16. A casa

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Pov Violeta

Creo que no hay que aclarar lo poco que trabajamos aquella mañana, después de que Juanjo abriese una botella de champán todos dejamos de lado los folletos, las campañas y demás cosas pendientes por hacer.

Nuestras familias se habían quedado un rato más para celebrar con nosotras y antes de que se fueran Noe nos anunció que hoy comeríamos todos juntos en el restaurante favorito de Chiara a lo que ésta reaccionó dándole uno de esos abrazos tan suyos. Después de decirle a mi madre que yo me encargaba de Lúa, se fueron.

No sabía por qué pero me era imposible dejar de mirarla, no sé si era su sonrisa que no se cansaba de estar siempre estirada, o si eran sus ojos que brillaban a más no poder, siempre bien abiertos, también tenía sospechas de su gracia natural que te captaba toda la atención dejándote los sentidos amarrados. Ví cómo de un momento para otro, mientras ella estaba hablando con gente de otros departamentos que seguramente le estarían dando la chapa por ser la nueva, cómo los tics nerviosos empezaban a dificultarle la tarea de prestar atención a lo que le decían.

—Hola chicos -me acerqué.- Qué ¿Cómo vais?

—¡Anda Violeta! Pues muy bien, aquí presentándonos al nuevo fichaje -contestó Luis.

—¡Y qué fichaje! Que tiemblen las demás empresas de este país -añadió Sara.

—Ay por favor, no digáis esas cosas, todos somos igual de buenos aquí -contestó Chiara apurada.

—Si lo dicen es por algo Kiki -pasé mi brazo por su hombro dejando un beso en éste, en la media luna.

—Hazle caso a Violeta que de esto entiende un rato, además creo que su opinión tiene más peso que la nuestra ¿verdad Sara?

—Por lo que sea sí que la tiene -comenzamos a reír todos.

—Oye, os la voy a robar un momentillo que nos tenemos que organizar la tarde -dije dando por finalizado el rescate.

—Por supuesto, no te la ocupamos más, toda tuya -asintió Sara.

—Pasadlo bien chicas, ya nos vemos -se despidió Luis.

—¡Gracias! -dijimos Chiara y yo a la vez.

—Vio lo estaba pasando regular, tengo como miles de cosas en la cabeza para procesar -me abrazó esta vez ella por los hombros, enganchándome yo a su cintura mientras echábamos a andar camino al despacho.

—Lo sé mi amor, te he visto por eso he ido, pero también porque nos tenemos que organizar

—Claro que sí, ¿qué tenemos que hacer antes de comer?

—Primero dejar listos los correos para que el Lunes a primera hora lo tengamos todo preparado para empezar a trabajar, después tengo que rescatar de los archivos unos documentos que nos han pedido y lo más importante, Lúa, hay que ir a por ella.

—Pues si te parece haces los correos mientras yo te busco los archivos y así me despejo mientras voy y vengo y a la niña la recogemos en mi coche y ya lo dejamos allí, que el restaurante está a unos diez minutos desde allí, podemos ir andando -nos paramos una vez entramos al despacho.

—Me parece perfecto -asentí convencida.- A Lúa le va a hacer una ilusión tremenda que la vayas a recoger y que comamos todos juntos, se va a volver loca.

—La he echado tanto de menos Vio, tengo tantas ganas de compartir tiempo con vosotras, da igual lo que sea que hagamos que con pasarlo juntas me sobra y me basta.

Cometas Por El Cielo (Kivi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora