Hasta regresar a mi hogar

Capítulo 17 - Calma

— ¿Me pueden explicar el por qué llegaron cubiertos de sangre? —

El lugar en donde nos encontramos era un bar situado en uno de los callejones de mala muerte conocido por cada persona de mala copa, asaltantes y hasta por algunos asesinos, que de vez en cuando se reunían en el lugar sólo para disfrutar de algún trago

Aquel bar era el hogar de nuestro protagonista pelirrojo, que en ese momento se encontraba sentado en el piso de madera del lugar, con sus pies sobre el piso y sus piernas dobladas con sus rodillas cerca de sus hombros, con su antebrazo izquierdo apoyado en sus rodillas, mientras que con total calma pasaba su lengua por su brazo derecho que estaba cubierto de sangre

Básicamente un gato que se estaba limpiando después de jugar

Y claro, mientras él hacía eso, tres adultos se encontraban sentados en un sillón del lugar, con sus cabezas hacia abajo temiendo ver al adulto mayor frente a ellos

— S–Sólo queríamos llevar a Karma al zoológico para que viera a los animales — Tartamudeó Yumiko sin atreverse a ver a Timber a los ojos

— ¿Qué más? — Cuestionó con seriedad

— Perdimos a Karma de vista por unos segundos, y cuando lo encontramos estaba en el área de las jirafas — Explicó Shinigami con calma, pero también temiendo por su vida

— ¿Haciendo qué exactamente? —

— No quieres saberlo, en serio — Respondió Style con una mirada perturbada, debido a que fue él el primero en encontrar al pelirrojo

Y cabe decir que no se llevó una grata sorpresa al hacerlo

Timber suspiró con resignación al escuchar sus respuestas, acercándose a Karma para poder acariciar su cabeza, estando tranquilo de que al pelirrojo no le hubiera pasado nada y que los guardias no lo hayan atrapado

Definitivamente esos cuatro le daban dolores de cabeza

— Joven Karma, ve a limpiarte correctamente, el almuerzo estará listo en unos minutos — Indicó con calma

— Si mamá — Respondió alegre el pelirrojo mientras se levantaba de un salto, caminando con tranquilidad hacia la puerta que lo llevaría a las escaleras, sin notar cierto globo ocular perteneciente a un animal que había salido del bolsillo de su pantalón

— Pero que– —

— ¡No quieres saber! — Exclamaron Yumiko, Shinigami y Style al mismo tiempo

~ • ~

Ahora los cinco ya se encontraban en una mesa del bar, comiendo tranquilamente la carne preparada por Timber, y que Karma había traído del zoológico

— Hm, las jirafas no saben tan mal — Comentó Yumiko

— La verdad que no, aunque hubiera preferido que no la hubieran traído remojada en sangre — Respondió Timber mientras veía a Karma — ¿Y cómo te la pasaste? —

— ¡Genial! ¡Conocí a muchos animales en persona! — Respondió con un brillo de inocencia en su mirada — Además pude conocer la anatomía de las jirafas y los pingüinos, aunque no sabía que sus huesos eran tan frágiles —

— ¿Pingüinos? —

— No quieres saber — Shinigami fue el que habló mientras comía con tranquilidad, pero con un ligero temblor en sus manos

Hasta él temía de lo que Karma pudiera llegar a hacer por mero aburrimiento

— Como sea, él día fue increíble — Dijo alegremente mientras bebía aquel vaso con sangre proporcionado amablemente por papá Style — Oigan, pero ahora que me acuerdo, ¿consiguieron la dirección de Hisashi–kun y los demás? —

— Ya la tenemos, también la del joven Ishida e Iura — Respondió Timber — ¿Solicita algo más? —

— Nah, con eso bastará por el momento, ¡ya quiero utilizar las métodos de tortura que vi en Internet! — Exclamó mientras que un sonrojo cubría su rostro — ¡Ah, ya quiero ver su sangre manchar mis manos! ¡Escucharlos suplicar por sus vidas! — Exclamó mientras comenzaba a fantasear sobre sus futuras víctimas

Los cuatro adultos vieron curiosos al pelirrojo, viendo como comenzaba a jugar con el cuchillo en sus manos, mientras que un gran sonrojo cubría su rostro y su mirada no reflejaba otra cosa que no fuera excitación

— Ya quiero beber su sangre — Murmuró soltando una pequeña risa de inocencia

El adolescente estuvo así por un rato, murmurando de posibles técnicas para torturar, cuando de un momento a otro, su sonrojo y excitación desapareció

— Quiero un michi —

— ¿Cómo? — Preguntó Timber por el repentino cambio de tema

— Quiero un michi — Repitió con una sonrisa de alegría — ¿Puedo tener un michi? — Preguntó mientras lo veía con ilusión en su mirada

Shinigami, Style y Yumiko miraron a Timber expectantes. Sinceramente no se fijaban del pelirrojo como para cuidar a un animal sin matarlo un día después porque se aburrió de él

Aún recordaban lo que le pasó al pequeño ratón que el pelirrojo adoptó hace unas semanas...

Su destino no fue muy bueno.

— ¿Prometes que no lo matarás, tampoco le quitarás su pelaje, ni partes de su piel, lo quemarás vivo, mutilaras, le sacarás los ojos o le romperas los huesos cuando te aburras por alguna razón? — Cuestionó alzando una ceja

— Lo prometo — Respondió con una voz y sonrisa infantil

— De acuerdo —

Los tres adultos ajenos a Karma y Timber los miraron con la boca abierta, sobre todo al adulto mayor, sin creer que de verdad le había dado permiso de tener una mascota

¿No recordaba al señor quesito?

¿A mamá gato 1?

¿A galleta?

¿A mamá gato 2?

¿A Jackie?

¿A Jerry?

¿A Tom?

¿A Zanahoria?

¿A la última mascota que terminó siendo más que huesos y que el adolescente pelirrojo exponía orgulloso en su habitación?

— ¡Si! ¡Papá, Onii–chan, Nee–san, vamos a la tienda de mascotas cuando acabemos de cenar! — Exclamó con notoria alegría y entusiasmo de poder tener a una nueva mascota

Miraron a Timber

— Vayan con él, sí no lo hacen lo más probable es que se pierda y queme algún edificio — Comentó mientras se encogía de hombros — Lleven un extintor por sí acaso —