CAPITULO 5

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Yibo espero pacientemente en silencio por varios minutos dentro del barril, sentía que habían pasado varias horas desde que entro dentro del barril y ya estaba empezando a desesperarse pensando que tal vez nadie saldría del palacio esa noche, pero de repente la carreta donde se encontraba empezó a avanzar sacándole una sonrisa de la emoción, se asomo por el hoyo y pudo ver que la carreta se dirigí a la única entrada y salida del palacio llamada la puerta de la luna, la cual se encontraba en el lado Norte.

Después de varios minutos, cuando por fin cruzo la puerta de la luna su emoción no se hizo esperar, estaba demasiado feliz pues ahora ya se encontraba fuera de su hogar y a medida que la carreta avanzaba por el camino principal de la ciudad pudo observar los diferentes puestos nocturnos de comida o bebida...las enormes posadas llenas de personas y como la gente caminaba tranquilamente hablando y riendo, todo el bullicio de la ciudad lo abrumaban pero al mismo tiempo se sentía feliz, observo detenidamente por bastante tiempo hasta que poco a poco empezó a sentirse cansado y sin poder resistirse empezó a cerrar los ojos lentamente quedando profundamente dormido.

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El movimiento brusco de la carreta que cruzaba un camino con varios desniveles despertó a cierta castaño de su profundo sueño.

Yibo abrió lentamente los ojos y pudo ver que ya era de día debido a los rayos de esa enorme estrella amarilla que ingresaban por pequeñas brechas que habían entre la madera de la cual estaba hecha el barril, se asomo a su pequeño hoyo y vio que se encontraban en un camino rodeado de bastante vegetación, estaba seguro que ya estaban bastante lejos de la Ciudad imperial.

—¿Manejo toda la noche?.— Yibo susurro para si mismo.—Bueno no importa, tendré que salir de aquí cuando hagan una parada para descansar.—asintió decidido:—tienen que comer o ir al baño en algún momento, ¿verdad?.

Desafortunadamente la carreta no paro todo el día, Yibo estaba cansado de estar en la misma posición desde hace 24 horas, le dolía todo el cuerpo especialmente sus piernas...tenia hambre y sed, y lo peor de todo es que ya era de noche, pero la bendita carreta aun no se detenía.

—¡Maldición!, ¡¿Es que acaso el dueño de esta carreta no come u orina?!.—Yibo susurro molesto, sentía que si pasaba una hora mas ahí adentro enloquecería.—No tengo mas opción...—estaba decido, saldría en silencio del barril y saltaría de la carreta en pleno movimiento, estaba seguro que funcionaria pues tenia a la noche para camuflarse y además él era muy silencioso y ágil.—Tu puedes Yibo...—se dio fuerzas a si mismo y cuando estaba apunto de levantar la tapa del barril sintió como la carreta se detuvo de golpe:—¡¿ahora que?! ¿Por fin descansara?.

Yibo decidió quedarse por unos minutos mas dentro del barril escuchando todo lo que pasaba a su alrededor, estaba seguro que habían dos personas en ese lugar pero las voces eran bajas y un poco alejadas, después de unos minutos mas cuando pudo oler el humo de una fogata decidió salir de su escondite ya que estaba seguro que las dos personas que escucho se encontraban alimentando o hablando alrededor de la fogata.

Salió sigilosamente del barril como su gato y se inclino ocultándose detrás de los sacos llenos de cereal, vio claramente a dos hombres sentados frente a una pequeña fogata, estaba seguro que eran los que transportaban los alimentos al palacio ya que vestían ordinariamente, sin importarle mas se dio la vuelta y bajo de la carreta, tenia que alejarse de ese lugar lo mas rápido que podía, camino lentamente hacia el bosque y cuando estaba apunto de adentrase en ella, una espada larga y fría se poso cerca de su cuello inmovilizándolo completamente.

—Mira lo que me encontré.

—..........—Yibo no podía creerlo, conocía esa voz que resonaba detrás de él.

A TRAVES DEL TIEMPO - [ZHANYI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora