Capítulo 33 - Sin retorno

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— ¿Dis...culpas? — Preguntó en voz baja, su mirada se dirigió a la del pelirrojo, que tenía su vista centrada en la ciudad.

El lugar se quedó en completo silencio, la brisa fresca del momento era lo único que transmitía un suave sonido en sí, que pronto fue acompañado por las respiraciones de ambos adolescentes. Nagisa, por un momento creyó que el pelirrojo ya no hablaría, pero fue todo lo contrario.

Simplemente estaba buscando las palabras correctas para empezar.

— Nagisa... hay pocos momentos como éstos, cuando... me siento en calma, tranquilo y seguro, cuando siento que quiero cambiar todo lo que he hecho hasta el momento, pero... sé perfectamente que estoy en el camino de no retorno —.

— ¿A qué te refieres con eso? —.

— Escucha, no quiero profundizar nada de mi situación actual, porque ni yo sé cómo explicarlo, sólo... quiero pedirte disculpas, por todo lo que hice y por lo que haré en un futuro no tan lejano, porque sé... que ya es demasiado tarde para regresar, para intentar ser todo lo contrario a lo que ya estaba predestinado en mi historia... —.

Karma soltó un largo suspiro, dirigiendo su atención al cielo repleto de incontables estrellas.

— Karma... por favor... permíteme conocer más de ti, ya sea cosas actuales o del pasado... por favor, Karma–kun... — Suplicó en voz baja, el remordimiento por no haber hecho nada nuevamente llegó a su ser.

— Házme tú las preguntas entonces... sí lo dejas a mi libre albedrío, no sabré por dónde comenzar o cuando terminar — Respondió, su mirada seguía fija en las estrellas, pero de manera significativa, tomó la mano de Nagisa con algo de fuerza.

Sentía que necesitaba un apoyo.

— ¿Por qué le hiciste una lápida a Hisashi? — Cuestionó, correspondiendo en agarre de mano, él también sentía que necesitaba apoyo.

— Porque él era mi rey... — Respondió en un susurro, un atisbo de melancolía cruzó por su mirada, y la sorpresa se veía reflejada en el rostro del adolescente mayor — Nagisa, ¿nunca te expliqué el cómo era mi relación con Hisashi–kun antes de convertirnos en agresor y víctima, verdad? —.

Nagisa negó, sin decir una palabra y con la sorpresa en su mirada.

— Cuando conocí a Hisashi... él se comportó de una forma muy amable conmigo, era algo tosco a veces, pero... él fue mi primer amor — Confesó, volteando a ver a Nagisa, y hasta ese momento, el peliazul se dió cuenta de las lágrimas que resbalaban por las mejillas del pelirrojo — Duele... recordar cómo lo asesiné en un momento de locura y... lo único que pude hacer fue besarlo antes de que perdiera la vida —.

Karma sonrió ligeramente, ladeando su cabeza.

Nagisa pudo sentir que algo se removía en su estómago y el como un nudo comenzaba a formarse en su garganta.

— Hubo tantas cosas que quise decirle antes de que se fuera, quería decirle como lo quería, como llegué a amarlo de una manera inocente... — Pasó saliva, sus labios temblaban ligeramente — De pedirle perdón por lo que iba a hacer... Amo ser como soy, pero hay veces... en las que no deseo serlo, porque alejo de mi vida a todos los que me importan —.

Nagisa no dijo nada ante las palabras del pelirrojo, sólo hizo más fuerte su agarre, esperando que aquella acción transmitiera lo que no podía decir.

— Siguiente pregunta, por favor —.

— ¿Por qué... asesinaste a personas que no estaban involucradas en esto? — Su pregunta fue más un murmullo inseguro, ni siquiera él estaba seguro de sí quería conocer la respuesta o sí estaba preparado para oírla.

Hasta regresar a mi hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora