La noche había caído y el parque de diversiones estaba iluminado con luces de colores que brillaban en todas direcciones.
Antes de emprender el camino a casa, la pareja de novios, quienes iban a todos lados sosteniendo los peluches que ganaron el uno para el otro, y con sus diademas aún en sus cabezas, disfrutando de comidas que Dan pudiese comer, aún estando en remisión, mantenía sus restricciones sumado a que esta fue una de las recomendaciones que la doctora Lee le dio.
Dan y Min caminaban de la mano, disfrutando del ambiente y del cálido resplandor de las atracciones. De repente, una voz por el altavoz anunció el inicio de un espectáculo de fuegos artificiales.
— Vamos, el show está a punto de empezar — dijo Changmin, tirando suavemente de la mano de Dan hacia una zona despejada ligeramente apartada de donde la multitud se estaba reuniendo.
Se ubicaron en un lugar perfecto, con una vista despejada del cielo nocturno. Las primeras explosiones de luz llenaron el cielo, pintándolo con destellos de colores brillantes. Los fuegos artificiales subían y estallaban en patrones de estrellas y flores, reflejándose en los ojos de Dan y Min, quienes miraban maravillados.
— Es increíble — susurró Dan, apretando la mano de Changmin.
— Lo sé.
Con cada explosión, el cielo se iluminaba y la emoción en el aire era palpable. Las explosiones de luz y color se intensificaban, creando una sinfonía visual que dejaba a todos asombrados. En ese momento, Dan sintió un impulso irrefrenable. Miró a Min, quien lo observaba con una expresión de amor y complicidad.
— Min — dijo Dan, su voz apenas era audible por el estruendo de los fuegos artificiales — Te amo.
Min sonrió aún más y respondió con fuerza.
— Yo también te amo, Dan — respondió Dan
Impulsados por la energía del momento, Dan y Changmin decidieron hacer algo impulsivo y liberador. Con los fuegos artificiales estallando a su alrededor ayudando un poco a ensordecer sus voces, tomaron aire y gritaron al unísono, dejando que sus voces se unieran con el rugido del espectáculo pirotécnico.
—¡Te amo, Kim Changmin! — gritó Dan, su voz estaba resonando con emoción pura.
— ¡Te amo, Kim Dan! — gritó Changmin, con igual intensidad.
La gente a su alrededor no importaba en ese instante, solo existían el uno para el otro. Cada palabra, cada declaración de amor, era un desafío al universo, una proclamación de sus sentimientos que ni el ruido ensordecedor ni la multitud podía acallar.
Los fuegos artificiales continuaron estallando, pintando el cielo con sus colores vibrantes mientras Dan y Min se abrazaban, sus corazones latiendo al mismo ritmo que las explosiones en el cielo.
Bajo ese cielo iluminado, fusionaron sus labios dando luugar a un beso, sabiendo que habían gritado su amor a los cuatro vientos, afirmando su vínculo de una manera que nunca olvidarían.
Cuando el último fuego artificial estalló y el cielo volvió a la calma, Dan y Min se quedaron abrazados, susurrándose palabras de amor y promesas de un futuro juntos. La noche había sido perfecta, y mientras se alejaban del espectáculo, sabían que ese momento sería un tesoro en sus corazones.
Después de aquel romántico momento bajo el cielo iluminado por los fuegos artificiales, Dan y Min caminaron de regreso al hotel donde se hospedaban. La atmósfera seguía cargada de magia, sus corazones latiendo al unísono mientras sus manos entrelazadas compartían un calor reconfortante.
El camino hacia el hotel estaba bañado por la suave luz de las farolas, proyectando sombras largas y creando un ambiente íntimo y acogedor. La brisa marina les acariciaba el rostro, llevándose con ella el eco lejano de las risas y murmullos del parque de diversiones que iban dejando atrás.
— Ha sido un día increíble — comentó Dan, mirando a Changmin con una sonrisa tierna.
— Seguro que sí, y contigo fue exponencialmente mejor — dijo Changmin, quien rapido le dió un beso en la mejilla.
Llegaron al hotel, una encantadora estructura con balcones adornados por flores y luces cálidas que realzaban su encanto rústico. Entraron al vestíbulo, donde el recepcionista les saludó con una sonrisa discreta antes de regresar a sus tareas. Subieron por el ascensor, el silencio entre ellos cargado de complicidad y anticipación.
Al llegar a su habitación, Dan abrió la puerta y ambos entraron, cerrándola tras ellos. La habitación estaba decorada de manera elegante pero acogedora, con una cama grande y cómoda. Las cortinas estaban abiertas, ofreciendo una vista panorámica del océano bajo el cielo estrellado.
Min encendió una lámpara de mesa, llenando la habitación con una luz suave y cálida. Se volvieron hacia la ventana, admirando la serenidad del mar en contraste con la intensidad de los fuegos artificiales que habían presenciado minutos antes.
— Voy a quitarme esto un rato, siento que sudé mucho — dijo Changmin, quitandose la sudadera, revelando que llevaba una playera blanca abajo, que también se quitó, revelando así su torso desnudo. Notó pensativo a Dan, quien estaba cerca de la ventana. Min se acercó y lo abrazó por detrás, apoyando la barbilla en su hombro. Esa sensación de seguridad, confort y paz se hizo presente nuevamente — ¿Todo bien, amor?
Dan se giró, enfrentándose a Min con una mirada llena de amor y gratitud, notando el brillo en sus ojos marrones.
— Gracias por hacer de esta noche algo tan especial.
— Gracias a ti — contestó Min, acariciando el rostro de Dan con ternura — Gracias por dejarme amarte. Por todo.
Se acercaron más, sus labios encontrándose en un beso lento y profundo, cargado de promesas y amor. El mundo exterior desapareció mientras se perdían en ese momento, sintiendo que, en ese instante, nada más importaba. La calidez de sus cuerpos y el latido de sus corazones los arrullaron mientras las olas del mar susurraban una melodía tranquila a través de la ventana abierta.
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[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)
Fanfic[La mayor parte de los personajes no son míos. Sólo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores.] [Aquí solamente Dan es el protagonista] [No es una historia JaeDan] El tiempo de Dan se le está escapando de las ma...