Trozo de carne

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Aitana Madeleine. Si, ese es mi nombre, lo escucho de sus propios labios tono cereza.

-está bien -Resoplo.

-¿Quieres agua? -Habla con su mirada preocupante.

-estoy bien.

- no puedes andar por la vida estar fingiendo que estás bien, debes tomar agua y alimentarte.

Lobo manipulador y mandón, yo ni siquiera se puede respirar en esta casa. En estos días de encierro he aprendido a ser sumisa, aún así... no puedo que me manipule con su mirada "amorosa" una vez lo habías hecho y terminó todo mal, debo ser meticulosa.

Me acuerdo que me encerrabas si te dirigia una simple palabra como "eres una mierda", tu maldición fue quererme a tu antojo idelizando que sería sumisa ante tu presencia.

Eso puede suceder, pero la mejor forma de engañar a una persona es engañando al engañador o como dice el dicho "cosechas lo que siembras", tengo en cuenta unas frases más fuertes que ellas "a lo que se le resta se suma" ¿Sabes porque? . En esta situación actual todo lo malo es negativo pero se que en el futuro tendré algo positivo.

- sabes que mi estómago no se adapta y nunca se adaptara a tus reglas Eliot - mascullé con los nervios revolviéndome el estómago- puedes darle la comida a los perros.

Su puño se apretó, sus dientes hacían chillidos de la rabia. Su cabeza estaba inclinada hacia abajo como si tratase de controlarse, mi cuerpo tembló ante sus necesidades de obligarme a su merced.

Levanto las cejas abriendo en grande sus ojos mirando en mi dirección como si tratara a una de sus presas mostrando los dientes por si estuviera listo para atacar. Sus ojos eran de un amarillo carneci, Howard.

- Howard, controlate -Reproche. Que gran error.

Mi cuello empezaba a sentirse caliente, indicaba ...estaba llegando a la etapa de celo donde está aproximada a la fecha de mi cumpleaños y la conexión entre nosotros aún no es tan fuerte, pero aún faltan dos semanas debe esperar y aprender las cuestiones que la "diosa" nos indica.

Su lobo había tomado el control, sus pasos pesados se aproximaban a mi lentamente, con sus ojos llenos de lujuria viva.

Nose quién es más calentón Howard o Eliot. Ambos eran fuertes e incapaces de controlarse, es justificable que a ellos les resultaba vergonzoso mostrarse ante mi.

Con cada paso que daba me indicaba que lo estaba entrando. Más me llamaba la atención su enorme y abultado pene, no hablo sobre uno normal, hablo de uno verdaderamente enorme que te da escalofríos de solo verlo que resaltaba firmemente sobre su tela apretada...era tan ... extraño.

En cuestión de segundos me encontraba de rodillas en el suelo sorprendida por lo que veía, lose, no es la primera vez pero esto de verdad impresionaba haciéndome quedar boca abierta en posición de santa como si perjudicará estando así en restarle al cura.

- Calma -...- encuentra tu calma porque no seré yo la que te cure lobito.

<<Gruñidos>>

Dos hermosos gruñidos doblados al mismo lugar. Tremendos caninos y bellísimos dientes para desmembrar un hueso.

the alpha posessive Donde viven las historias. Descúbrelo ahora