Capítulo 28. Abrazo

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Kiki POV

- Pero has vuelto y ahora todos son ladrillos desparramados por el suelo y sin sentido.

Nunca me dio miedo reconocer mis sentimientos o hablar abiertamente de ellos. Puedo tener muchas inseguridades pero el miedo al rechazo no es una de ellas. Sentir no está mal. Mis padres siempre me inculcaron que los sentimientos son puros y reales y al final, that's me. Esto es lo que soy y decido entregártelo a ti.

Si no lo quieres, tan solo me iré.

Y eso fue lo que hice con Violeta.

- No tienes que tener un muro conmigo Kiki... Soy yo. Conmigo puedes ser la persona más honesta del mundo. Yo no te voy a hacer daño.

- Im not telling that. Puedes no hacerme daño deliberadamente pero tus acciones claro que me hicieron daño en el pasado. ¿Tu crees que fue muy normal que te tatuases I kissed a girl de mi puño y letra y luego te fueses dos meses con tu pareja a Granada? Al principio tratas de ser tolerante luego mira... No soy idiota.

- Lo sé, lo siento. Solo quiero que todas esas cosas se desvanezcan entre nosotras, que empecemos de cero.

Violeta me sujeto las manos y me miró de esa forma que solo ella sabía mirarme. Como si yo fuese el caramelo con más azúcar del mundo y ella una niña de a penas cinco años corriendo en cualquier parque.

- ¿Ahora quieres ser mi amiga? - reí con amargura.

- Bueno, por algo se empieza ¿no? - sonrió. - No quiero que de repente hagamos como que nada ha ocurrido entre nosotras. Como que estos años no han existido. Porque han existido Chiara. ¿Sabes que he hecho yo en estos años? - arqueó una ceja. - Te he escrito tantas canciones que he olvidado como hay que hacer pa' escribir sobre cualquier cosa que no sea echar de menos. Cuando he ganado un premio o me han dado una noticia importante y buena... La felicidad ha sido a medias, porque la verdadera razón de explotar de felicidad cuando ganas un Grammy no es ganar el Grammy, es celebrar el logro con la persona que te hace feliz.

- WHAT? HAS GANADO UN GRAMMY?

- Es un ejemplo...

- AH fuck. Yo te daría un grammy si te sirve de consuelo...

- Yo tampoco quería escucharte empeñado tu voz en nadie más. - me miró intensamente, como una romántica del romanticismo. - Pero por encima de eso, necesitaba saber de ti. Necesitaba escucharte y saber que es lo que tienes que contar, yo no elegí que te marcharas y por tanto no estaba preparada para ello. - fui a hablar pero Violeta me calló con su dedo índice. - Pero, entiendo que era lo que necesitabas.

Besé su dedo en un acto de completa debilidad. Ella deslizo la palma de su mano hacia mi mejilla y la sostuvo.

- Te he echado mucho de menos. No me gusta ser siempre fría y cautelosa. No me gusta andar con pies de plomo y besar a las chicas como si las quisiera devorar cuando en realidad me da igual.

Violeta me miró raro.

- ¿Así que has besado a muchas chicas no? - me preguntó curiosa.

- Bueno, a unas pocas, pero no a tantas como dice la prensa. - la mano de Violeta ya no sujetaba mis mejillas.

- Ya...

- Pero bueno es instinto ¿sabes Violet?

El ambiente se había tornado un poco tenso. Ahora nos sentíamos un poco incomodas, o al menos yo, no sabía porque había dicho eso, pero bueno, la cosa es que ya estaba dicho y tampoco era mentira... So...

Me levanté del suelo y miré a Violeta que estaba perdida en sus propios pensamientos y le tendí la mano.

- Oye no he venido aquí a calentarte el parqué con el culo. Tengo buen culo mira. - se lo enseñé mientras le arranqué una carcajada.

- Tú no cambias ni con veinte años más.

- Eh, no hago sentadillas para nada. Estoooo está hard, hard. - seguía riéndose mientras se ayudaba de mi mano para levantarse.

Aproveché el impulso de su levantar para atraerla hacía mi y fundirnos en un abrazo. Nuestros cuerpos seguían encajando a la perfección. Mis brazos rodeaban a Violeta por el cuello y ella me tenía atrapada por completo por la cintura. Me acerqué a su oído le susurré.

- Te he echado mucho de menos.

Ella me apretó más entre sus brazos y no dijo nada, entendí aquel gesto como un "yo también Kiki" y sin que me viese, sonreí.

- Oye, que yo he venido a comer Alpro lima - limón y me tienes aquí reclutada entre tus brazos peaso de sinvergüenza.

- Tu que pasa que ahora eres andalusá o qué.

- Callate, dame mi yogurt.

- A que no me da la gana de dartelo...

- Pues te mato, no ves que me se mu bien eso de I might kill my eeeex...- le dije mientras cantaba.

- Genial. - se tiró al sofá con cara de superioridad. - Se te ha olvidado el pequeño detalle de que yo no soy tu ex. - me guiñó.

No me lo pensé y me tiré encima de ella mientras la mataba a cosquillas. Me sentía tan feliz disfrutando así de la compañía de Vio que no me veía con fuerzas de huir mañana al país más lejano.

- Para, para, paraaaaa. Coñooo, para.

Me separé de ella y la miré a los ojos intentando descifrar que escondía esa mirada que me tenía imantada desde el día uno.

- ¿Qué miras? - Vio la prepotente había salido de paseo de nuevo.

- Nada. A ti. Que eres mu fea. Reeeeally ugly.

Sin darme cuenta me había quedado recostada sobre Violeta, la miraba desde arriba mientras ella tímidamente sujetaba mis caderas. Me sostuve apoyando mis antebrazos en el sofá, a la altura de su cabeza. Le sonreí.

- ¿Amigas entonces?

- Besties. - me sonrió.

- Pues venga, mi Alpro.

Me levanté de un salto y me dirigí a la cocina, no me creía lo suficientemente fuerte como para aguantar encima de Vio cinco minutos más. "Bestie", será capulla.

A ver si mira a todas sus Besties así. O... ¿Ya estoy viendo cosas dónde no las hay?


*Nota de autora: ¿os gusta de verdad?*

The kisseable girl - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora