Capítulo 24 - Dos caminos, un destino

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En un callejón oscuro y desolado cercano al instituto Kunugigaoka, se encontraban dos adolescentes, un prófugo y un estudiante común y corriente, o bueno, esa sería la descripción del último sí es que de verdad fuera cierto, pero realmente no lo era.

« ¡Mamá! ¡No me dejes, por favor! »

Gakushū Asano, hijo menor del director de la escuela secundaria Kunugigaoka.

« ¡Aww, Shuu quiere llorar! »

« ¡Deja de llorar! ¡Mamá no va a volver! ¿¡Por qué no lo entiendes, inútil!? »

Su vida se podía describir como una normal, al menos eso dirían los demás, eso diría su familia, más no era cierto en ninguno de los sentidos. Creció con sus padres divorciados, su madre jamás lo fue a visitar y su padre simplemente lo trataba como un juguete, y con sus dos hermanos mayores no era algo diferente a su padre.

« Eres un inútil, no puedes hacer nada bien »

« Es tu culpa que mamá se fuera, sinó fuera por ti, nuestros papás seguirían juntos »

Siempre vivió en las sombras.

« No importa lo que hagas, siempre serás nuestra sombra »

« La basura no puede igualar a las estrellas »

Para la gente sería poco, para él, no lo era, porque simplemente no podía soportar lo que vivía, ni el extraño tic tac de un reloj inexistente que quizás le advertía de algo, no lo sabía, hasta que sus manos se mancharon de sangre.

« ¿Golpear a una dama?, ¿en serio, Asano?, no eres más que una decepción »

« Sabíamos que eras una basura, pero ahora sabemos que eres peor que eso »

No soy un inútil... no fue mi culpa... no soy una basura... no soy una decepción... — Sus puños se cerraron con fuerza, sus ojos se llenaron de lágrimas — ¿Verdad...? —.

« Eres un inmaduro, sólo estás celoso »

« ¿¡Cómo no estarlo sí perdí todo por lo que estaba luchando!? »

— No, no eres un inútil —.

Gakushū sintió un escalofrío recorrer su espalda y rápidamente se alejó de aquel adolescente pelirrojo, poniéndose en guardia por cualquier cosa.

— ¿Por qué me trajiste aquí? — Cuestionó.

— En primer lugar, porque seguíamos en la escuela y nos podrían encontrar, y créeme, escapar no es sencillo por más fácil que se vea en las películas. Y en segundo, bueno — Rió ligeramente con un sonrojo en sus mejillas y una sonrisa retorcida — Es porque vendrás conmigo —.

Karma sacó un cuchillo del bolsillo de su pantalón, ladeando la cabeza y con una mirada de excitación.

— ¡Ya quiero beber tu sangre! — Exclamó emocionado.

Gakushū hizo una mueca mientras lo veía con precaución, pensando en la forma de escapar, sabía que sí era atrapado, no terminaría muy bien.

— No huyas conejito, no hay escapatoria — Le sonrió con inocencia — El infierno, es un lugar al que todos estamos destinados, así que no lo hagas más difícil... estoy seguro que te gustará — Río con sadismo, acercándose con pasos lentos pero decididos.

Hasta regresar a mi hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora