Pov Violeta
Anoche me fui a dormir con una mezcla extraña de emociones, entre mi blancazo por la mañana en la reunión, la conversación tan fuera de tono que tuve con Chiara y la que siguió dejándonos otra vez en la casilla de salida además de ver a Lúa por primera vez en días estar tranquila fue una combinación extraña, podría decir que fue un día terrible pero sería mentir porque lo que de verdad sentí fue una gran sensación de alivio.
Pesaba un poquito menos.
Eran las once de la mañana hacía unas horas había sonado el timbre anunciando la llegada de Chiara que, tal y como había prometido había venido temprano para ayudarme a organizarme, mientras Lúa veía los dibujitos yo limpiaba con Chiara toda la casa, nos repartimos las tareas y en menos de hora y media ya teníamos más de la mitad de la casa limpia y ordenada, en mitad de la misión sonó el teléfono, era la Susi, mi madre.
-Hola mamá, ¿Qué tal? -me apoyé en la encimera de la cocina mientras veía cómo Chiara terminaba de fregar los platos.
-Hola cariño, ¿estás mejor que ayer?
-Si, tranquila, al final me echaron una mano
-¿Le diste las gracias a tu compi?
-Pues claro que sí mamá, ¿por quién me tomas?
-Por mi hija -rió.
-Oye, ¿pero qué imagen tienes de mí?
-Hija, últimamente muy amable no es que hayas estado pero que es normal, yo sé que eres una persona bellísima pero que ahora pues está pasando por una racha menos buena, por cierto ¿Comemos mañana fuera con tus titas?
-Si, me parece bien
-Pues hasta mañana cariño
-Hasta mañana mamá, te quiero -colgué y ví que Chiara escondía una sonrisa- ¿a tí qué te pasa?
-Que tu madre tiene pinta de ser súper enrollada y me ha recordado a alguien
-Si es, ¿Te apetece comer aquí? -No me lo pensé dos veces, estaba muy cómoda y la verdad estar sola es lo último que me apetecía.
-Te diría que sí pero...
-Pero tienes planes, tranquila lo entiendo, si total es sábado no tendrías que estar aquí
-No, no tengo planes y no digas que no tendría que estar aquí, lo que pasa es que tengo miedo de que me intoxiques, la verdad
Abrí la boca y le tiré el trapo que tenía al lado mío
-Serás -sonreí al escucharla reír, era contagiosa.
-Voy a tener que supervisarte hoy yo a tí
-¿Ah, sí?
-Exactamente
-Pues que sepas que vas a comer la mejor lasaña de tu vida
-Ya se verá -dijo mientras cerraba el lavavajillas.
-Callar bocas es una de las cosas que mejor se me dá, chulita
-A ver si me lo demuestras -se mordió ligeramente el labio, cosa que no pasó desapercibido a mis ojos-
Tras limpiar empecé a cocinar, Chiara jugaba con Lúa pero creo que al escuchar el trasteo de los platos tuvo la imperiosa necesidad de venir
-Jo tía, te dije que me avisases, quiero ver el proceso
-Si te has avisado tú solita chica, te ha faltado tiempo para venir corriendo
-Va déjate de cuentos y demuestra lo que sabes