Hasta regresar a mi hogar

Capítulo 16 - ¿Quién es Karma Akabane?

Ya habían pasado tres horas desde la aparición de aquel misterioso adolescente que se podría decir que les había proclamado la guerra desde cierto punto de vista

Ahora los estudiantes y maestros estaban en el salón, tratando de proseguir con la rutina de siempre...

Pero la mirada mucho más seria de un adulto, y la mirada de shock y temor de tres estudiantes no cooperaban con esa misión que buscaba la tranquilidad

— Karasuma, Nagisa, Kanzaki y Kurahashi, ¿algo que deban decir? — Cuestionó Koro-sensei mientras veía a su compañero de trabajo y a tres de sus alumnos

Finalmente la pregunta que todos querían hacer fue hecha, y por el mismo adulto de la pregunta anterior

— ¿Quién es Karma Akabane? —

Las miradas de todos se fueron a su maestro de educación física y a tres de sus compañeros, un chico y dos chicas. Los cuatro con expresiones complicadas, con miradas de shock y arrepentimiento

Por algo que ellos habían hecho

— Un compañero — Respondieron Kanzaki y Kurahashi apartando la mirada

— Una víctima — Respondió Karasuma con seriedad y un toque de melancolía oculta tras su rostro indiferente

— Un amigo... — Murmuró Nagisa con tristeza y melancolía, casi al borde de las lágrimas

Aún no podía creer lo que había sucedido hace algunas horas, no podía asimilar del todo que después de tanto tiempo, después de tantos años, ese niño pelirrojo de mirada inocente regresara, pero diferente

Ese niño con una mirada llena de inocencia e ilusión se había ido, y ahora sólo quedaba un adolescente con falsa inocencia y aparente sadismo

¿Qué era lo que había pasado?

— Nagisa–kun — Murmuró Kayano mientras se acercaba a su pareja, colocándose detrás de él para poder tomarlo de los hombros, en un intento fallido de consolarlo

— Yo... no puedo — Murmuró con su voz quebrantada, recordando su pasado al lado de aquel pelirrojo

Recordando sus palabras con veneno aquel día soleado en el campamento, recordando como después de lo que hizo, Karma lo siguió tratando con la misma educación, con la misma amabilidad... con la misma calidez

¿Cómo no lo había notado antes?

— ¿Qué fue lo que sucedió? — Koro–sensei nuevamente preguntó, acercándose a las cuatro personas antes mencionadas

— Karma era nuestro compañero de clases en la primaria — Kanzaki fue la primera en hablar, con un rostro serio y mirada melancólica, que muy pocas veces se veía en la de cabellos negros

— Había tres niños, Hisashi, Ishida e Iura — Kurahashi se unió a la conversación mientras hacia memoria — No sé muy bien que sucedió realmente entre Karma y esos niños, pero ellos comenzaron a hacerle la vida imposible, hasta el punto de agredirlo físicamente —

— Y nosotras no hicimos nada, más que estar de expectantes —

— Karma era hijo único. Perdió a su padre cuando tenía cuatro años de edad, y su madre se distanció de él por los dos trabajos que tenía para poder mantenerse a ella y a Karma — Murmuró Nagisa

La clase le prestó más atención a Nagisa, sabiendo que de los cuatro involucrados, él tenía más información

— Me hice amigo de él el primer día de clases, todo iba bien, hasta que los maltratos por parte de Hisashi y sus amigos comenzaron. Karma a pesar de eso nunca se defendió, porque él no sabía como hacerlo, y yo... nunca lo ayudé —

— Nagisa... — Susurró Kayano mientras lo veía con tristeza

— Así estuvo hasta segundo de primaria, cuando Karma conoció a un chico, no me dijo su nombre, pero era un adolescente, y él se encargaba de proteger a Karma, y sin embargo, eso hizo que los maltratos de Hisashi se pasaran hacia mí —

Si voz tembló un poco con las últimas palabras,  abrazándose a sí mismo

— Yo... yo no era fuerte como Karma, no pude resistir como él lo hizo, y eso me llevó a culpar a Karma por todo lo que estaba pasando. Le dije que deseaba jamás haberlo conocido, que todo era su culpa, y que él era el único que merecía pasar por eso. Básicamente le dije indirectamente que nunca me ayudó... que hipócrita fui — Rió ligeramente

— Después del campamento, cuando llegaron ese mismo día ocurrió un accidente — Siguió Karasuma — Unos asaltantes entraron a la tienda donde Akabane y su madre estaban. Su madre recibió dos disparos, pero no en un órgano vital como para matarla, hasta que... uno de mis subordinados en ese tiempo dió la orden disparar —

La clase se quedó en silencio por un momento, recordando las palabras del pelirrojo que había dicho cuando habló con Karasuma

— Aparentemente su madre utilizó su cuerpo como escudo para evitar que algo lo dañara, y cuando entramos, sólo estaba Akabane frente al cuerpo de su madre inconsciente y al borde de la muerte... fue la primera vez que sentí que había fallado —

Muchos llevaron sus manos a su boca por la conmoción, sin poder creer lo que aquel niño había pasado

¿Por qué el mundo era tan cruel?

No...

¿Por qué las personas eran tan crueles?

— Su madre falleció esa misma noche al no soportar la cirugía, y visité a Akabane dos días después para pedir disculpas por el accidente, y fue en ese momento cuando entendí que algo había cambiado en Akabane, sus palabras ese día... me hicieron entender que ya no veía a las personas de la misma forma — Explicó con seriedad

Quizás... sí hubiera hecho mejor su trabajo, sí hubiera estado con su subordinado sabiendo que sólo era un novato... quizás...

Hubiera podido cambiar ese destino

— Una semana después me enteré que había sido adoptado, fue por un supuesto conocido, y sin embargo, al momento de que Akabane salió del hospital, médicos, policías y cualquier persona involucrada por mero trabajo perdieron toda pista de Akabane, había desaparecido —

— Karma... Karma era alguien amable, era educado y cortés con todos — Murmuró Nagisa — Él no merecía nada de lo que pasó... —