Pov Violeta
Todo lo que había reprimido durante la semana sólo hacía que el beso se intensificase a cada instante más y más, en ese momento no pensaba en parar, sólo en seguir y seguir hasta que los labios doliesen. Contra todo pronóstico fue ésta vez Chiara la que puso sentido común al momento.
—Violeta -susurró separándose con la respiración bastante agitada.
—Perdón
—No quiero que me pidas perdón porque yo tengo las mismas ganas que tú, pero te recuerdo que hay cosas que me ibas a explicar y estamos en la calle
—Tienes razón, pero igualmente te pido perdón por todas las veces que he subido el tono de voz o no te he hablado con las mejores palabras, sé que no es excusa pero me está viniendo grande todo esto y hay cosas que todavía no sé cómo gestionar -no me atrevía a mirarle a la cara.
—Bueno, el primer paso es reconocerlo ¿no? -Noté sus manos acunando mis mejillas mientras me alzaba la cara.
—Supongo que sí, lo que te tenía que contar es el motivo por el que Juanjo me ha llevado al despacho. Tranquila que no era nada malo, de hecho era bastante bueno. Para empezar toda la oficina tiene una idea de que entre nosotras pasan cosas y según Juanjo están bastante pendientes de nuestras interacciones pero en el buen sentido, por otro lado van a ofertar dos plazas de trabajo a los becarios al final de las prácticas y por último, aunque la gente de la oficina no nos suponga un problema nos quedan dos semanas y no deberíamos descuidarnos, no sabemos en qué momento puede venir tu tutora o cualquier inspector.
—¿Se van a ofertar dos plazas?
—Sí, y tengo la ligera sospecha de que una lleva ya tu nombre, aunque tampoco quiero hablar muy alto que con la suerte que tengo
—Yo prefiero no pensarlo, me pongo muy nerviosa
—Entonces no hablaremos más de eso, ¿del resto qué piensas? -de repente volvimos a hablar como si nada.
—¿Lo de la oficina es verdad? -asentí.- Wow, no me lo esperaba -ví que su rostro reflejaba la sorpresa.- No sé qué decir, ¿toda la oficina?
—Toda, Denna tiene una apuesta con Alex sobre quién va a besar antes a quién dentro de la oficina, la Mari ha sido la encargada de ir sembrando en cada uno la semilla de la curiosidad y bueno, aquí estamos.
—No sé por qué no me sorprende viniendo de la Mari, esa mujer ha nacido para el cotilleo -rodó los ojos.
—Y que lo digas -reí ya que su forma de decir las cosas era siempre muy cómica, de repente volvió a mí el sentimiento de arrepentimiento.- No me siento nada orgullosa de lo que he hecho Chiara, no quiero que pienses que lo que siento por tí ha cambiado, porque realmente no lo ha hecho.
—Vio ya está -me abrazó contra su pecho de manera inesperada.- Sé que no has hecho nada a malas, sólo necesito que sepas y realmente te creas que soy consciente de la situación y que aunque tengamos que ser cuidadosas no implica no mirarnos o no hablar, si ves que es mucho para tí sabes que estoy para lo que necesites.
—Tienes razón Kiki, prometo no volver a ser una siesa ni una borde contigo
—Pinky promise? -ví cómo alzaba su mano estirando el meñique ladeando la cara de una forma que me hizo sentir casi inutil al haber hecho sentir mal a tremendo ser de luz. Decidí hacer caso a Denna y no andarme con tonterías.
—Bueno, yo prefería un kiss promise pero -dije en un tono mucho más bajito alzando igualmente la mano accediendo al trato.
—Nunca subestimes el poder del pinky promise -me contestó incluso más bajito y con una mirada que empezaba a reconocer bastante bien.
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Cometas Por El Cielo (Kivi)
Hayran KurguUna historia de romantiqueo tontorron de las kivi.