— Están teniendo el tiempo de su vida — murmuró Dan con una sonrisa, señalando a Yoongu, Daehyun y Changmin, quienes estaban jugando a futbol soccer.
— Parece que sí... — respondió Jaekyung, pero su tono era distraído.
Dan lo notó, volviendo a su propia introspección por un momento.
El caminar se volvió más lento, más pausado, con Dan apoyándose cada vez más en Jaekyung. Finalmente, Jaekyung lo miró de reojo, dándose cuenta de que Dan estaba demasiado absorto en sus pensamientos. Con una ligera sonrisa, Jaekyung decidió intervenir y cambiar el rumbo de la conversación.
— Oye, Kim Dan... — dijo en un tono suave, casi como si no quisiera romper la quietud del momento — ¿En qué andas pensando?
— Solo... estaba pensando en todo.
— ¿Qué es todo?
— Pues... el cómo todo ha cambiado... Siempre he sentido que mi vida ha estado llena de tropezones, de dificultades, de gente que trataba de tumbarme... pero, ¿sabes? Hoy... por primera vez en mucho tiempo, aún sabiendo que pronto llegará mi hora... me siento completamente en paz.
Jaekyung asintió, escuchando atentamente las palabras de Dan. Pero entonces, algo cambió en su expresión, como si hubiera una lucha interna que estuviera resolviéndose. Sin que Dan lo supiera, este era el momento que Jaekyung había estado pensando, el momento que había estado esperando.
El silencio se instaló entre ambos por un instante, hasta que Jaekyung se detuvo de repente quedando de frente a Dan, sosteniéndole el brazo suavemente para que él también se detuviera. Dan lo miró con curiosidad, sus ojos buscaban una respuesta en el rostro de Jaekyung.
— Dan, hay algo que quiero decirte — comenzó Jaekyung, su voz sonaba más tensa de lo habitual, como si cada palabra le costara esfuerzo.
Dan frunció el ceño, preocupado, pero esperó pacientemente. Jaekyung respiró profundamente, mirando el horizonte por un momento antes de volver su mirada hacia Dan.
— Cuando todo esto comenzó, cuando me pediste que fingiera que te amaba — comenzó, y las palabras golpearon a Dan con fuerza.
Ese recuerdo aún era una espina en su corazón, una petición que había hecho en un momento de desesperación.
— Al principio, no sabía cómo sentirme... No estaba seguro de si podía hacerlo — dijo Jaekyung, el peso de sus palabras era inmenso — Fingir... me parecía algo tan ajeno, algo que nunca había hecho antes.... Y duele que todo esto sea bajo esa premisa.
Dan lo miraba ahora con más intensidad, sintiendo cómo algo se revolvía en su pecho. El miedo comenzó a instalarse en su pecho, pero antes de que pudiera decir algo, Jaekyung continuó.
— Pero lo que quiero decirte ahora, lo que necesito que sepas... es que yo no estoy fingiendo... De hecho, nunca lo estuve.
Las palabras cayeron con una honestidad cruda, y Dan sintió que el aire se volvía más pesado a su alrededor. Jaekyung tomó un profundo respiro, como si quisiera asegurarse de que estaba diciendo cada palabra con la sinceridad que merecía.
— Admito que soy un desastre cuando se trata de estas cosas... El romance, el amor... siempre me ha perturbado la idea de amar a alguien... ¿Sabes por qué? — dijo Jaekyung, mirando a Dan con seriedad — Porque siempre he sido una persona pública... Gente se ha acercado a mí por fama, por dinero, por lo que creían que podían obtener de mí... Nunca porque realmente les importara.
Dan lo escuchaba en silencio, con el corazón latiendo más fuerte en su pecho. Sabía que Jaekyung tenía razón. Su vida había estado constantemente bajo el escrutinio del ojo público, y eso había creado una barrera entre él y los demás.
— No es excusa para hacer tratado a todos como mierda... Al principio creía lo mismo de tí... Pero nunca te acercaste a mí por lo que tengo, ni por lo que soy en el exterior — dijo Jaekyung, acercándose más a Dan — Me viste a mí... No al "Emperador"... A Joo Jaekyung, a mí de verdad... Y eso... eso es lo que cambió todo.
Dan sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas, pero mantuvo la mirada en Jaekyung, quien también comenzaba a emocionarse.
— Mi vida dio un vuelco por ti, Kim Dan... Nunca tomé días libres, nunca fui a revisar mi hombro cuando empezó a deteriorarse por exceso de trabajo... Pero gracias a ti... me recuperé, de a poco volví a encontrarme, y comencé a mejorar en todo — dijo Jaekyung, sonando completamente sincero — En el octágono, en mi vida diaria... aprendí que la intimidad no era solo acostarse con alguien, a la mierda el ritual, a la mierda la deuda... Contigo, he aprendido lo que realmente significa amar.
Jaekyung se detuvo por un momento, sus ojos brillaban con lágrimas.
Era la segunda vez que Dan veía a Jaekyung así, tan vulnerable, tan honesto. Y entonces, antes de que Dan pudiera decir algo, Jaekyung tomó su mano y la guió hacia su pecho. El corazón de Jaekyung latía con fuerza, golpeando contra su pecho como si estuviera a punto de salir disparado.
— ¿Sientes eso? — preguntó Jaekyung, con la voz rota — Ese eres tú, siempre has sido tú. Te amo, Kim Dan... No porque estés enfermo, ni por culpa o porque quiera enmendar todo lo que he dañado... Te amo porque tú... eres la única persona que me ha hecho sentir que realmente puedo amar, que realmente puedo ser yo mismo sin temor.
Dan sintió que las lágrimas finalmente caían de sus ojos, y antes de que pudiera responder, Jaekyung lo sorprendió una vez más. Lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Jaekyung, marcando la primera vez que Dan lo veía llorar.
Conmovido, Dan se acercó más y, sin decir una palabra, envolvió sus brazos alrededor de Jaekyung en un abrazo cálido y reconfortante. El beso que siguió fue suave, cargado de una promesa, de un amor profundo y verdadero que ambos habían encontrado en el otro.
Ese "Te amo Kim Dan" eran las palabras que Dan más había esperado escuchar de los labios de Jaekyung por tanto tiempo... Ahora que las escuchaba, se sentía como el déjà vu más preciado de su vida.
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[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)
Fanfic[La mayor parte de los personajes no son míos. Sólo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores.] [Aquí solamente Dan es el protagonista] [No es una historia JaeDan] El tiempo de Dan se le está escapando de las ma...