[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)

ESNT 'Realidad alterna' 5

Jaekyung terminó de hacer el pedido a domicilio, escogiendo alimentos que Dan podría comer sin que le causaran malestar.

Conocía bien las restricciones dietéticas de Dan gracias a la enfermera Goo y a lo que había investigado, se aseguró de no pedir nada que pudiera complicar su ya delicada salud. Cuando terminó, se sentó al otro lado de la mesa, observando cómo Dan intentaba mantener la compostura.

Dan hizo su mejor esfuerzo para comer cuando la comida llegó, aunque su apetito era casi inexistente. Notó la consideración en las elecciones de Jaekyung, pero ya no quería hacerse ilusiones. 

Cada vez que Jaekyung mostraba un atisbo de preocupación o cuidado, siempre parecía ir seguido de una etapa de distanciamiento o maltrato. No quería volver a caer en el mismo ciclo de expectativas rotas.

Mientras comían, un dolor profundo comenzó a instalarse en el cuerpo de Dan.

— ¿Estás bien? — dijo Jaekyung, notando la mueca de dolor en el fisioterapeuta.

— Sí... Nada más un pequeño mareo.

Dan hizo el mayor de los esfuerzos por tratar de ignorarlo, pero se intensificó rápidamente, extendiéndose como una marea oscura que lo dejaba sin aliento. Sus manos temblaron mientras intentaba llevar el tenedor a su boca, y antes de que pudiera decir algo, la debilidad lo abrumó. Su visión se nubló y, sin poder evitarlo, se desplomó sobre la mesa.

— ¡Kim Dan! — gritó Jaekyung, quien saltó de su asiento, el pánico se notaba en su voz mientras se apresuraba a llegar a su lado.

El corazón de Jaekyung latía con fuerza mientras sacudía suavemente a Dan, intentando despertarlo. La preocupación lo invadía, y por un momento, la idea de verlo en un pero estado era más de lo que podía soportar.

Sin perder tiempo, levantó a Dan en sus brazos, decidido a llevarlo al hospital.

A pesar de la molestia que sentía por los hospitales, la salud de Dan era más importante que cualquier incomodidad personal. Jaekyung rápidamente colocó a Dan en el asiento del coche y, mientras lo hacía, sacó su teléfono para llamar a Changmin, el contacto de emergencia de Dan.

Min contestó casi de inmediato, y la voz urgente de Jaekyung llenó la línea.

—Kim Changmin, soy Jaekyung. Dan... Dan se ha desmayado — dijo Jaekyung — Estoy llevándolo al hospital ahora mismo — La voz de Jaekyung estaba tensa, el miedo y la preocupación eran evidentes.

— ¡Voy para allá! — dijo Changmin, claramente alarmado.

Colgando, Jaekyung puso en marcha el coche y condujo con prisa hacia el hospital, su mente se llenaba de una mezcla de culpa, miedo y una desesperación que no había sentido antes.

Mientras conducía, miraba a Dan de reojo, esperando ver algún signo de que estaba mejorando, pero la palidez en su rostro solo lo hacía sentirse más impotente.

Este no era solo un ciclo de maltrato y buen trato, era una realidad donde las vidas estaban en juego, y Jaekyung, por primera vez, sintió que las consecuencias de sus acciones podían ser mucho más graves de lo que había imaginado.

Llegaron al hospital en cuestión de minutos, pero para Jaekyung, cada segundo se sentía eterno. Mientras los médicos se llevaban a Dan en una camilla, Jaekyung se quedó parado en la sala de espera, esperando a Changmin.

Después de unas horas, Dan estaba sentado en la camilla, mientras que Min, siempre protector, estaba junto a él, manteniendo una mano en su hombro para ofrecerle apoyo. Jaekyung, se encontraba de pie en una esquina de la habitación, intentaba mantener la calma, aunque por dentro sentía un nudo en su estómago.

La doctora Lee, entró en la habitación, revisando notas en su portapapeles antes de levantar la vista para hablar.

— Dan... lamento decir que la leucemia ha avanzado más de lo que esperábamos —dijo la doctora suavemente, cada palabra cargada de peso, mirando directamente a Dan, tratando de ser lo más clara y empática posible — Tenemos tres opciones a considerar en este punto: una quimioterapia más agresiva, que podría tener efectos secundarios severos; un trasplante de células madre, que es una opción complicada y no siempre garantizada; o un tratamiento experimental que hemos estado investigando... Sin embargo, debo ser honesta, el tratamiento experimental es un riesgo, y los resultados son inciertos.

Dan asintió lentamente, pero en su interior, sintió que el suelo se desmoronaba bajo él. La mención de un tratamiento experimental hizo que su mente se llenara de recuerdos dolorosos de su abuela. Ella también había sido sometida a un tratamiento experimental, y a pesar de todas las esperanzas, nunca funcionó.

— No quiero el tratamiento experimental — dijo Dan, con la voz quebrada, evitando mirar a la doctora — Mi abuela lo intentó, y... no sirvió de nada, yo no quiero pasar por lo mismo.

Min apretó el hombro de Dan, tratando de contener sus propias emociones. Ver a Dan luchar contra esta enfermedad, y ahora enfrentarse a decisiones tan difíciles, le rompía el corazón. Siempre había sido su protector, pero en este momento se sentía impotente, como si todo lo que podía hacer era estar allí para él.

Jaekyung sintió un frío recorrerle el cuerpo. Nunca había entendido completamente lo que Dan estaba enfrentando hasta ese momento. Había visto el impacto físico, pero ahora, al escuchar las opciones limitadas y los riesgos, comenzó a darse cuenta de la gravedad de la situación. Las palabras de la doctora eran un golpe brutal a su percepción de la realidad.

— ¿Y si intentas la quimioterapia más agresiva? — preguntó Jaekyung, su voz llena de una mezcla de desesperación y preocupación — Tiene que haber algo que funcione...

Dan finalmente levantó la vista hacia Jaekyung, sus ojos denotaban un cansancio extremo y llenos de miedo y resignación.

—Jae... — empezó, pero no pudo terminar la frase. El dolor en sus ojos decía todo lo que las palabras no podían expresar. No quería seguir luchando solo para vivir una vida llena de dolor y tratamientos fallidos.

Changmin, que había estado en silencio todo el tiempo, finalmente habló, su voz llena de emoción contenida.

— Danny, sea cual sea la decisión que tomes... No tienes que enfrentarlo solo.

Las palabras de Min resonaron en la habitación, y aunque no ofrecían una solución, ofrecían consuelo. La doctora Lee asintió, comprendiendo la dificultad de la situación.

—Tómate el tiempo que necesites para decidir — dijo suavemente — Lo importante es que hagas lo que sientas que es mejor para ti, Dan.

Jaekyung no pudo evitar sentir una punzada de culpa. Había sido tan ajeno a lo que Dan estaba enfrentando, tan atrapado en sus propios problemas, que nunca se había dado cuenta de cuán cerca estaba Dan de un punto crítico. Ahora, la realidad de la enfermedad de Dan lo golpeaba con toda su fuerza.

Mientras la consulta terminaba, Dan se levantó de la camilla, con Min aún a su lado, y ambos se dirigieron hacia la puerta. Jaekyung salió detrás de ellos, con una sensación de impotencia que nunca antes había experimentado.

Dan se enfrentaba a una batalla que él no sabía cómo pelear, y por primera vez, se dio cuenta de lo mucho que Dan había estado soportando en silencio.