19. Obra del Romanticismo

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El ascensor les dio paso al rellano en el cual se demoraron más de lo habitual ya que entre los besos y las caricias a ambas chicas les estaba siendo difícil concentrar sus esfuerzos en proclamar una tregua momentánea para poder abrir la puerta de la casa de la pelirroja y seguir dentro de aquellas paredes que, cómplices de todos los momentos vividos entre ellas se habían convertido en su nido particular.

Pov Chiara

Nos era imposible andar más de dos pasos sin volver a los brazos de la otra, en cada suspiro se escondían las ganas de acabar con las leyes de la física y mezclarnos sin dejar espacio alguno entre nuestros cuerpos, cada mirada inspiraba el anhelo de vivir aquella noche como si el mundo se fuese a acabar y nuestros labios sólo pedían estar entre los de la otra.

Cuando conseguimos llegar al cuarto nos encargamos cada una de traer algo para ahorrar tiempo, mientras violeta se encargaba de las velas y las pinturas yo elegí una de las botellas de vino que guardaba en el mueble de la televisión junto a dos copas, cuando lo tuve todo cogí un pequeño altavoz y puse nuestra playlist.

La habitación estaba iluminada únicamente por la luz de las velas y la cortina de luces led que caían junto con las enredaderas por el cabecero de la cama dándole un toque aún más íntimo. Mientras nos servía el vino Violeta dejó las pinturas al borde de la cama para después acercarse por detrás para acariciarme el vientre mientras apartaba los mechones de mi cuello para esconderse en el que ya había definido como su lugar favorito provocándome escalofríos.

Nos quitamos la ropa de a poco entre besos, algunos lentos y otros que suplicaban ir un poco más deprisa, con algún que otro choque entre frentes que nos hacían parar de la risa llegamos a la cama en la cual Violeta me hizo tumbarme.

—¿Dónde vas a pintar Vio?

—Ahora lo verás, no seas impaciente -me miró con la expresión completamente sumida en el arte de la seducción.

No tardé mucho más en saberlo, se tumbó de costado prácticamente pegada a mí, entrelazó nuestras piernas y después de mojar el pincel comenzó a trazar líneas sobre mi vientre y mi pecho mientras la música rellenaba los huecos del silencio mientras ella bailaba su mirada por mi cuerpo yo lo hacía por su cara admirando todas sus facciones.

—¿Cuál es tu movimiento artístico favorito? -Tuve la necesidad de preguntarle de repente.

Pov Violeta

Estaba centrada en la piel de Chiara, en cómo su pecho subía y bajaba más o menos acelerado según por dónde pasaba el pincel cuando su pregunta de primeras me pilló por sorpresa.

—El impresionismo ¿por?

—Curiosidad -se encogió de hombros para luego acercarme a ella tirando de mí por la mano que tenía en mi espalda que antes estaba dándome caricias suaves.

—Una de las cosas que más me atraen y me gustan de tí es que siempre me sorprendes, cuando creo que ya nada de tí puede hacerlo vas y me preguntas en esta situación algo que nadie antes se había interesado en conocer -le hice saber.

—Es la impulsividad, me sale sólo, lo siento si alguna vez he soltado o llego a soltar algo que no debería.

—No pidas perdón porque esa naturalidad es la que hace que me enamore todos los días un poco más de tí. -la besé y seguí pintando.- ¿Cuál es tu movimiento artístico favorito?

—Tú y el impresionismo, pero ese sería mi segundo favorito -me sonrió.

—¡Kiki! ¿Pero cómo me vas a decir eso?

Cometas Por El Cielo (Kivi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora