Avergonzada

30 0 0
                                    

Muy buena mañana, era un nuevo día pero no común como los anteriores, como cuando voy y me pongo a tomar la tasa de te que me preparan.

Hoy era especial, por fin tendría un pedazo de mi libertad sobre el bosque o eso prefiero pensar.

La voz resuena en mis oídos atrayendo me en un sobresalto giro mi cuerpo y me encuentro con su pecho.

Lo veo a él pero solo lleva una camisa blanca y delgada... ¿porque no se abriga el también?

Levantó mi vista y doblo más cuello hacia arriba.

Me coloca una bufanda sobre el cuello y luego una chamarra de su tamaño, las mangas de su chaqueta sobre mi queda colgando, es demasiado grande para el mío.

Nosé si lo que quiere es protegerme pero sin duda con esto no podré caminar bien, la enorme campera me llega a las rodillas ...

Estamos en invierno, ojalá no termine está temporada porque odio el calor, puede que el frío bombeé mis entrañas pero el calor es insoportable.

Podría decir que mi época favorita del año sería la primavera, pero no cambiaré mi opinión respecto al invierno.

-¿estás lista? -su voz me silencia, me tortura por dentro mis piernas se mojan pero lo soporto.

- Si...

Me sostiene la cintura no con mucho cuidado pero si lo suficiente para no caerme, balbuceo un par de palabras de las cuales pienso y espero que él no note.

- ¿que te parece? -me pregunta haciendo que su respiración choque contra la piel de mi oreja.

Inconscientemente sin casi poder evitarlo resalta un jadeo de mis labios.

- Joven señorita Evans, ¿le sucede algo? -mierda, lo está empeorando y quiere jugar sucio.

- No, solo... -junto mis dedos y los enriedo por el nerviosismo, mordiendo mi labio inferior- Estoy nerviosa, no eh salido por mucho tiempo. -miento.

Podría mentir cuánto quisiera, siempre eh salido al patio cuando Alfa tenía trabajo a las afueras.

pero que el me castigue de esta forma no me parece justo, si de todas formas sigue siendo mi enemigo ¿porque me causa estás emociones?.

Mientras caminamos no puedo evitar oír el crugir de las horas de invierno, el sentir de la brisa chocar con mi delicada piel.

Todo esto es maravilloso, anteriormente había salido en el patio pero esto...

- Parece que ya llegamos.

Lo miro a los ojos y le sonrió, no puedo evitar mirarle a los ojos.

Se acerca a mi y besa mi pequeña nariz.

Me toca las mejillas con sus manos y las calienta.

- Estás helada ...-beso mis labios de una forma tan dulce sin poder evitar cerrar mis ojos y disfrutar el hermoso momento.

Me sentía como si estuviera protegida y enamorad-.

Me pegue un cachetazo mentalmente por la sensación que interrumpía mi negación, me repetia una y otra vez ... Esto son los efectos del niño...

Estaba en una confusión demasiado grande, mientras mi cabeza se negaba pero mi corazón latía, lo queria.

Sentí sus enormes manos en mi cintura atrayendo me a sus musculosos cuadraditos.

Me sentía tan débil pero protegida, acurruque mi frente debajo de su pectoral, estaba avergonzada de esto.

sobe mi cabeza contra el, a lo cual me abrazo y acaricio mi cabeza sacando un mechón de cabello y tocando suavemente el lóbulo de mi oreja.

¿que sería de mi si le daba una oportunidad?.

the alpha posessive Donde viven las historias. Descúbrelo ahora