Cap 2

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Inupi bajo de la camioneta arreglando su sombrero, y rápidamente resivio la mirada de los demás padres de familia.
Los murmullos se comenzaron a escuchar junto a los demás autos llegando al lugar. Kokonoi ignoro eso y bajo las canastas de comida, Inupi bajo a su hijo mayor y después a sus bebés, a los cuales los tomó de las manitas y ayudó a caminar.

Al entrar al colegio se podían ver varias sillas acomodadas cerca del gran campo verde donde se llevaría a cabo el festival, del lado del patio habían algunos puestos de comida y un poco más lejos se encontraban los juegos, donde llamaba la atención un gran castillo con toboganes, escaleras y puentes.

Inupi miró todas las sillas de la primera fila ocupadas por lo que decidido comenzó a guiar a sus niños a las de atrás para poder sentarse.
Kokonoi no muy conforme con aquello tomó la muñeca de su esposo, haciéndole parar.

-¿Qué pasa?

-Vamos al frente

-Pero no hay lugares, aquí atrás si hay

-Dejame eso a mi, espera - Dijo Koko soltando a su esposo y caminando de manera lenta a la primera fila.

Se acercó a dos señores junto a dos señoras que charlaban entre ellos mientras tomaban refrescos y café, carraspeo su garganta y así resivio la atenta mirada de los cuatro.

-¿Se le ofrece algo? - Preguntó uno de los señores confundido.

-Si, ¿me podría ceder sus asientos? - Aquella pregunto hizo reír al otro hombre, llamando así la atención de las demás familias cercanas.

-Eh, no, ¿por qué haría eso?

-Oh vamos, bueno... ¿Cuanto quiere por los cuatro asientos? - Pregunto Koko sacando su billetera la cual parecía querer romperse por el exceso de billetes y tarjetas que este poseía.

-¿Perdón?, ¿acaso me veo como pordiosero?

-Perdonado, eso no es tu culpa - La respuesta de Koko hizo molestar al otro hombre.

Este se puso de pie y con su mano libre empujó a Koko hacia atrás con molestia.

-Idiota, ¿quién te crees?

-Tres cosas; uno, no me toques; dos, ¿sabes lo costoso que es este traje?, y tú lo tocas como si nada con tus sucias manos; y tres, ¿sabes quién soy? maldito viejo roñoso

Inupi veía todo a lo lejos con su rostro serio, pero en verdad estaba bastante avergonzado por lo que estaba escuchando.

-¿¡Quién te crees que eres para hablarme así!?, ¿sabes quién soy?

-¡Maldito creído!, ¡no eres más que un idiota!

Pará ese entonces ya toda la gente los veía, una maestra se había acercado para tratar de calmarlo pero ninguno de los dos hombres la escuchaban.
A unas cuantas sillas de distancia se encontraba un azabache con mechas rubias riendo, y un rubio con lentes tapando su rostro avergonzado.

-Cariño, tu jefe es muy gracioso

-O muy idiota - Dijo el rubio acomodando sus lentes.

-Hajime, si no dejas eso ya... Esta vez será la cinco - Habló Inui molesto viendo a su esposo.

Automáticamente Kokonoi paro de discutir, giro lentamente para mirar a su esposo y comenzó a negar con un puchero.

-No amor, la cinco no

-Entonces detente, vayamos atrás y disculpate - Dijo girando para comenzar a caminar guiando a sus bebés, quienes ignoraban la discusión y solo miraban todo curiosos.

𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎  𝐅𝐀𝐌𝐈𝐋𝐘  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora