Capítulo 22 - Búsqueda y acecho

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Advertencia: Necrofilia

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Los días pasaron desde el asesinato de 20 personas en un complejo departamental. Las víctimas fueron resguardadas y reubicadas en otro lugar, mientras que él edificio fue rodeado con cinta policial y siendo asegurado por agentes de seguridad.

El resguardo de ese lugar del crimen era más que lo que un simple oficial de policía podía tratar.

En aquel momento, la búsqueda de tres asesinos en serie ya estaba, en años pasados se consideraron como asesinos independientes, más con el pasar del tiempo, esos tres asesinos demostraron trabajar juntos, pero que contaban con dos integrantes más, que por el momento eran desconocidos y por más que buscaran, no había ninguna pista de ellos.

Hasta que se descubrió que uno de esos integrantes, era conocido por una de las víctimas del accidente.

Las investigaciones en el joven Nagisa Shiota duraron días, en donde fue sometido a varios interrogatorios y a exámenes psicológicos debido al trauma sufrido, con eso, se consiguió nueva información sobre los tres asesinos y dos de sus allegados.

Quizás fuera poco, pero siendo años sin pistas, hasta un simple color de cabello era suficiente.

La búsqueda comenzó, tratando de localizar el escondite de los cinco asesinos, y también a otra víctima que desapareció el mismo día en el que dos de sus amigos fueron asesinados.

Él era Amane Hisashi.

El veredicto de sus padres, fue que su hijo no bajó a desayunar como era costumbre, y al irlo a buscar a su habitación, sólo encontraron el lugar hecho un desastre y repleto de sangre, más los análisis que se hicieron, confirmaron que la sangre no era perteneciente a su hijo.

Al principio la búsqueda no fue tan llamativa debido a que la atención estaba específicamente en el pelirrojo y en la masacre de 20 personas, hasta que Nagisa escribió que aquel chico también era parte del problema, y fue cuando agentes como oficiales comenzaron a buscar hasta debajo de las rocas, en busca de algún indicio de su paradero.

Pero nada.

Era como sí Hisashi hubiera desaparecido de la nada, como sí un fantasma lo hubiera atrapado. No había pistas ni algo parecido, ninguna cámara de seguridad cercana grabó algo y extrañamente, no hubo ningún testigo de lo que sucedió.

Y mientras ellos estaban en su búsqueda, alguien más estaba al acecho.

~ • ~

— ¡Kari–chan~! ¡Ya te traje el informe que me pediste! — Yumiko exclamó con alegría mientras entraba a la habitación donde el pelirrojo acostumbraba a estar, agitando una mano donde había unos papeles, más se detuvo cuando vió la escena frente a ella.

El adolescente pelinaranja al ver a Yumiko comenzó a gritarle, tratando de pedir ayuda aún con la mordaza, mientras que Karma le echaba agua hirviendo en su abdomen.

— ¡Oh! ¡Nee–san! —.

Karma dejó la jarra con el agua hirviendo en el suelo, acercándose rápidamente a la joven adulta para tomar los papeles que tenía.

— Kari–chan, ¿puedo cuestionar el por qué ese imbécil sigue vivo? — Preguntó un tanto confundida mientras le pasaba los papeles, usualmente cuando el pelirrojo quería divertirse con alguien, sólo lo dejaba vivo por un máximo de una a dos semanas y luego los mataba.

Pero extrañamente, ese chico había estado con ellos más de un mes.

— Oh, ¿hablas de Hisashi–kun? — Cuestionó ladeando la cabeza — Es divertido jugar con él y su sangre es deliciosa, además de que es bueno para él sexo — Sonrió de forma perversa mientras un sonrojo cubría sus mejillas.

Hasta regresar a mi hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora