Cap 47

389 70 33
                                    

La ropa de Ran era grande, muchísimo más grande, pero le hacía sentir cómodo.
Cuando salió del baño buscó con la mirada al mayor, viéndole sentado en el sillón de la ventana, éste le sonrió tranquilo terminandose un cigarrillo, y Takemichi supo que estaba en la ventana para que el olor no se quedará en su habitación.

—Te queda gigante - Ran soltó entre risas, tratando de aligerar el ambiente.

—No es mi culpa ser pequeño

—No es tú culpa que mis tíos no sean altos, pero dejemos eso de lado y mejor vamos, te llevare a tú casa - Ran ahora ya no olía a tabaco, se había terminado la mitad de un perfume que para él era un olor tan familiar.

Takemichi asintió y tomó la mochila que el mayor le prestó, ahí había guardado su ropa del día de anterior.
Ran lo tomó de la mano y lo guió fuera de la habitación, bajaron las escaleras con cuidado y fueron a la puerta, antes de salir Takemichi paró de golpe.

—¿Donde está-

—¿Hmm? ¿Ya te vas pequeño? - Izana apareció saliendo de la cocina, en sus manos llevaba dos copas de vino que dejo en la mesita de centro.

—Si, debo ir a mi casa, mi papá no sabe que me quede a dormir aquí

—Tú papá es un... tonto, si te dice algo dime y le pegó, ¿bien?

Takemichi sonrió y asintió, haciendo sonreir inconscientemente a Ran, cosa que no paso desapercibida por Kakucho.

—Entonces, Ran, vayan con cuidado, cualquier cosa nos llamas

—Si pa', los veo en la tarde

Kakucho los despidió con la mano mientras Izana solo le dio un abrazo a Takemichi; cuando el par de adolescentes se fueron, Izana tomó asiento entre los brazos de Kakucho, su rostro había cambiado de uno contento a uno serio.

—¿Qué pasa?

—Cuando abrace a Take lo noté muy delgado, ¿estará haciendo una dieta o algo así?

—Puede ser, a los modelos les piden eso - Aunque eso no relajo al albino. Kakucho lo tomo de las mejillas y le dio un beso. —No pienses tanto en eso, dile a Koko para que este al pendiente

Izana asintió y volvió a tener su comportamiento alegre.

.

El par caminaba con tranquilidad, el clima hacía que los ánimos de Takemichi crecieran un poco.

Después de tanto tiempo llorando y pidiendo ayuda en silenció por fin alguien había llegado a su ayuda, a pesar de que no era la persona que deseaba, aún así estaba muy agradecido de que haya sido alguien al que conocía perfectamente y no un extraño.

Detuvo su andar cuando sintió un pequeño jalón que le obligó a detenerse, Ran le miraba con preocupación, tomándolo de la mejilla con delicadeza y limpiando algo de estas.

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

—¿Eh? - Aquellas preguntas lograron confundirlo.

—Take, estás llorando

Fue cuando logró sentir las saladas lágrimas bajando por sus mejillas de forma violenta.
No pudo contenerse más cuando Ran lo escondió entre sus brazos, dejó que el dolor volviera a salir, y aunque no le gustaba verse vulnerable frente a otros, el mayor era un caso distinto, sabía que lo cuidaría y nunca le haría daño.
Ran sobo su espalda con tranquilidad y lo dejo llorar sin interrumpirlo.

𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎  𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora