Harry pasó todo el tiempo que pudo con Severus durante la semana siguiente, en contacto piel con piel siempre que fue posible para intentar maximizar la transferencia mágica. Sirius había venido muchas veces y había intentado que Harry se levantara para ir a ver a sus amigos, pero a menudo se negaba, diciendo que quería estar cerca cuando Severus se despertara. Para ser sincero, no era más que una excusa. Se sentía tan cansado todo el tiempo que la idea de moverse de la cama le parecía una tarea pesada la mayoría de los días. En cambio, sus amigos habían venido a verlo y Harry se había levantado para sentarse en una silla y hablar con ellos, pero a menudo se había quedado dormido mientras estaba allí, sólo para que lo despertaran y lo miraran con cara de preocupación. Harry no podía culparles, los constantes ataques de fatiga también le preocupaban a él, pero no quería decir nada, pues sabía que probablemente culparían a Severus de la transferencia de energía y le dirían que se contuviera, pero, por lo que a Harry respectaba, ésa no era una opción.
La gente había intentado ocultárselo, pero Harry había oído los susurros, normalmente cuando creían que estaba dormido. Voldemort estaba acumulando fuerzas rápidamente en el continente y todos estaban preocupados por el daño que podría causar antes de que pudieran detenerlo. Harry sabía que el tiempo era esencial. Si no hacían algo pronto, no quedaría ningún mundo mágico que salvar. El problema es que sabía que no podría hacer nada solo. Necesitaba a Severus, despierto y sano, y si eso significaba esforzarse al máximo para llevarlo hasta allí, eso es lo que haría. Era joven y fuerte, se recuperaría de un poco de fatiga mágica. Sin embargo, estaba preocupado por Severus, sobre todo porque el coma del hombre parecía continuar por mucho tiempo que Harry pasara con él.
No ayudaba que Harry ni siquiera hubiera podido ponerse en contacto con Severus en su mundo onírico. Cada noche lo intentaba, aunque no sabía específicamente cómo funcionaba el mundo de los sueños, pero eso no ayudaba a lo abatido que se sentía cuando se despertaba cada mañana y no parecía haber ningún cambio en Severus. Claro que el color había vuelto a las mejillas del hombre y su salud en general parecía estar bien, pero el propio Severus seguía firmemente inconsciente. Los sanadores incluso habían venido y proclamado que el núcleo de Severus ya estaba estable y fuera de la zona de peligro, pero no podían darle a Harry ninguna indicación de cuándo podría despertar. Harry estaba harto de oír "despertará cuando esté listo". Para ser sincero, pensó que le daría un puñetazo a la siguiente persona que se lo dijera y, para intentar mitigar cualquier posible problema de ese tipo, se había abstenido de hacer la pregunta.
La única persona que parecía simpatizar con él era Ellaria, la prima de Severus. La señora de Bastión de Tormentas iba todos los días a hablar con Harry y Severus de lo que ocurría en el castillo. Se sentaba alegremente a monologar, lo que le daba a Harry la oportunidad de dormitar, y ni una sola vez hacía comentario alguno. A veces Harry se despertaba solo con Severus, después de haber dormido durante la mayor parte de su visita. Al principio se había sentido culpable y había intentado disculparse cuando Ellaria vino al día siguiente, pero la mujer se había limitado a ignorarlo, alegando que ni siquiera se había dado cuenta, y el asunto se había olvidado.
Ella y Merlín se estaban convirtiendo rápidamente en algunas de las personas favoritas de Harry, ya que eran las únicas que sentía que realmente lo apoyaban. Sabía que los demás sólo se preocupaban por su salud y comprendía que tenían buenas intenciones, pero le resultaba molesto tener que intentar justificarse ante ellos.
Merlín había estado ocupado investigando diferentes maneras en que Harry podría facilitar la transferencia mágica. Sabía por la última vez que el contacto con la piel ayudaba, pero el brujo había buscado formas alternativas de mejorar o aumentar la transferencia, desde llenar la habitación y rodearlos a ambos de cristales mientras dormían, hasta masajes regulares, completos con aceites para ayudar a la recuperación y tratar de estimular el cuerpo y la mente de Severus. Dumbledore había dirigido a Harry una mirada severa y preocupada cuando lo había sorprendido en pleno masaje, pero Harry se había limitado a ignorarlo. Al fin y al cabo, Severus y él estaban destinados a salvar el mundo, así que, en lo que a él respectaba, todos los demás podían irse al infierno.
ESTÁS LEYENDO
ALL THE PRINCE'S MEN
FanfictionCuando Harry es encontrado encerrado en el armario debajo de las escaleras del número 4 de Privet Drive, Cornelius Fudge intenta sacar provecho de ello, obligando a Dumbledore a tomar medidas drásticas para garantizar la seguridad de los jóvenes, me...