XVII

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Tony soltó un gemido de frustración al escuchar golpes en su puerta. Ya estaba a punto de entrar a bañarse, y tuvo que ponerse de vuelta los boxers para ir a abrir. Observó por la mirilla¹ y se dio cuenta de que era Danilo, 'taba con los brazos cruzados y se notaba en su cara que estaba molesto.

Suspiró y abrió.

— Che, viniste. — Dijo, sonriendo de lado. — Perdón por hablarte mal. 'Taba preocupado.

Danilo iba a mandarlo a la mierda, pero al verlo contuvo la respiración y se lo quedó mirando de arriba a abajo. Tony tenía todos los músculos marcados. Cuando se dio cuenta de lo que hacía, carraspeó. — Eh, sí. Tenés razón igual.

— Que bueno que estás acá. Ponete comodo, vo' sabes. Yo me voy a bañar, 'taba a punto de entrar cuando tocaste.

Y con eso Tony se fue, dejando a Danilo confundido, con la respiración acelerada, sin saber muy bien porque. Estaba teniendo una tormenta de sentimientos que no podía identificar, hasta que sintió una mano en la espalda.

— ¿Porque no te moviste de acá vo'? ¡si te dije que te pusieras cómodo! — Le reprendió Tony, con una sonrisa. Tenía el cabello húmedo y llevaba una camisa y un short rojo. Era una pijama.

— No se boludo, me quedé pensando. — Pensando en vo'.

— ¿En lo que pasó? Dios, yo cierro los ojos y puedo volver a ver a ese tipo apuntandonos.

Danilo entonces recordó el miedo que sintió cuando Tony se puso delante de ellos. ¿Y si Johny le hubiera disparado? — Vo' no la pensaste antes de ponerte al frente, gil.

Tony suspiró. — Claro que la pensé. Por eso me puse al frente.

— ¿En que pensaste entonce', pelotudo? — Preguntó Danilo, cruzando los brazos.

— En vo'. En Carlos. En la Chila. — Tony se pasó una mano por el pelo. — La Chila tiene un esposo y cuatro hijos. Carlos tiene a su familia. Y vo' tenés a Carlos y a tu hermano. ¿Que importa si me mataba a mí? Yo no tengo a nadie.

— Che pero me tenes a mi. ¿Vo' que te pensas? ¿Que iba yo a estar feliz de que te mataran?

Tony alzó los hombros. — Nos conocemos hace unos días, boludo. Tu vida iba a ser igual que antes de que yo me mudara.

— Ya ni siquiera me acuerdo de como era mi vida sin vo'.

Danilo se sorprendió de sus propias palabras, pues estas habían salido prácticamente en automático. Tony lo miro y sonrió, pero no dijo nada más al respecto.

— Bueno. Si queres podes ir a bañarte, ya te deje una toalla y ropa en el baño. — Le dijo Tony, mientras se sentaba en el sofá y prendía la tele.

— Y no hacia falta amigo. — Danilo se sentía un toque apenado. Tony era muy considerado con él.

Tony muteo la tele un momento para responderle a Danilo con una cara re seria. — Son las cortesías básicas con un invitado de imprevisto. Pero si no querés 'ta piola, mándame a la mierda.

El Uru resopló, pero Tony ya no le hizo caso, pues se había puesto a ver la tele. Se le notaba en la cara que estaba molesto de nuevo, pero Danilo no entendía un choto.

Otras personas se molestaban cuando les pedía algún favor, pero Tony se molestaba cuando no aceptaba lo que le ofrecía. El cheto era un distinto.

Cuando salió del baño Tony seguía sentado mirando la tele, estaba bebiendo gaseosa. Danilo se sentía raro, como si estuviera en un sueño. Estaba limpio y llevaba ropa cómoda para dormir. Tony le había dejado una camisa y unos shorts azules, una pijama. Se sentó junto a Tony en el sofá y este le dio una gaseosa.

Danilo se tomó un momento para observar el lugar. Tony no tenía muchas cosas, pero lo que había parecia caro, de calidad. Y estaba todo metódicamente organizado.

Y mientras el Uruguayo estaba concentrado en las cosas a su alrededor, Tony lo observaba detenidamente. Danilo se veía bien. Tony tuvo que desviar la vista a otro lado antes de que fuesen sus pensamientos los que empezarán a desviarse.

