EH, ARQUERO! | Danilo Sánchez × male OC

XLIX

Estando en urgencias Tony sostuvo la mano sana de Danilo mientras el médico le arreglaba la luxación. Ambos cerraron los ojos cuando el médico le acomodó el brazo al Uruguayo. No le dolió, tenía anestesia local, pero el sonido fue impactante. El médico le puso un yeso y lo mando a descansar dos semanas.

Salieron del hospital acompañados del DT, que les decía que su contacto de emergencia estaría esperándolos afuera del hospital, y así fue.

Cochi y Anabella estaban sentados en el cofre del auto. Cochi movía la pierna con nerviosismo y en cuanto vio a Danilo corrió hacia él para examinarlo.

— ¿Que pasa, enano? ¿Cómo estás? ¿Cómo pasó esto? — Cochi no espero una respuesta y luego miró a Tony. — ¿Y vo'? ¿Estás bien?

Tony asintió y antes de decirle a Cochi lo que había pasado, el DT tragó saliva e intervino. — Señor Catriel, mucho gusto, Pablo Medina, el director técnico de esta división. — Dijo, extendiéndole la mano a Cochi y este le dio un apreton. — Danilo tiene una luxación, nada grave, es una lesión común en el deporte, tendra que reposar 15 días. Eh-

— Un pibe lo empujó contra el arco. — Dijo Tony.

Danilo abrió mucho los ojos y volteó a ver a Tony con reproche.

Cochi cambio su expresión preocupada por un gesto de molestia y miro fijamente a Pablo, que por decir algo estaba cagandose de miedo.

— ¿Y que va a pasar con ese pibe, eh? — Le preguntó Cochi, con tono intimidante.

— Va a tener una sanción, por supuesto. Una semana sin entrenar y no jugará en el próximo partido. — Esa era la sanción máxima que le había impuesto a alguien y esperaba que fuera suficiente porque era obvio que el señor Catriel no se andaba con rodeos.

Cochi volteó a ver a Danilo. — ¿Te parece bien eso, Uru?

Danilo solo asintió. Cochi entonces extendió su mano hacia el DT. — Bien, fue un gusto, señor Pablo Medina. — Luego del apretón, cruzó su brazo izquierdo por los hombros de Danilo y el derecho por los de Tony y caminaron así hasta el auto.

— Vamo', los llevo hasta su bloque. — Antes de soltarlo, Cochi despeino el cabello de Danilo. — 'Tate tranquilo eh, hombre grande.

Danilo sonrió de lado.

El viaje a casa fue silencioso, pues Anabella se había ido atrás con Tony y Danilo iba de copiloto.