30. Isla Mágica

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27 de Abril de 2024

Casi dos meses después de la boda de las chicas estaba a punto de llegar el día más esperado para la familia Hódar-Oliver desde entonces, el Lunes de la semana que viene oficializarían burocráticamente la adopción de Lúa y para celebrar el fin de los trámites y por supuestísimo el cumpleaños número seis de la más pequeña, la familia había decidido hacer una pequeña escapada hasta el lugar el cual Lúa no había parado de mencionar desde hace mucho tiempo.

Pov Chiara

—¡Mamá! ¡Mami! ¡Venga! Arriba, que hay que ir a Isla Mágica -noté a la pequeña Lúa dar saltos en nuestra cama.

—Cinco minutitos más Lúa -me revolví entre las sábanas hasta llegar a mi esposa, que también estaba luchando con las sábanas.

—Lúa vamos con tiempo de sobra y...¡KIKI ARRIBA YA QUE NO LLEGAMOS! -Violeta empezó a gritar al ver la hora en el móvil.

Habíamos puesto una alarma a las seis de la mañana para llegar a Sevilla lo más temprano posible y sorpresa, ya habían dado las y media, menos mal que nuestra hija y sus nervios tuvieron la decencia de despertarnos.

—Vio, antes de nada creo que hay que hacer una cosa -sonreí aún adormilada mientras atrapaba a mi hija entre mis brazos.

—Ay, felicidades mi amor -Lúa se removía entre mis brazos mientras su madre la llenaba a besos y pedorretas por sus mejillas que la hacían reír a carcajadas.

—Felicidades mi niña, te queremos mucho -copié a mi mujer llenando a nuestra hija de besos y cosquillas.

—¡Gracias mamis! ¡Pero llegamos tarde! Y no puedo empezar mi cumpleaños llegando tarde

—Eso no lo vamos a permitir ¿verdad mamá? -miré a Vio que se rascaba los ojos intentando despertarse del todo.

—Por nada del mundo, ya verás que Rayo Mcqueen se va a quedar en anécdota al lado nuestra, venga ve a vestirte

Una vez Lúa salió por la puerta de nuestra habitación ví cómo Violeta en vez de levantarse se quedaba parada en la cama con la mirada un poco perdida, y sin darme tiempo a preguntar ella misma exteriorizó aquel pensamiento que la mantenía en ese estado.

—Seis años ya...

—¿Cómo te sientes al respecto? -le pregunté a sabiendas de que esos seis años implicaban miles de cosas y miles de sentimientos encontrados.

—Ya lo sabes, es raro pero no quita que me haga increíblemente feliz verla crecer después de todo, lo siento que he cambiado de repente el mood -se levantó de la cama empezando a desvestirse

—No te disculpes, me gusta, son sentimientos iguales de válidos, es normal que sientas todas esas cosas, al final es algo bonito pero doloroso para tí -Vio se giró con los ojos visiblemente empañados y buscó refugio en mis brazos.

—No sé cómo lo haces pero contigo nunca me siento como un bicho raro

—Porque no lo eres, ¿te apetece ir matching? -cambié de tema sabiendo que era lo que necesitaba.

—Contigo siempre, ¿me dejas tu top rosa?

—Por supuesto babe, coge lo que quieras -le dí un beso en la frente.- Me voy a lavar la cara

—Si, que como salgas así igual te confunden con el monstruo de las legañas -noté su mano impactar en mi culo al pasar por su lado.

—¡Oye! Serás magrana

—¡Marrana tú!

Tardamos poco en vestirnos y adecentarnos ya que Lúa colaboró bastante en las tareas. También tuvimos suerte de que las mochilas y las maletas se quedasen hechas la noche anterior y sólo tuvimos que vestirnos, coger las cosas e irnos. En un momento nos preparamos, revisamos las mochilas y con especial cuidado la de Lúa, que era la que llevaba las toallitas, las cremas y el kit básico de emergencia, lo de siempre.

Cometas Por El Cielo (Kivi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora