Capítulo 4. Dudas

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Vivi POV - Flashback -

Estabamos en una de las habitaciones, serían las 3 de la madrugada. Kiki lloraba. Yo no sabía que hacer, me desgarraba por dentro. Llevabamos casi dos días sin hablar a penas, ella me evitaba a toda costa. Si me sentaba con ella, se cambiaba de mesa. En los ensayos de la grupal miraba para otro lado con tal de no mirarme.

Después de cantar IKAG todo fue a mejor, nuestra relación se volvió imparable y yo... me sentía fatal por mi novia pero era imposible cambiar mi forma de ser. No con Kiki. Ella era adorable, perfecta, su toque de locura, sus volteretas o su forma de cuidarme cuando era ella la que necesitaba ser cuidada... me enamoraban. Cuando Chiara me miraba a mi me volaban cientos de mariposas en el estomago y... ¿Qué haces con eso cuando tu novia esta fuera?

Ese día Chiara había estado evitandome y el colmo llegó cuando a la hora de dormir se cambió de habitación. A penas a las dos Martin llamó a la puerta de nuestra habitación, en la que también estaba Naiara y Lucas. "Chiara está fatal. Se que son las dos de la madrugada pero... no vendría si no considerase que es necesario. Juanjo se ha ido a la habitación de Bea y yo si no te importa me voy a venir a esta a dormir. Ve tu alli, porfa." Me pidió

Entré y me la encontré en esa postura indefensa que siempre adoptaba cuando sentía que el mundo le pesaba. Cuando se sentía una hormiguita con riesgo de ser aplastada en mitad de un campo enorme de pies gigantes.

- Kiki... - corrí hacia ella agachándome y posando mi cabeza en sus rodillas.

Chiara levantó la mirada y me miró a los ojos, sentí una punzada. No reconocía esa forma de mirarme.

- Kiki, ¿Qué te pasa? ¿He hecho algo mal? - el silencio por su parte era doloroso. No decía nada. - Porfa, Kiki, háblame.

Chiara seguía llorando, no decía ni una sola palabra. Inconscientemente mis manos se fueron a su cara, sostuve sus mejillas y la oblige a mirarme.

- Háblame. - le pedi en un susurro.

Ella con un gesto que no supe descifrar giró la cara y se deshizo de mis manos. Se levantó huyendo de mi y se fue hacia la puerta abriendola para salir.

Yo desde atras la cerré con la palma de mi mano. Agarré a Chiara de la muñeca y la obligé a mirarme de nuevo.

- Chiara. - solo la llamaba así cuando la cosa se ponía tensa o seria. -  Habla joder. Dime que te pasa.

- No te atrevas. No. - y más lloraba.

- ¿Qué no me atreva a qué? Llevas dos días evitandome, no quieres hacer nada conmigo, no me comunicas si he hecho algo mal. No haces ni dices nada. Ahora te cambias de cuarto y encima no quieres hablarme. Me haces daño joder.

Su cara se ponía más roja a cada palabra que yo decía.

- WHAT? REALLY? IM FREAKING OUT VIOLETA. - solto aire y volvió a hinchar sus pulmones. - ¿Que yo te hago daño?

Dió un paso con rabia y se colocó cerca de mi. Muy cerca. Me miró a los ojos, seria, con los suyos empapados en lágrimas. Podía leer ocho enciclopedias en su mirada. Sus labios estaban hinchados. Sus pestañas mojadas. Inclinó su cuerpo hacia el mio y aterrizó sus manos en mi cadera. Dejó sus labios a dos centimetros de los mios.

- If you want, we'll pretend that nothing happens cuando me acerco a ti así. ¿No?

- Chiara. - supliqué.

- ¿No sientes nada no?

- Sabes que sí. - cerré los ojos y apoye mi frente contra la de ella mientras la primera lagrima se escapaba de mis mejillas.

- Pues eso es lo que me hace daño a mi. He tomado una decisión. It's the best for us.

La miré como tratando de preguntarle cual era su decisión y ella lo debió entender porque procedió a explicarmela.

- No vamos a hablar. Me voy a mudar a esta habitación. - su voz salia a duras penas. - Durante el día cada una a sus clases y las grupales las haremos de la mejor forma hasta que me vaya, luego serás libre.

- ¿Hasta que te vayas? - yo seguía con los ojos cerrados.

- Sí. Eres Violeta Hódar. Me iré yo primero. Estoy segura.

Abri los ojos y me di cuenta de que ella también los tenia cerrado. Chiara olía a despedida y yo no iba a dejar que eso ocurriese.

- Mírame. - abrió los ojos y buscó esperanza en mis ojos. No pude comenzar a hablar cuando Kiki volvió a llorar, su mirada volvió al suelo y yo le levante la barbilla para dejar sus ojos a la altura de los mios. - Mírame Kiki.

Me miró.

- Déjame solucionarlo. Sabes que aquí no puedo. Pero déjame solucionarlo. Lo voy a solucionar. Te lo prometo mi vida.

- ¿De verdad? - volvió a llorar con tanta sensibilidad que dolía verla así.

- Te lo prometo.

Y me contube. Queriendo hacer otra cosa tan solo le besé la nariz.


The kisseable girl - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora