Capítulo 19 - ¡Gracias!

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Sobre aviso no hay engaño, a partir de aquí se vienen cosas un tanto turbias en la historia, y no sólo hablo de la violencia, sinó de muchas cosas más muy poco morales, etc.

Están avisados :3

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Otra monótona mañana en la ciudad.

El despertador hacía su distintivo sonido que siempre resultaba molesto en las mañanas, mientras que los rayos de Sol entraban por las ventanas abiertas de aquel complejo departamental.

En un quinto piso, en el último departamento de aquel lugar, Nagisa Shiota se encontraba durmiendo tranquilamente en su habitación, despertando a duras penas por el sonido de la alarma y por el Sol que le daba directamente a la cara.

Se removió en la cama cubriéndose en su totalidad con las sábanas, más el ruido no lo dejaba dormir.

Se descubrió a sólo segundos, y de mala gana apagó el despertador. Con toda la emoción del día de ayer, buena o mala, le hizo gastar más energía de la que quería y se necesitaba.

Después de salir de la tienda de animales junto con el pelirrojo, éste no dejó de preguntarle que había sido de su vida y lo que estaba haciendo en ese momento, alegando que quería ponerse al corriente de la vida de su mejor amigo.

Contestó vagamente, consciente de la trampa, más cuando le preguntó al pelirrojo de lo que había sido de él, sólo contestó una única pregunta:

« ¿Por qué te pasó ésto? »

Aunque la respuesta en sí, no fue lo suficientemente informativa, eran palabras vagas que no le dieron lo que buscaba.

« La cuenta regresiva terminó »

La conversación terminó luego de esas palabras, Karma mostraba la misma sonrisa, pero su mirada lo invitaba cortésmente a largarse, y Nagisa se retiró del lugar sin más, y sin embargo, tenía un extraño sabor de boca, algo que le decía que no debió irse.

Al menos, no de esa manera.

Negó con la cabeza repetidas veces, tocando sus sienes con cansancio, no podía permitirse que el pelirrojo entrara tan fácilmente a su mente.

— Quisiera haber arreglado todo antes de que fuera tarde —.

Sus palabras resonaron como un eco vacío en la habitación, y el mismo sonido golpeó a Nagisa con recuerdos del pasado, recordando todos los "hubiera", que quizás en su momento sí pudieron ser posibles, pero ahora sólo era una epifanía de su imaginación.

Siendo sincero, el remordimiento siempre lo acompañó desde el primer golpe que le dirigió al pelirrojo, la ira de sus ojos de había ido, pero aún había una venda que lo dejaba cegado.

Eran niños, eran fáciles de influenciar.

Nagisa se levantó de su cama en aquel momento, se estiró de brazos y acomodó un poco las sábanas, ya no debía de preocuparse por la alarma que hace unos minutos había dejado de sonar por cuenta propia. Fue s su armario para buscar su uniforme, debía de olvidar los momentos pasados, no podía permitir que los recuerdos de su amigo regresaran.

No lo podían ayudar a entender a Karma, porque ahora, él pelirrojo era un total desconocido que no tenía relación con el Karma que conoció cuando era un niño.

Al encontrar su uniforme lo dejó sobre la cama, frotó sus ojos para despertarse mejor, y finalmente se dirigió al pequeño baño de su habitación.

Y sin embargo, cuando la puerta fue abierta, su cuerpo palideció.

Hasta regresar a mi hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora