El sol volvía a asomarse por el horizonte un día más, aquel día se presentaba con un cielo precioso completamente despejado, poco propio para ser finales de año. A Chiara le había vuelto a desvelar el sol que entraba por las mañanas en el dormitorio de su novia dándole justo sólo por el lado en el que ella había acostumbrado a ocupar en la cama desde la primera noche que pasaron juntas.
Viendo que Violeta todavía estaba sumergida en el mundo de los sueños y Lúa no había hecho su aparición estelar decidió ir a por el desayuno favorito de sus chicas. Se vistió y se calzó, cogió las llaves de Violeta y salió en busca de la cafetería de la que siempre hablaban Violeta y Lúa, al poco tiempo y con la maravillosa ayuda del gps la encontró, hizo el pedido y cuando tuvo todo de lo que precisaba volvió a casa.
Pov Chiara
Entré de nuevo en la casa tratando de no hacer mucho ruido, dejé las llaves en su sitio y después de colocarme de nuevo el pijama mientras preparaba la bandeja para llevarla a la cama sentí un pequeño cierto enganchamiento a mis piernas.
—¡Lúa! Qué susto -la pequeña rió.- ¿Cómo has dormido guapa? -me agaché abriendo mis brazos para abrazarla, dejando un beso en su frente antes de levantarme.
—Muy bien Kiki, ¿qué es eso? -se asomó a la encimera.
—Es una sorpresa para mamá -susurré.- ¿Estaría dispuesta la señorita a ayudarme?
—¡Si! -se emocionó por un momento parándose.- Pero si ya está todo listo Kiki, ¿qué voy a hacer? -se encogió de hombros poniendo una mueca muy graciosa.
—La parte más importante del plan Lúa, despertar a mamá porque sino me da que ésto nos lo comemos tú y yo solitas y creo que tanta comida no nos va a sentar bien ¿no crees?
—No estamos tan locas para comernos todo eso -me dió la razón gesticulando exageradamente.
—Pues vamos a hacer lo siguiente, yo llevo la bandeja y tú abres la puerta, cuando haya dejado la bandeja en un sitio seguro nos tiramos a la cama -la pequeña asintió y procedimos con el plan.
Llegamos a la habitación y nada más dejar la bandeja Lúa se tiró encima de la cama dando saltos.
—¡Mami! ¡Tenemos una sorpresa! ¡Venga despierta!
Violeta abrió los ojos al instante sin hacer ni decir nada, asimilando el despertar tan brusco, yo aproveché para volver a meterme entre las sábanas en busca de sus brazos los cuales me acogieron al momento.
—Lúa cariño vente aquí que igual es temprano para saltar -le dije tendiendo mi mano para acercarla hacia nosotras.
—Gracias -sentí el susurro de Violeta en mi cuello.
—Mami venga, que tenemos una sorpresa -se tumbó boca arriba sobre las dos.
—Ya voy bichillo, es que estoy despertándome ¿vale? Dame tres minutos y termino de abrir los ojos mi amor, lo prometo -le dijo en voz baja Violeta.
Se acomodó buscando esconderse aún más en mi cuello provocándome la risa, Lúa hizo caso y durante tres minutos se limitó a estar tumbada sobre las dos mientras se divertía jugando con el anillo de mi pulgar.
—A ver qué es esa sorpresa Lúa -rompió el silencio una vez se hubo estirado.
—¡Buenos días princesa! -me imitó.- Es que yo no puedo, pesa mucho, tiene que ir Kiki
—Pues te anuncio que hoy vamos a desayunar en la cama, y no sólo es eso, es que el desayuno es de la cafetería de Lola -puse mi mejor sonrisa antes de intentar levantarme de la cama, digo intentar porque los brazos de mi novia me secuestraron en ese mismo instante impidiendo que me moviese hasta que me soltó después de darnos los buenos días como era debido.