LXIII

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Luego de la incredulidad inicial, fueron atendidos como reyes en el lugar. Pasaron también al Arcade y a comer, y de vuelta en FA, Danilo y Tony le llevaban a Sebas algo de comer.

Habían hablado de que, cuando ascendieran a primera y empezarán a hacer su propia plata, ayudarían a Sebas a rehabilitarse.

Entonces los dos desde afuera escucharon a la China conversando con Sebas. Los dos se callaron y se ocultaron para escucharla.

— El se porta bien con mi hermano...

— ¿En que quedamos? Es más guita, y mejor merca

Tony se había quedado bajo la escalera con las cosas, y Danilo había caminado sobre un muro y ahora estaba recargado en la pared para espiar por la ventana.

— No te entiendo... Cochi es bueno con Danilo

— Ugh. Calladito eh, probá está que es buenísima...

Danilo vio como la China le daba merca a su hermano en una bolsita diferente a las que usaba Cochi. La China salió de casa de Danilo y Tony le hizo señas de que ya se había ido.

Ambos entraron a la casa y encontraron a Sebas esnifando. Le dejaron la comida, y luego se fueron donde Cochi.

Jorge, Kiru, Cochi y Anabella estaban reunidos tomando birra y pasando el rato.

Cuando Danilo y Tony llegaron, Anabella los recibió, pero en vez de detenerse a saludarla como siempre, fueron directamente donde Cochi, que se preocupo al verlos asustados.

— Che ¿qué les pasa? ¿por que llegan así?

Danilo, que ya había recuperado el aliento, les empezó a contar, y los pibes lo escucharon con atención.

— ...luego le dijo que se callara y le dio merca, pero era distinta a la de ustedes. Estaba en otra bolsita.

— Sebas está re quemado, ahora le dijo que no pero por merca hace cualquier cosa — Dijo Kiru.

Cochi volteó a ver a Jorge y este se veía molesto.

— Bueno, ¿que vamos a hacer? — Preguntó Anabella, preocupada. Todos miraban a Cochi, esperando sus órdenes.

— Primero, a ustedes dos los quiero en su bloque. — Le dijo a Danilo y a Tony. — No sé preocupen por este quilombo, yo lo arreglo. ¿Entendido? — Los menores asintieron. En realidad no tenían ganas de meterse en ese asunto, pero se preocupaban por Sebas.

— Bueno, no los veo irse.

Los dos caminaron hacia el portón, pero antes de irse, Danilo corrió a abrazar a Cochi. — Che cuídate ¿sí?

Cochi le despeino el cabello. — 'Tate tranquilo enano

EH, ARQUERO! | Danilo Sánchez × male OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora