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Pasado ya un rato, Dan se fue caminando al penthouse, a pesar de la frenética insistencia de Jaekyung de hacerlo subir al auto, no logró convencerle de subir al auto. Ambos llegaron al penthouse, y como de costumbre, Dan preparó la cena de Jaekyung y se fue a su habitación para irse a dormir y tomarse la siguiente pastilla.

Al cabo de algunos minutos la habitación de ocupaba Dan estaba envuelta en una penumbra tranquila, a punto de cerrar sus ojos, su celular comenzó a sonar. Dan, con pocos animos se sentó en la esquina de la cama, a lado de su teléfono estaba un pequeño plato con gachas de arroz, que apenas había podido comer. Dan notó que el número del cual le estaban marcado no estaba registrado. Aún con dudas, tomó su telefono, deslizo el icono del telefono, deslizándolo para contestar la llamada.

— ¿Hola?

Hola Dan, soy la doctora Lee Yuna — sonó la voz de la doctora por la bocina del teléfono.

— Ah, doctora Lee, buenas noches.

También Dan, oye, me gustaría saber si tienes disponible este sábado por la mañana, el laboratorio me dio los resultados que hicieron... Tengo espacio para una consulta contigo — comentó la doctora.

— Está bien, pero... yo... ¿Es tan malo que ahora es más que una anemia? — dijo Dan, sonando un poco preocupado por la noticia.

Creo que es mejor que vengas el sábado, no me gusta dar tantos detalles por teléfono ya que, ya sabes, hackers y cosas así, mi paranoia... — dijo la doctora, riendo un poco — Pero volviendo a aquello, me gustaría hablarlo en persona

— Veré si puedo, nos vemos entonces — dijo Dan colgando la llamada, no contando con que la luz de la habitación sería encendida, por el azabache, quién parecía estar algo molesto, más bien, algo enojado.

— ¿Con quién hablas, Dan? — dijo Jaekyung.

— No es asunto tuyo...

— ¡Sólo respóndeme, maldita sea! — dijo furioso el peli azabache — ¿O tengo que pegarte o follarte para obtener mi maldita respuesta?

— No es lo que piensas, fue...

— Changmin, ¿no es así?

— No me hagas reír — dijo irónicamente — Sabes qué, piensa lo que quieras, pero las cosas no son así...

El azabache se acercó velozmente, con una mirada de furia plasmada en su rostro, tomándolo por el cuello de la playera.

— Tú, maldita perra sucia, "Piensa lo que quieras" ¿Te divierte burlarte de mí? — dijo Jaekyung, su voz sonaba más grave mientras esperaba que Dan volviera a tener esa mirada de miedo, quería recordarle cuál esa su lugar — Te gusta esconderme cosas, ¿no?... Seguro que le andas dando el culo al idiota de Changmin ¿O crees que no he notado que tan cercano es a ti ahora?

— No es así... Y si fuera, no te incumbe — dijo Dan.

— Cl-

— Vas a decir que es porque soy tu "propiedad", como si fuera una mansión o una joya... — interrumpió seco Dan, ya conocía el brusco actuar del azabache — Que yo sepa eso no vale una puta, y es lo que dices que soy.

— Conoce tu lugar Kim, no me hagas golpearte.

— Lo conozco, más sin embargo no soy tu prop- — dijo Dan. Fue lo único que alcanzó a decir porque sintió el puño de Jaekyung en su cara.

— ¡Me tienes harto! ¡Simplemente entiéndelo! ¡Eres! ¡Mío! — dijo Jaekyung ya completamente poseído por su enojo, empezando a golpear al castaño — ¡Supongo que debería darte una puta lección!

Dan simplemente sintió que cada golpe que daba impactaba en su cuerpo pálido y debilitado. Pronto aparecerían moretones.

—¡Para! ¡Solo para! — Dan gritaba, pero era inútil, Jaekyung no podía dejar de golpearlo — ¡No tienes idea de lo que está pasando!

Pero Jaekyung no escuchó ni una sola palabra suya, la rabia se apoderó de él y cuando empezó a golpearlo, no pudo parar.

En el fondo, Dan intenta ocultar el motivo real de su llamada y las razones de la cita médica, temiendo que más personas, incluído Jaekyung, descubran la verdad sobre su situación de salud. La habitación, una vez tranquila, ahora está llena de tensión y violencia, mientras el chico de cabello negro azabache desata su furia sin conocer la realidad detrás de los secretos de Dan.

Mientras tanto...

El sonido tenue de un teléfono rompe la quietud de la noche en los dormitorios del gimnasio. Changmin, medio adormilado, alcanza su teléfono, checando que era un número que no tenía registrado. Pero tenía el presentimiento de que sería la doctora Lee. Deslizó el ícono y contestó.

— ¿Hola? — sonó la voz de Changmin.

Hola Changmin, soy la doctora Lee Yuna. ¿Puedo hablar contigo en un momento?

— Claro, ¿pasa algo? — dijo, incorporándose en la cama, tomando su chaqueta del gimnasio y saliendo de la habitación, yendo al pasillo.

Bueno... Es sobre Dan — dijo la doctora, por lo que Changmin estaba un poco más interesado — Necesito que esté presente en una cita médica el próximo sábado en la mañana. Creo que sería bastante importante que estuvieras a su lado.

— ¿Una cita médica? ¿Qué pasa? — dijo el pelimarrón sorprendido.

No puedo entrar en detalles por teléfono, pero creo que tu apoyo sería valioso. Puede ser algo difícil para él.

—Por supuesto, estaré allí. ¿Es algo grave?

No puedo decir mucho ahora, pero la presencia de amigos cercanos puede hacer una gran diferencia. Además, eres el hermano de Dan, ¿verdad?

No no no no no, no somos hermanos — Changmin sonó sorprendido, pero no tanto porque sentía que iba a decir eso ya que tanto él como Dan tienen el mismo apellido — Pero somos cercanos.

Oh, lamento la confusión, pensé que eran familia — rió nerviosamente la doctora — De todas formas, tu apoyo significa mucho, así que me gustaría  que lo acompañaras.

— No se preocupe doctora, estaré allí. Y... gracias por el aviso.

Después de la llamada, Changmin se regresó a la habitación para acostarse nuevamente, pero no podía dormir, solo tenía la mirada completamente fija en el techo, pensando en su ahora amigo, Dan, en el posible camino que se avecina.

Mientras tanto, en la oscura quietud de la noche, los secretos y las preocupaciones se entrelazan, afectando a aquellos que comparten una conexión profunda en el mundo del gimnasio y las artes marciales mixtas.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora