Recovering love [Christopher Morgan] ¡Pausada!

16

—Creí que ibas a cancelar a último minuto—se burla Nathan cuando bajo de la camioneta y yo ruedo los ojos—. ¿Cómo está Makayla?

—Christopher está con ella, Lena también—entrelazo mi brazo con el suyo mientras nos encaminamos al restaurante siendo cubiertos por la escolta—. ¿Qué hay de ti? Parece que estás jugando con tu suerte hoy.

Ríe.

—¿Por el comentario hacia Christopher?—enarca una ceja y yo asiento—. Está bien, sabes que no me importa. Las relaciones entre nosotros estarán bien y él no puede hacer nada contra eso.

—No, no puede—entramos al restaurante y mis cejas se levantan al ver que todas las mesas están vacías

—Por privacidad—murmura Nathan y yo asiento, sonriendo mientras me guía a nuestra mesa al final del restaurante

Nathan es... todo un caballero, se podría decir.

Es maravilloso, muy comprensivo, amable con todos y es un gran político.

Y por supuesto, sumamente atractivo.

Es elegante, de una belleza sencilla pero muy atractiva. De cabello y ojos castaños, facciones marcadas y agradables, y verlo en la playa sin camisa es todo un espectáculo.

«A Christopher también» me recuerda mi cabeza y maldigo. «A la mierda, necesito alcohol para callar esa maldita voz»

—Simón dijo algo sobre preguntarse qué haría Christopher si se enterara—suspiro

—Es algo que siempre hemos tenido presente, hermosa—toma mi mano y la besa antes de acariciar mi muñeca con su pulgar—. Él no tiene derecho a enojarte por verte rehaciendo tu vida. Ustedes están separados, tú no eres responsable de sus actos, y si intenta algo eso solo dejaría claro que no tiene la misma consideración por ti que tú por él.

Asiento. «Es cierto»

No niego que esa misma pregunta rondó mi cabeza más de una vez. Pero, ¿debo pausar todo por miedo a lo que hará Christopher? ¿Debo quedarme soltera toda la vida para complacerlo? A la mierda, soy una jodida adulta y él es responsable de sus actos, yo no.

Tengo todo el derecho de hacer lo que quiera, salir con quien quiera, después de lo que me hizo. De meses de sentirme mal por su indiferencia, por hacernos de lado. Pues bien, tengo todo el derecho de estar con alguien que si me dé lo que merezco. A mi y a mi hija.

Que él hiciera algo contra Nathan por enterarse que nos vemos solo empeoraría la situación conmigo. Me demostraría cuan poco le importa mi felicidad aún cuando a mi me importa la suya; y si es algo muy grave, no voy a dudar en tomar cartas en el asunto y recordarle que no voy a permitir ese tipo de cosas del padre de mi hija.

«Aunque, ¿me debería sorprender que él no piense en el bienestar de Makayla? Es decir, ha dejado bastante claro que no controla los impulsos ni siquiera cuando su hija está en medio»

—No hablemos de Christopher, tengo suficiente en el día a día—le guiño un ojo a Nathan—. ¿Cómo vas con el rancho en Texas?

Nathan es Texano, hace poco comenzó a invertir en un nuevo rancho para sus padres. Quiere que ellos tengan algo en lo qué gastar su tiempo ahora que están jubilados y ellos aman el campo, así que un rancho le pareció una buena idea.

—Oh, ayer llegaron los caballos—ríe—. Papá está maravillado, mi madre tuvo que obligarlo a no montar a los que no están adiestrados.

—Montar caballo es increíble, entiendo completamente porqué a tu padre le gusta tanto—digo, viéndolo quitarle el corcho a la botella de vino para servir un par de copas