Jaekyung regresó al penthouse después de un par de horas de entrenamiento, con el ceño fruncido y la mente ocupada.
La discusión con Dan lo había dejado más inquieto de lo que quería admitir, pero la furia y frustración se habían disipado conforme sus puños golpeaban los 4 sacos de boxeo que rompió.
Al entrar en el penthouse, todo estaba en silencio, a excepción del sonido suave de la respiración de Dan, que estaba profundamente dormido en la cama.
Jaekyung se quedó un momento en la entrada del cuarto, observándolo. La paz que emanaba su rostro dormido contrastaba con el frío que sentía en su pecho desde que habían discutido.
Sabía que Dan estaba débil, que estaba luchando con más que solo una enfermedad física, pero verlo ahí, tan frágil, le hacía sentir un miedo que nunca había experimentado antes. Un miedo que no podía golpear ni superar con la fuerza de sus puños.
Decidió darse una ducha rápida. El agua caliente recorrió su piel, relajando los músculos tensos por el entrenamiento. Se tomó unos minutos para cerrar los ojos, intentando despejar la mente. Todo lo que quería ahora era estar con Dan, asegurarse de que estaba bien.
Al salir de la ducha, se colocó su habitual pantalón de dormir. Jaekyung odiaba sentirse limitado por la ropa, por lo que, como siempre, dejó la parte superior de su cuerpo libre.
Era algo con lo que se sentía cómodo; la movilidad y la sensación de libertad le resultaban esenciales, incluso en momentos como este. Se pasó una mano por el cabello húmedo antes de regresar al cuarto.
Dan seguía dormido, su cuerpo apenas se movía bajo las mantas. Jaekyung notó que todavía se veía pálido, y al acercarse, pudo sentir el frío que emanaba de su piel.
Sin pensarlo dos veces, se deslizó en la cama junto a él, tirando de las mantas y abrazándolo con suavidad. Colocó su brazo alrededor de Dan y lo acercó más a su cuerpo, intentando transferirle algo de calor con el contacto.
El pecho de Jaekyung subía y bajaba lentamente mientras respiraba, sintiendo el cuerpo de Dan tan cerca del suyo. A pesar de que la situación los superaba en muchos aspectos, en ese momento, deseaba que Dan sintiera algo de la seguridad que él mismo anhelaba ofrecerle. Era consciente de lo nulo que podía hacer para detener la enfermedad, pero en ese instante, sostenerlo y pasarle algo de calor parecía lo único que estaba bajo su control.
Sus dedos acariciaron la cabeza de Dan muy tersamente. Las cosas eran diferentes ahora, y aunque Jaekyung siempre había sido alguien que evitaba enfrentarse a sus propios sentimientos, el miedo de perder a Dan estaba siempre presente, más cerca de lo que podía soportar...
Dan se removió ligeramente entre sus brazos, y Jaekyung, sin decir nada, lo mantuvo abrazado, esperando que al menos en sus sueños, Dan pudiera encontrar un poco de paz.
Con el paso de los días, Dan había estado mostrando signos de mejoría, pero aún no podía caminar por sí solo.
A pesar de esto, había tomado una decisión firme: quería ir al gimnasio, no para trabajar, sino para despedirse del equipo que lo había recibido con los brazos abiertos desde el primer día. Sabía que era cuestión de tiempo antes de que ya no pudiera volver, y sentía que debía hacerlo antes de que fuera demasiado tarde.
Jaekyung, por otro lado, dudaba. Sabía lo frágil que estaba Dan, y aunque lo había visto mejorar ligeramente, el miedo de que algo pudiese salir mal o devastador siempre estaba presente. Se cruzó de brazos mientras lo escuchaba, su mirada llena de preocupación.
— Kim Dan, ¿estás seguro? ¿No es mejor que descanses un poco más? — preguntó Jaekyung, sin siquiera poder ocultar su aprensión.
— Lo estoy, Jaekyung — respondió Dan con voz suave pero decidida — No voy a trabajar, solo quiero despedirme de ellos... Les debo tanto, y no quiero irme sin decir adiós.
Jaekyung miró los ojos de Dan, y aunque su cuerpo estaba debilitado, en su mirada había una insistencia que no podía ignorar. Sabía que no iba a hacerle cambiar de opinión, y al final, suspiró con resignación.
— Está bien — dijo el peleador, admitiendo de manera agridulce la petición del ojimiel — Pero si te sientes o te noto mal, aunque sea un poco, nos vamos y al hospital.
Dan asintió, agradecido por la comprensión de Jaekyung. Se sentó en la cama mientras Jaekyung se dirigía al armario.
Ambos usaban ropa de diferentes tallas, y la ropa habitual de Jaekyung, la más peque, le quedaba demasiado holgada a Dan.
Después de revolver un poco entre las prendas, Jaekyung encontró algo más pequeño que podría ajustarse mejor.
— Ten... te quedará un poco mejor — dijo el azabache, sacando una camiseta y unos pantalones deportivos que no eran tan grandes — Aunque… aún te quedarán sueltos.
Dan sonrió débilmente cuando vio a Jaekyung sacar la ropa.
— No importa — dijo con una pequeña risa — No es como si me estuviera vistiendo para un desfile de moda.
Jaekyung sonrió también, aunque era más una sonrisa melancólica. Se acercó a Dan y empezó a ayudarlo a vestirse, con una delicadeza que contradecía su imponente físico.
A medida que le ponía la camiseta, la tela caía ligeramente sobre los hombros de Dan, y aunque era la talla más pequeña que Jaekyung tenía, seguía viéndose holgada en su cuerpo más delgado y frágil.
Mientras lo ayudaba con los pantalones, Jaekyung se arrodilló frente a Dan, asegurándose de que no se sintiera incómodo. La diferencia entre ambos siempre había sido notable, pero en ese momento parecía aún más evidente. La fortaleza física de Jaekyung contrastaba de manera hiriente con la fragilidad de Dan. Sin embargo, ninguno de los dos dijo nada al respecto; no hacía falta.
Una vez vestido, Dan se miró brevemente al espejo, notando cómo la ropa le quedaba grande, pero no importaba. No era eso lo que le preocupaba en ese momento.
—Gracias por esto, Jaekyung. De verdad — dijo Dan, mirando a Jaekyung.
Jaekyung asintió, tomando las llaves del auto.
— Vamos. Y recuerda, si te sientes mal…
—Te lo diré — Dan completó la frase, sonriendo levemente— Lo prometo.
Con eso, Jaekyung lo ayudó a subir a la silla de ruedas y lo llevó hacia la puerta. Aunque las dudas persistían, sabía que este era un momento importante para Dan, y lo último que quería era negárselo.
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[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)
Fanfiction[La mayor parte de los personajes no son míos. Sólo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores.] [Aquí solamente Dan es el protagonista] [No es una historia JaeDan] El tiempo de Dan se le está escapando de las ma...