LVII

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El peor resultado de Liniers siempre era un 0-0. Era decepcionante y prácticamente significaba que el partido lo había salvado Tony.

Entonces cuando, en un partido difícil, Danilo anotó el gol que les dió la victoria, todos festejaron y lo felicitaron como nunca.

En los vestidores, el DT nuevamente felicito a Danilo por su desempeño en el partido. El Uruguayo había pasado de ser un salvaje que cometia una falta por cada gol, a ser un jugador centrado y estratégico. Luego, le entregó unos documentos y un bolígrafo.

— Ya habló conmigo la abogada. Me explico tu situacion y me entrego los certificados, así que acá tenés los nuevos documentos.

Danilo sonrió y firmo inmediatamente los papeles. — Gracia' profe, en serio

— No es nada Danilo, me alegro que lograrás resolver esto, sabes que a mi realmente me importa que seas parte del equipo.

— Alguien tiene que meter goles acá — Intervino Tony, sonriendo.

— Faaa, callate Guidacci, te quedas en el arco porque en el campo parece que no tenes piernas — Replicó Franco, con quién ya habían limado asperezas.

Tony y Danilo se rieron, al igual que el DT — Bueno chicos, ¿vienen a comer?

— No profe, nos vamos a lo de un amigo

— Esta bien, nos vemos mañana entonces.

Danilo y Tony se miraron y luego esperaron a que el DT saliera. Tony se fue a uno de los baños y Danilo lo siguió. Ya era parte de su rutina chaparse despues de los partidos.

EH, ARQUERO! | Danilo Sánchez × male OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora