Te sigo esperando. No sé por qué, o quizás sí lo sepa pero por mi salud mental sea mejor no decirlo, callarlo como un sádico secreto. Te espero aunque sepa a ciencia cierta que no volverás, que te perdiste en algún lejano sendero de las jodas del más allá, y que por ende a mi puerta no tacarás ni mucho menos directamente a la cara me vas a hablar. Te espero, aunque tiendas a ignorarme y día a día te dediques a reemplazarme, te espero... o mejor dicho, mi corazón es quien, testarudo, lo hace. Tal vez porque aún vibra al recordarte, porque todavía canta las canciones que terminó por dedicarte. Te espera porque... vaya saber uno por qué. La parte más racional de mí es consiente del dolor que genero al pasado aferrarme, es que no le enseñaste soltar a mis manos ni mucho menos a mis labios. Jamás me explicaste, aunque yo en esa despedida te lo pedí, cómo sobrevivir a este nuevo pero grisáceo mundo. Bastante cruel a mi inocente parecer.Te fuiste sin más, y no puedo ser capaz de asegurar que haya sido lo correcto, aunque me emborracho con la típica frase "todo pasa por algo" sin embargo esto me pasó de largo. Todavía existen tardes en las que escucho Anthrés pensándote, a veces me acuerdo de Cardelino y por ahí de Humbe, aunque sea más mío que tuyo, el pasado no se hunde. Espero que me extrañes, o que al menos tanto como yo con vos suelas pensarme. Espero que te vaya bonito, o no, al contrario... que te vaya tan mal que al verme quieras al tiempo poder rebobinarlo. Pero siempre lo he dicho, en cada uno de mis escritos y en cada línea de mis miserables poemas; sos más fuerte, por ende, de los dos... sos el único que va a salir endeble, sobreviviente. Te admiro, te aplaudo. Oh, gran ganador de un duelo en el que prefiero morir a tener a todo lo vivido soltarlo, porque por más que lo intente, por más que luche y me esfuerce... no puedo, mi mente te abraza al igual que mi pecho vacío y mis ojos huecos. Te espero, y sé que no lo mereces, que no lo vales. Pero aun así... la ilusión de que me llegue un perdido mensaje o una inesperada llamada... me deja pensado. A veces me imagino tantas conversaciones, tantos momentos. No sé, no tengo idea de ni por qué te escribo. Pero te espero.
Luján Amaya
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PENSAMIENTOS DE UNA CHICA DE PELO AZUL | #1 Escritos
RandomEn un subidón de valentía me animé a compartir algunos de mis escritos más personales con la idea de abarcar otro tipo de novela. Y sin ser capaz de justificarlo, me aterra. He escrito desde tantos sentimientos y con tanta pasión, que me quedo cort...