The kisseable girl - KIVI

Capítulo 23. Brave

Kiki POV

Definitivamente me he metido en la boca del lobo. Me leí el programa del SOMles a fondo. Tres días de festival y una semana de solidaridad que no se transmitía al publico. Un tercio del precio de las entradas iba destinado a una asociación de menores cuyos padres habían decidido echar a sus hijos de casa por ser lgtb. Difícil de entender, de creer y de pensar que existe gente en el mundo que sea capaz de hacerle algo así a un hijo.

Anyway, el motivo principal por el cual accedí a ir, aunque no lo creáis, fueron las donaciones que se iban a realizar tras la celebración de los tres días de festival. 

El segundo evidentemente fue Violenta. Perdón. Violeta.

Entre en pánico. Leer esa respuesta de ella me dejo en fuera de juego. Me hizo recordar mi fragilidad, mi miedo y me hizo recordar todas aquellas veces en las que Violeta había entonado un: "eres lo más especial que tengo" para acto seguido irse corriendo tras su novia.

Yo ya no estoy para esperar a nadie, yo ya no sé esperar a nadie.

Tampoco para compartir. Siempre he sido bastante egoísta en cuanto a amor se trata. 

Así que todos esos recuerdos... Han hecho que la respuesta a Violeta se quedé en Standby, he aceptado el festival con bastante temor pero también con la valentía suficiente de incluso volver a cantar I kissed a Violeta, a girl quería decir.

Había sido un día duro. Por la mañana composición, por la tarde composición. Casi por la noche grabación, luego cena con lluvia de ideas y ahora... Descanso y break con cerveza y Rusli.

- Eres increíble tía. Osea, puedes: ir a su casa y hablar, llamarla por telefono, cantarle, enviarle cualquier canción moña tuya... Y decides no decir nada pero aceptar cantar con ella.

- Bueno quizás ella no sé que canto en el festival todavía.

- "No sabe" querrás decir bebé. ¿Pero mañana tenéis reunión con la organización? Habrá que ensayar ese Ikag... - arqueó una ceja.

- No seas mala. - trague cerveza. - No sé si ella va a la reunión. Yo quiero que me expliquen el tema de las donaciones y como vamos a hacer para generar visibilidad y atraer a más publico.

- A más publico imagino que más donaciones. Violeta + Kiki = ejercito de Kivistas reventando taquillas nena. - se rió Ruslana. - A mi me gustaría ayudar a las Kivistas y hacer una donación en nombre de mi ultimo disco, ¿puedo?

- Mañana te lo pregunto idiot.

- Vamos a casa anda, que tienes eso temprano y capaz de llegar tarde.

- Hace años que no llego tarde a los sitios, ¿VALE?

- Una impuntual será impuntual toda la vida. - Ruslana me besó en la mejilla y me cogió del brazo para levantarnos e irnos.

El bar estaba abajo de casa así que el trayecto a volver tampoco fue tan largo. Ruslana escuchó algo de música, me dio las buenas noches y me dejo a solas con el piano en el salón.

Mis dedos se deslizaron por las teclas y empezó a sonar una melodía sin querer.

Para que inevitablemente me oigas tú
Y sepas que soy yo

No sé porqué mis dedos me llevaron a eso pero mentalmente decidí que no era momento de continuar con esa canción. Me levanté del piano, me estiré y me fui a la ducha.

Mientras el agua corría por mi cuerpo mi mente seguía en Violeta. En la salida de aquella discoteca de barrio que me prometió pasar desapercibida pero me llevó hacía ella. Qué ironía la vida. Yo que solo quería huir de ella me golpee de bruces con la realidad.

¿En que te has convertido Chiara?

Recordaba las palabras de Ruslana e intentaba tatuarmelas a fuego. Terminé de enjabonarme el pelo y de nuevo el agua recorrió cada poro de mi piel. Mi mirada, conscientemente, se fue a mi antebrazo.

I kissed a girl + cereza.

Siempre en mi piel, siempre en mi.

Mientras me secaba me miré al espejo y quise ver a través de mis ojos.

Deja de huir. Ni yendo al fin del mundo podrías dejar de pensar en Violeta. So...

Be brave.