— ¿Vas mañana al colegio? Carlos me dijo que estas en el mismo curso que nosotro', pero que te rateas siempre.

Danilo volteó a verlo y negó. — Voy a ir a Liniers a probarme.

— ¿¡QUÉ!? ¡AMIGO NO PUEDE SER! — Tony lo agarro de los hombros y lo zarandeo emocionado. Danilo estaba aliviado de que aún no había abierto la gaseosa. — ¡'TOY RE SEGURO QUE VAS A QUEDAR, SI SOS INCREÍBLE WACHO!

Danilo le sonrió a Tony — ¿Vo' decís? Igual por eso quería ir a mi casa, para buscar mis cosas. Tenemos que irnos temprano.

Tony negó. — Amigo tengo de todo acá, lo que te haga falta te lo dejo, ¿ya le dijiste a Carlos?

— No, lo iba a convencer mañana. No le gusta ratearse a ese.

El moreno chasqueo la boca. — ¿Igual y cómo vamos a llegar? Yo tengo que ir el martes a la mañana, pero no sé cómo ir desde acá.

— Y es fácil boludo, noma' tenés que agarrar el tre-

— Nunca me subí a esa porquería. ¿Vo' sí? — Interrumpió Tony.

— Y sí boludo. No todos somos chetitos que nos llevan de un lado a otro los empleados. — Replicó Danilo, haciendo montonsito. 🤌🏼

— Boee, que me bardeas gil. — Respondió Tony, empujándolo juguetonamente con el hombro. — Ya está, lo convencemo' a Carlitos mañana y nos vamos los tres a Liniers, pa' que me enseñes a llegar.

— De una wacho. — Danilo abrió la gaseosa y se puso a ver la televisión con Tony, que veía "Goofy".

Se re divirtieron viendo la peli, y cuando terminó Tony dio un largo bostezo, que le contagió a Danilo.

— Mira que ya tengo un re sueño. ¿Vo' no? — Le dijo Tony, inclinando la cabeza.

— Si, yo igual che.

— Dale, vámonos a dormir ya entonce'. — El moreno se levantó y camino hacia la habitación seguido de Danilo, pero en vez de acostarse o decirle a Danilo donde iba a dormir, se puso a rebuscar en una caja que decía "Campamento".

— ¡Ajá! Sabía que tenía uno sin usar. — Tony le extendió a Danilo un cepillo de dientes nuevo. — En lo que terminas yo acomodo acá para vo'.

Danilo asintió. Fue a lavarse los dientes y al terminar se miro fijamente en el espejo del baño. Que bien se sentía estar limpio y cómodo. Se veía hasta más fachero. Estaba muy agradecido con Tony por ser tan piola con él.

Fue de nuevo donde Tony, que evidentemente había hecho un desastre para sacar el saco de dormir que estaba acomodado en el suelo junto a su cama. El moreno organizaba todo de vuelta a su lugar cuando se percató de la presencia del Uruguayo.

— Es re comodo ese. Si querés ya te podés acostar, yo ahora igual voy a lavarme los dientes.

Danilo obedeció. Cuando Tony volvió del baño se aventó en su cama y se rodo hasta la orilla para ver al Uruguayo.

— Descansa Uru. Buenas noches.

— Buenas noches Tony. Y... gracias.

— Cual gracias boludo. No te penses que es gratis. — Le respondió Tony, alzando las cejas.

— ¿No? — Danilo abrió los ojos como platos, asustado. Maldito cheto.

— No. — Dijo Tony, negando con la cabeza. — Ahora estás obligado a enseñarme a usar el tren.

Danilo suspiró. Dios. — Bueno, 'tamo' asi entonce'.

— Sí, adiós. — Tony se giró y no tardó en dormirse.

Danilo en cambio se quedó despierto un rato más, pensando aún en todo lo que había pasado ese día, y como, a pesar de todo, el día había terminado tan bien.

Parecía que Tony había llegado para salvarle la vida.

























1.- La mirilla es el vidrio ese circular pequeño que tienen las puertas para ver a la gente que está afuera.

EH, ARQUERO! | Danilo Sánchez × male OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora