Capítulo 42. Su voz

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Vivi POV

Me encontraba en la carpa del SOMles, bastante inquieta. Hoy sería el día que me volviese a encontrar a Kiki. Encima para ensayar IKAG. Madre de dió. Que nervios. Mejor ni pensarlo.

Nos habían preparado una especie de desayuno de catering en una de las salas "de espera". Allí los diferentes artistas esperábamos a nuestro turno para la prueba de sonido. Creo que nos habían citado a diferentes horas según nuestros ensayos. A mi me habían citado a las doce pero los nervios me habían hecho estar allí a las diez.

En la sala me encontré con Vanesa Martín que también había acudido para su prueba. Creo que era la actuación estrella del día uno.

- ¡Bonita! - se acercó a saludarme y me abrazó calidamente. - ¿Cómo estas?

- ¡Ay bien! Me acordé mucho de ti porque quizás vaya a Málaga el mes que viene y jo, cómo me apetece.

- Oye pues avísame, que quizás ando por allí, estoy mirando pisitos para irme a lo mejor un añito o algo, de retiro para disco.

- ¿Si o qué? Que envidia.

- ¿A que hora te toca esto Mari?

- Me dijeron que a las doce pero mirame aquí zampando bollos. - le enseñe mi croissant entre risas.

- ¿Y la Kiki?

- Pues digo yo que estará al llegar. - me hice la loca.

La sala del catering se encontraba al lado de la pista dónde se estaban llevando a cabo los ensayos y de repente su voz se escuchó en toda la sala.

- ¿Es Kiki no? Ahi la cabrona con Mía, me va a matar. - Decía Vanesa.

Yo sonreí y le pedí disculpas.

- ¿Te importa? - le indiqué que quería salír a escucharla.

- Que va nena, luego te veo. - me besó con cariño.

Con miedo me dirigí a la puerta. Mi intención era actuar normal. No mostrar preocupación. Habría estado liada y por eso no me hablaba. Tampoco quería parecer una intensa. Me dijo: "ya te llamare." Pues bueno, ya me llamará ¿no?.

Pero vaya... Después de meterse en mi cama y hacerme lo que me hizo también me podía haber llamado para vernos hoy o ayer o venir juntas o dios mio, yo que sé. Venga. Abre la puerta y actua normal.

Al abrir, la vi a ella, a unos setecientos metros que desde luego se me hicieron kilómetros. Estaba totalmente absorta, miraba al techo como buscando respuestas. Suspiraba en los descansos entre estrofa y estrofa.

Su mirada se perdía entre sus dedos.

Hasta que levantó la mirada y sus ojos chocaron con los míos y bendita la explosión que se armó dentro de mi.

Kiki estaba rota. Se notaba en su voz, en su forma de tocar el piano, en ella. ¿Qué te han hecho Chiara? ¿Te lo habré hecho yo? No puedo ser así de horrible por dios. Poco a poco me fuí emocionando y me fue imposible no conectar con la canción.

Quería que se sintiera suya pero también mía y yo sentirme de ella, de las dos. Cada día lo tenía mas claro.

Y abrazarme muy fuerte y recordar que soy mi amiga
Y que si no fuera por mí ¿por quién sería?
Que es una suerte poder sentirme... 

mía...

Chiara se levantó del piano como por inercia, como si el sillín le quemase. Parecía nerviosa. Hablaba con la chica de sonido, terminó su conversación con un abrazo y se dirigió a mi. Que me había quedado paralizada allí mismo sin ser capaz de dar dos pasos.

- Hola Violeta.






The kisseable girl - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora