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Dan y Chagmin se encontraban en el baño de su apartamento, preparándose para darle un baño a Pang, la bola de pelos dorada que no era tan dorada porque al juguetón se le ocurrió embarrarse de lodo en el parque cerca de donde vivían.

La bañera estaba llena de agua tibia, y los productos de baño estaban dispuestos en el borde.

— Mira Min, creo que Pang está emocionado por su baño — bromeó Dan, sosteniendo al inquieto perro en brazos mientras Min ajustaba la temperatura del agua.

— Sí, parece que no puede esperar — respondió Min, deslizando cuidadosamente a Pang en la bañera, y luego riendo cuando el cachorro, que ya era un poco más grande comenzó a salpicar agua en todas direcciones con su cola.

Los dos hombres se inclinaron sobre la bañera, trabajando juntos para enjabonar el pelaje de Pang. El perro parecía disfrutar del tratamiento, moviendo la cola con entusiasmo mientras Dan y Min lo lavaban con cuidado.

De repente, Pang decidió que era hora de jugar, y saltó de la bañera con un chapoteo, y sacudiendose, empapando a Dan y Changmin en el proceso. Ambos hombres se miraron, sorprendidos, antes de estallar en risas.

— Bueno, ahora quiere que nos bañemos — comentó Dan, sacudiendo la cabeza para quitarse el agua de los ojos.

Changmin rió.

— Definitivamente no esperaba esto — admitió, disfrutando del momento de complicidad con Dan — A ver Pangie, quédate quieto.

Los dos hombres continuaron riendo mientras terminaban de bañar a Pang, quien parecía feliz de haber hecho esa travesura. Aunque terminaron empapados y un poco desordenados, no cambiarían ese momento por nada en el mundo.

Después de la odisea que fue bañar a Pang, que le encantaba jugar, el agua y el que lo bañaran porque podía jugar y senit el agua, Dan y Changmin estaban preparándose para darse una ducha. Mientras Min ajustaba la temperatura del agua, Dan se miraba en el espejo, pasando una mano por su cabello recién crecido.

— ¿Qué pasa Danny? — preguntó Min, notando la expresión pensativa de Dan mientras se observaba en el espejo.

— Es solo... raro — admitió Dan, todavía mirando su reflejo — Me estoy acostumbrando a ver mi cabeza con cabello de nuevo. Después de todo este tiempo sin cabello, es como si estuviera viendo a alguien más.

— Entiendo lo que quieres decir — dijo Min suavemente, quien se acercó a él y se puso detrás de él, recargando su cabeza en su hombro — Pero te ves increíble, con o sin cabello. Eres hermoso, Dan, no importa cómo luzcas. De cualquier forma me sigues gustando

— Gracias — murmuró Dan, sintiéndose un poco avergonzado por su propia inseguridad.

— Es que quién te manda a ser tan lindo — dijo Changmin, quien empezó a darle besitos en la mejilla a Dan, haciéndolo reír.

— Ya... Me haces cosquillas — dijo Dan, riendo por como Min le daba esos besos.

— Vale — dijo Changmin — Bueno... Si gustas me bañaré primero.

Dicho esto, Changmin se quitó la camiseta, dejando su torso al descubierto. El ojimarrón había vuelto a su rutina de entrenamiento habitual después de pasar tiempo cuidando a Dan durante su recuperación. Su cuerpo atlético estaba recuperando su forma anterior, y los resultados comenzaban a notarse. Sus abdominales, una vez más, empezaban a marcar su abdomen, delineando tneumente los músculos tonificados debajo de su piel.

— Wow — dijo Dan al ver el cuerpo de su novio, aunque no se dio cuenta que lo dijo un poquito fuerte, llegando a los oídos de Changmin, quien empezó a sonrojarse y a sonreír tímidamente.

— No solo mires, puedes tocarlo — dijo Changmin acercándose a Dan, haciéndolo sonrojar y tapar sus ojos, tomando delicadamente sus manos y llevandolas hasta su torso, pasandolas sobre su abdomen, despacio — Esto es tuyo, así que puedes tocarlo cada que tú quieras.

— Te gusta que me ponga rojo ¿verdad? — dijo Dan, mirando a Changmin directamente a los ojos, notando que sus ojos parecían admirarlo, como si fuera la cosa más hermosa del mundo, cosa que no se creía tanto, pero el ojimarrón no se cansaba de decírselo cada que podía.

— Es que... Me encantan tus cachetitos cuando te sonrojas... Te pones todo rojo — dijo Changmin, poniendo una sonrisa de bobo — Esa es una de las cosas que más me gustan de ti.

Dan se levantó, haciendo que Changmin lo soltará, y le dió un beso tierno en los labios, ambos mirándose a los ojos, juntando sus frentes.

— Cuando te veo así pareces el meme del pez que dice "ª" — dijo Changmin, haciendo que Dan riera.

— También tú — dijo Dan entre risas, abrazando a Min, pegando su cabeza a si pecho, haciendo amago de oler algo — Hueles a perro mojado.

— Y... hablando de perro, mira quien está aquí — dijo Changmin, mirando de reojo,  ahí estaba Pang, siendo Pang, mirándolos curioso, mientras tenía un hueso de un material supuestamente irrompible en su hocico — Sí... Por tu travesura estamos así Pangie — después de estas palabras el perro meneó la cola — Está orgulloso de su travesura.

— Hace un mes que no nos ve, así que está bien, y ahora métete a la ducha — dijo Dan — Si sigues mojado te enfermarás.

— Tú también, así que ¿por qué no nos duchamos juntos? — dijo Changmin — Podemos esperar menos a que preparemos la cena y no haré nada que te haga sentir incómodo.

— Pues entonces... Déjame desnudarme y aquí estaré.

— Bueno...

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora