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El jardín del hospital se extiende en una extensión serena y acogedora, un refugio verde en medio del ajetreo y el bullicio de la vida hospitalaria. A medida que Dan y Changmin salen por las puertas, son recibidos por la suave brisa que agita las hojas de los árboles y el cálido sol de la tarde que se filtra entre las ramas.

En el centro del jardín, se alza majestuoso un cerezo, sus ramas apuntando al cielo, como si estuviera saludando a los visitantes con sus flores rosadas y delicadas. Bajo la sombra del cerezo, bancos de madera invitan a sentarse y descansar, ofreciendo un lugar tranquilo para tanto visitantes, pacientes, doctores y enfermeros.

Por toda la extensión verde, se hallaban parterres de las flores de colores vibrantes más bellas, que emanaban un agradable y dulce aroma. Habían mariposas revoloteando entre las flores, aportando belleza efímera al paisaje sereno.

Había un pequeño riachuelo provienente de una fuente en un rincón del jardín, donde el agua cae en cascada sobre rocas pulidas, creando una badna sonora que llena el silencio y el bullicio.

A medida que Dan y Min caminan por el jardín, el murmullo de la fuente y el aroma de las flores llenan sus sentidos, brindándoles un momento de calma y serenidad en medio de sus preocupaciones. Es un lugar donde pueden dejar atrás el estrés y la ansiedad, al menos por un breve momento, y simplemente disfrutar el presente.

El sol de la tarde filtraba suavemente entre las hojas de los árboles, creando un ambiente tranquilo y sereno.

— La doctora Lee es... wow... la mejor doctora con la que he interactuado, es muy apasionada — empezó a hablar Dan, con un brillo de admiración en sus ojos — Y ahora, ha estado más comprometida que nunca desde que asumió el puesto de ese... depravado... Siempre muestra una gran atención y cuidado por sus pacientes, y ahora estará muy enfocada en mejorar el funcionamiento del hospital, con ella el hospital logrará brindar una atención médica de calidad.

Changmin asintió, escuchando atentamente las palabras de Dan.

— Se nota que ama lo que hace y que se preocupa profundamente por sus pacientes — respondió — Es admirable ver cómo se esfuerza por hacer una diferencia en la vida de las personas.

Dan asintió, con una sonrisa en los labios.

— Y también... Ella ha sido un gran apoyo para nosotros durante este tiempo aquí, dispuesta a escuchar y a brindar orientación cuando la necesitamos aún a pesar de lo agotante que es estar trabajando aquí.

A medida que compartían sus pensamientos y observaciones, Dan comenzó a sentir un nerviosismo creciente en su pecho, preparándose para lo que estaba a punto de confesarle a Min.

— Eh... Min.

— ¿Sí, Danny?

— Sobre lo que dije... Allá en la habitación... Quiero hablar de ello... Pero vayamos allá, no hay mucha gente allí — dijo Dan, señalando una banca cerca de donde nace el riachuelo proveniente de la fuente.

— Bueno.. Vamos — dijo Changmin, siguiendo por atrás a Dan, quien iba delane de él por pasar por un puente.

Pasados unos segundos, ambos llegaron a la banca, desde donde se podía apreciar el bellisimo cerezo pintándose de un hermoso tono oro rosa, así como el jardín se iluminaba d eun hermoso tono dorado.

La luz del sol brindaba luz a ambos chicos abrazandolos con su cálido toque, aún haciendo algo de frío por el húmedo ambiente.

— Es... bella la vista — dijo Dan, mirando con asombro esa vista digna de una pintura de Monét.

— Seguro que lo es — dijo Changmin, quien más que admirar al paisaje, estaba admirando a Dan.

La suave luz del atardecer acariciaba el rostro del fisioterapeuta, haciendo que sus ojos color miel brillaran con un resplandor dorado. El destello de luz hacía que sus iris adquirieran tonos cálidos y dorados, como si capturaran la esencia misma del sol que se ocultaba en el horizonte, como si estos fueran la estrella misma capturada en dos orbes.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora