[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)

31

— ¡Joder Dan, abre tu maldita boca! — dijo Jaekyung al abogado colocando sus labios sobre los de Dan.

Dan estaba orando para que Jaekyung se detuviera. Jaekyung parecía desesperado hasta el punto de dar miedo. Parecía como si estuviera en una especie de celo.

— ¡Sólo détente! — dijo Dan tratando de empujar a Jaekyung por el pecho, pero era bastante inútil, Jaekyung era demasiado tosco y fuerte.

Jaekyung aprovechó que Dan había hablado para introducir su lengua en la boca del contrario. Ese beso le sabía a gloria, esa sensación de plenitud estaba apareciendo en él, quería más. Lo quería tener en su cama, retorciéndose del placer sabiendo que él es el causante de aquellas reacciones.

Pero... con lo que no contaba era con que Dan le mordería la lengua, haciéndole gruñir del dolor, y dejar de besarlo.

— ¡Mierda! ¡Eso dolió! — se quejó Jaekyung mirando con enojo al castaño.

— Más de una vez te dije que te detuvieras — dijo Dan a nada de explotar de la impotencia y el enojo que estaba sintiendo en ese momento.

— ¿Era necesario que me mordieses? — dijo Jaekyung.

— Era eso o darte con la rodilla en la entrepierna.

— O dejarme cogerte — dijo Jaekyung.

— Ya le dije que no.

— Podría pagarte, tú tan solo coopera— dijo Jaekyung poniendo su mano en el trasero de Dan — Solo dime el pr-

— Te equivocas Jaekyung, no soy un prostituto — dijo Dan, viendo que Jaekyung iba a contestarle, siguió hablando — No hables, déjame terminar... Si acepté ese trato fue porque me sentí obligado a a aceptarlo por la situación, acepté a tener sexo, a qué me humillaras, me insultaras, pero solo acepté porque necesitaba el dinero...

— Pero lo disfrutabas.

— Claro que no... Me sentía depravado y asqueado cuando lo hacía contigo, cuando viste que tuve una erección no sabes lo disgustado que estaba conmigo, y no pienso darte explicaciones de ello — dijo Dan — Ahora lárgate, y esta vez va en serio, hablaré a la policía si no se va.

— No eres capaz.

— ¿Que no? — dijo Dan, sacando su teléfono, pero la mano de Jaekyung la detiene tomandolo por la muñeca que sostenía el telefono.

— Eres bastante valiente Kim Dan, no cualquiera haría esto porque los terminaría golpeando, pero prometí al entrenador no golpearte — dijo Jaekyung —  Por ti casi cancelan la pelea, así qu- 

— Suerte en su pelea.

— Si pierdo será tu culpa — dijo Jaekyung entre dientes.

— No me involucre en sus asuntos, ahora lárguese — dijo Dan ya en un tono de voz todavía más firme.

Jaekyung resopló y comenzó a caminar fuera del apartamento.

— Te vas a arrepentir Dan — dijo Jaekyung mirando una vez más a Dan, quien parecía muy serio.

— No me importa lo que digas a estas alturas, buena suerte en tu pelea — dijo Dan, cerrando la puerta en la cara de Jaekyung, poniendo el cerrojo en el pomo.

— Hijo de puta — dijo Jaekyung, azotando su puño en la pared que se encargaba de enmarcar la puerta, a la cual no le causó ni un daño. Sintiendose cansado y harto de la necedad de Dan, emprende camino a casa.

Una hora después, en la penumbra de su lujoso penthouse, Jae se encuentra solo con sus pensamientos. La fama, que le otorgó un estatus elevado, ahora se manifiesta como una prisión silenciosa. Las imágenes de su convivencia con Dan comienzan a revolotear en su mente, como fragmentos de un pasado que había subestimado. y dudaba el porqué pensaba eso.

Eran momentos en los que Dan estaba a su lado, compartiendo conversaciones que ahora resuenan como ecos lejanos. La soledad que creía haber domado con la fama se torna, de repente, abrumadora. Dan, con su presencia constante, había llenado un vacío que Jae no sabía que existía, y hasta apenas había notado.

Se dio cuenta de que subestimó la importancia de Dan en su vida, confundiéndolo con un simple acompañante cuando, en realidad, era un ancla vital.

El penthouse, con lujos y comodidades, se siente ahora vacío, como si la esencia misma de la vida se hubiera desvanecido. La fama, que antes era su aliada, se revela como una compañía fría y superficial. La verdad se manifiesta: Jae no se daba cuenta de que anhelaba la conexión genuina de Dan.

— Esto es una mierda.