Capítulo 27 - Amane Hisashi

27 4 0
                                    

Amane Hisashi desde que era un niño siempre tuvo ese complejo de superioridad al resto, tenía el tipo de pensamientos que te hacían creer que todos, sin ninguna distinción, eran inferiores –mediocres, patéticos, etc.– a él.

Sus padres, a pesar de eso lo apoyaban y le demostraban su amor, sin regañarlo ni castigarlo, sólo lo dejaban ser él.

Si insultaba a alguien, le pegaba o lo agredía de otra forma, encontraban la excusa perfecta para sacarlo de los líos, lo mismo sí rompía una regla, y en la escuela, le hacían caso omiso a los maestros y las madres enojadas, que reclamaban sobre el mal carácter de su hijo y su pésimo comportamiento. Pero nada de eso les importaba a ninguno de los dos.

¿Sabían que cometían un error?, eso nadie lo sabe.

Le compraban todo lo que él quisiera, a diferencia a de otros hogares, en el suyo, era el hijo el que mandaba en todo, lo que debían comer, lo que debían hacer, era como un jefe.

Demasiado joven para su edad y muy inmaduro.

Era un niño, ¿qué se esperaba?

Pero eso no le importaba al infante, después de todo, con sólo decirle a sus padres lo que quería, ellos lo cumplían, sin importar que.

Hisashi creció de esa forma, tomando un lenguaje más fuerte del que un niño debería de tener, teniendo un comportamiento explosivo y maleducado, tratando a los demás como basura o simples sirvientes, y a pesar de eso... conoció el amor.

No un amor pasional como el de un adolescente o el de algún adulto.

Sinó... un amor inocente e infantil.

El primer amor, una experiencia única, donde apenas conocemos el sentimiento de "amor" y "cariño" pero del lado romántico, que puede aparecer en cualquier momento de nuestras vidas, desde la niñez e incluso hasta la misma adultez.

Pero ni eso cambió su actitud.

Todo lo contrario, lo hizo más egocéntrico y agresivo, quería al niño, porque si, era un niño del cual comenzó a gustar, pero lo quería sólo para él, no lo decía de frente, pero él consideraba a ese niño "su reina", alguien que quisiera o no, iba a ser suyo.

Ver a ese niño cruzar por primera vez la puerta del salón en la primaria, ver su cabello rojizo, tan suave y brillante a simple vista, con una hermosa mirada carmín que demostraba una pura inocencia, su sonrisa tan llena de alegría y emoción, junto con su piel blanca y delicada, era algo que simplemente cautivó a su corazón de infante, y que lo hizo sentir las tan llamadas "mariposas".

Pero la inmadurez lo llevó a cometer graves errores, quizás unos más grandes que otros.

« ¡Karma–kun!, ¿a ti te gusta alguien? »

« B–Bueno... H–Hisashi–kun es lindo »

Por supuesto, cuando el infante pelirrojo dió su respuesta, fue antes de ver la actitud del de ojos lavanda y cabello anaranjado.

Claro, Hisashi no escuchó la respuesta del pelirrojo, más lo niños, como juguetones e inocentes que son, comenzaron a hablar del tema y a emparejarlos, algo inocente sin malicia de por medio, simplemente eran niños divirtiéndose.

Pero Hisashi no lo vió así.

Su ego subió al saber lo que él pelirrojo dijo de él, sentía como las mariposas comenzaban y su corazón latía con fuerza, estaba más que decidido en que aquel niño sería sólo para él.

Lamentablemente, la forma en la que se lo hizo saber, no fue la correcta.

« ¡Ah! ¿¡Por qué hiciste eso!? »

Hasta regresar a mi hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora