25. Que merezca la pena

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El trimestre comenzó unos días más tarde trayendo consigo de nuevo a los "corre corre" y a los "no llegamos". La segunda semana de enero fue un completo caos, entre que comenzar con los nuevos proyectos de la empresa siempre era algo que precisaba de paciencia, que Chiara estaba que casi ni dormía a la espera de la nota de sus prácticas que se la darían aquel viernes además de haber estado junto con Violeta durante toda la semana moviendo hilos para poder firmar los papeles cuanto antes, tampoco se salvaba Lúa que estaba especialmente inquieta, había sido un no parar.

En equipo, intentando que la situación no les sobrepasase llegaron de una pieza al viernes.

Pov Violeta

—Mi amor dar vueltas como una autómata por el despacho no es la solución a tus nervios -llevaba unos diez minutos recorriendo cada baldosa de una punta a otra, preocupándome a la vez que me alteraba pues no me podía concentrar.

—¿¡Y qué hago!? -alzó la voz parándose en mitad de la habitación con los brazos en jarra arrepintiéndose al momento de su respuesta.- Lo siento, no te quería responder así -se disculpó acercándose en busca de un abrazo que acabó durando lo suficiente para que se calmase un poco.

—Tranquila Kiki, que no pasa nada, te hemos dicho Juanjo y yo que te fueses a la tienda con tus hermanos que seguro pasabas la mañana mucho más tranquila entre vinilos y guitarras, además que es imposible pararse a pensar en algo si estás con Rus y Martin, siempre tienen cualquier cosa en mente para distraerte -le acaricié el pelo mientras le volvía a dar la opción de tomarse el día libre.

—Pero es que te vas a quedar aquí y hay mucho trabajo y no te quiero dejar sola con todo el papeleo -protestó frunciendo el ceño.

—¿Cuánto has podido hacer en los últimos treinta minutos? -le pregunté.

—Absolutamente nada -agachó la cabeza dándose por vencida.

—Y no pasa nada por ello, hoy es un día muy importante y estás nerviosa, tu jefe y tu prometida te han dicho que te tomases el día libre y no nos has hecho caso, pero puedes ahora, coje el bolso y vete que yo a las tres estoy en casa de Noe comiendo contigo y cuando suban la nota, que no tengo ninguna duda que será como mínimo un nueve, estaremos contigo, ¿vale? -asintió con una cara de cachorro que se me hizo imposible no llenar de mordisquitos pequeños y besos sacándole una carcajada.- Ves, así te quiero ver

—Te quiero mucho Vivi

—Yo más -la besé en los labios.- Venga, tira

...

Y así hizo Chiara, echó la mañana en la tienda encontrándose mucho más aliviada gracias a las tonterías de sus hermanos que no paraban de hacer suposiciones a cada cual más rocambolesca a cerca de la boda y la celebración, mientras ella se encargaba de recordarles que sería algo sencillo ya que no les gustaba ser el centro de atención aunque conociendo a sus familias algo le liarían llegado el momento.

Tal y como le prometió su prometida a las tres de la tarde se encontraban todos en casa de Noemí comiendo como ya acostumbraban a hacer los viernes, entre que los temas fluían por la mesa casi con más velocidad que los platos y que Lúa se había encargado de entretenerlos con su monólogo habitual ya habían dado las cuatro de la tarde en el reloj quedando así cinco minutos para que colgaran las notas.

Pov Chiara

—¡Parad ya que me va a dar un mal! -Mis hermanos no paraban de molestar riéndose al verme nerviosa.

—Niños ya está bien -intervino Manu cuando volvía de la cocina para dejar los platos.

—Es que está graciosísima -se justificó Martin.

Cometas Por El Cielo (Kivi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora