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Pasaron varios meses desde aquel día en que Dan y Jaekyung decidieron cerrar ese capítulo oscuro en sus vidas, dejando atrás sus rencores y miedos.

Poco a poco, su relación comenzó a sanar.

Jaekyung se mostró más abierto y vulnerable, y Dan, por su parte, se permitió confiar nuevamente en alguien que una vez le causó tanto dolor.

Aunque el proceso no fue fácil, ambos hicieron esfuerzos sinceros para construir una nueva dinámica basada en respeto y comprensión. Las conversaciones difíciles, las disculpas sinceras y los pequeños gestos de amabilidad se convirtieron en parte de su rutina.

Jaekyung dejó de ser la sombra opresiva en la vida de Dan, transformándose en un compañero, un aliado inesperado y, eventualmente, en un amigo. Aunque Jaekyung seguía dolorosamente enamorado de Dan.

Mientras tanto, la relación de Dan y Changmin florecía con la frescura y la intensidad de un romance adolescente. Y escribo esto desde la mera envidia, no se nota jaja.

Sus días estaban llenos de risas, pequeñas aventuras y gestos de amor genuino. Solían pasear juntos por el parque, paseando a Pang, quien ya había crecido, cuando Pang se quedaba en casa, ambos compartían almuerzos en una cafetería cerca del gimnasio y perderse en conversaciones hasta altas horas de la noche, y durmiendo abrazados en la noche. Cada momento que pasaban juntos se sentía especial, como si estuvieran redescubriendo el mundo a través de los ojos del otro.

En casa, su vida juntos era igualmente encantadora. Después de las cenas que preparaban juntos, solían acurrucarse en el sofá para ver sus series favoritas, comentando sobre los personajes y las tramas como si fueran viejos amigos. A veces, el ojimarrón, sorprendía a Dan con pequeños detalles, como muchas más sudaderas nuevas o una cena especial, mientras que Dan respondía con notas de amor escondidas en los lugares más insospechados. La más reciente había aparecido entre la ropa interior de Min.

Las muestras de afecto eran constantes. Changmin solía despertar a Dan con un suave beso en la frente, y Dan, a su vez, a menudo sorprendía a Min con un abrazo por detrás mientras él cocinaba. Era un amor que se manifestaba en lo cotidiano, en gestos que demostraban cuánto se preocupaban el uno por el otro.

Sus amigos también notaron el cambio. En el gimnasio, donde todos entrenaban juntos, había una atmósfera muy distinta, corazoncitos flotaban en el aire. Yoongu, Daehyun y el resto del equipo se alegraban de ver a Dan tan feliz y saludable, y aunque las bromas sobre Changmin y Dan nunca faltaban, todos sabían que estaban viendo el crecimiento de algo hermoso y duradero.

La vida de Dan y Min se había convertido en una serie de momentos preciosos, llenos de amor, risas y apoyo mutuo. Mientras el sol se ponía en su pequeño apartamento, iluminando la habitación con un resplandor dorado, ambos sabían que estaban viviendo un capítulo increíblemente especial de sus vidas, uno que estaban decididos a disfrutar al máximo. (PORQUÉ NO PUEDO SER ELLOS!?!?)

Durante un día de descanso, ambos tuvieron una cita en un parque de diversiones cerca de la playa. Ambos vestían ropa a juego. Dan llevaba la simbólica sudadera con capucha roja, pants negro y unos tenis blancos, y Changmin vestía la versión negra de la sudadera con capucha roja y un pants rojo, del que originalmente es la sudadera con capucha que lleva Dan. Optaron por irse así para estar más cómodos.

Luces brillantes adornaban cada atracción, la música se mezclaba con las risas y los gritos de emoción de los visitantes. La atmósfera hacía que el lugar se sintiera mágico, y el ojimiel y el ojimarrón no podían evitar contagiarse de la energía que los rodeaba.

Ya habían subido a varios juegos, como las tacitas, una montaña rusa no tan intensa para que Dan no estuviese tan mareado, una torre a la que Changmin se subió y Dan grabó su reacción, el pobre parecía que en el momento en el que la plataforma en la que iban sentados los que se subían, bajaba de golpe, tenía la cara como si se hubiese arrepentido de su decisión. También una de un carrusel en el que mientras más giraba, más se elevaba, y más se abrían los asientos por fuerza centrífuga, ambos aferrados a las barras que sostenían los asientos, y sus manos.

Después de estar en juegos que alteraban tu adrenalina, se dirigieron a los juegos de feria. 

Changmin demostró su habilidad en el lanzamiento de aros, ganando un peluche gigante que entregó a Dan con un gesto orgulloso. Dan, por su parte, probó suerte en la galería de tiro, riendo cada vez que fallaba, hasta que finalmente logró derribar todas las latas y ganó un premio para Min. Fue un pequeño gesto, pero significativo, simbolizando su deseo de hacer feliz a Min en cada pequeña oportunidad.

— Hombre... Esto es increíble, nunca supe que tenías tan buena puntería — dijo Changmin caminando al lado de Dan, mientras sostenía un gran y mediano osos de peluche.

— Yo tampoco... Oh, mira... Diademas con orejas de animales - dijo Dan, acercándose al puesto, mirando la variedad de orejas de animales, perro, gato, cebra, león, cerdo, tigre, hámster, etc —¿Qué te parece si elegimos unas para cada uno? Yo las pago

Min asintió, sonriendo.

— Bueno... Escojo primero — dijo Dan, acercandose adonde estaban colocadas las diademas.

Dan observó las diademas con atención y finalmente escogió unas con orejas de perro golden retriever. Las orejas eran suaves, doradas y esponjosas, recordándole a Min y su naturaleza juguetona y leal. Se las entregó con una sonrisa.

— Creo que estas te quedan perfectas, Minnie — dijo Dan — Siempre me has recordado a un golden retriever, alegre y lleno de energía.

Changmin se rió y se puso la diadema, moviendo la cabeza para que las orejas se agitaran.

—¡Woof! Ahora me siento como un perro de verdad — dijo Changmin, haciendo reír a Dan —  Bueno, ahora voy yo.

Min examinó las opciones. Constantemente miraba la diadema con orejas de hámster, como que asociaba a Dan con este animal, ya que era pequeño, lindo, sus mejillas se abultaban como las de uno cuando comía, y le daban ganas de apretujar sus mejillas por lo adorable que se veía, y era algo que necesitaba proteger. Eran pequeñas y adorables, de color marrón claro. Se las colocó a Dan con cuidado, sonriendo al ver cómo se veía.

— Estas son perfectas para ti, Danny — dijo Changmin — Eres pequeño pero lleno de coraje, y definitivamente adorable como un hámster.

Dan se miró en el espejo del puesto y no pudo evitar reírse. Changmin se acercó y ambos se tomaron una foto en el espejo. Dan pagó las diademas y ambos se fueron caminando junto a sus peluches.

Ambos se tomaron de la mano y continuaron su paseo por el parque, atrayendo miradas y sonrisas de los demás visitantes. Cada vez que alguien les pedía una foto, posaban con sus diademas y grandes sonrisas, disfrutando de la atención y la diversión del momento, algunos reconocían a Changmin como el que derrotó a Yoon Baekho.

La tarde continuó con juegos y risas, y cada vez que se miraban, las orejas de hámster de Dan y las de perro de Min servían como un recordatorio visual de su amor y del juego que compartían. Era una broma interna, una forma de celebrar su relación única y el cariño que se tenían.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora