundos más hasta que otros brazos se sumaron, miró por el rabillo del ojo a su papá Inupi, se sintió mal de verlo tan cansado y algo lloroso, seguramente era por su culpa.

—¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?

Por unos segundos pensó en hablar, pero cerro rápidamente la boca y negó levemente. Sus padres le veían preocupados y eso solo lo hacía sentir mal, por lo que decidió hablar.

—Estoy bien... ¿Podemos irnos a casa ya? - Respondió en voz baja, no quería estar más tiempo ahí.

—Aún no podemos, te harán unos análisis, ¿espera un poco más, si?

Asintió levemente y volvió la vista a la puerta cuando está fue abierta, un Doctor y una enfermera le sonrieron amablemente.

—Takemichi, es bueno verte despierto, dime ¿cómo te sientes? ¿Hay algún dolor o malestar?

—Hmm bueno... me duele la cabeza un poco - El doctor asintió, acercándose a él para revisar los signos de las maquinas.

—Ya veo, el dolor debería pasar en unos minutos, se debe a la luz, como te desmayaste tú cuerpo aún se está orientando

Takemichi asintió, miró a la ventana viendo como la luz del sol se iba por completo solo para darle la bienvenida a luz de la luna.

—Bien, Takemichi - Volteó con algo de miedo, pero solo pudo encontrarse con la mirada amable del doctor. —Queremos hacerte algunas preguntas, sería de mucha ayuda tú cooperación

—Oh... bien

—Señores, les voy a pedir que guarden silenció y mantengan la calma en todo momento, de lo contrarío deberan salir de la habitación

—De acuerdo - Respondieron los dos al mismo tiempo.

—Esperemos a que llegue el psicólogo

Estuvieron en silenció unos minutos hasta que por la puerta entró un jóven de sonrisa tranquila.

—Buenas tardes noches, me presentó soy Haibara Sai tú psicólogo asignado, ¿Takemichi cierto? - El jóven tomó asiento cerca del menor, una libreta recargada en su pierna y en su mano una pluma. —¿Como estás?

—Hola... estoy bien

—Muy bien, ¿Algo cansado? ¿Con hambre?

—Si, un poco cansado - Afirmó el menor.

En ese momento el doctor le indicó a la enfermera salir de la habitación, quedando solamente el doctor, sus padres y el psicólogo.
Las preguntas eran normales y sin intenciones de sacarle algo, o eso pensaba.

—Entonces Takemichi, ¿puedes contarme tú relación con tús padres?

—Quiero mucho a mis papás - Respondió sin duda.

—Ya veo, eso me alegra, ¿qué hay de tús hermanos? Se que tienes dos hermanos ¿No? ¿Discuten mucho?

Se quedo en silencio pensando en su respuesta, rascó su brazo con algo de fuerza gracias a los nervios crecientes de sentir la mirada de los presentes. Aquella acción solo fue percibída por el psicólogo.

𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎  𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora