Capítulo 15

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Han pasado tres días desde que estuvimos en el palacio y la inmovilidad de las cosas ya me está matando. En este tiempo nos hemos dedicado a divertirnos y, básicamente, llevar la vida que llevarían unos jóvenes normales. Hemos ido a la feria bastante y he de admitir que me lo he pasado bien. Sin embargo, la falta de noticias me preocupa.

Ahora mismo nos encontramos caminando de nuevo hasta la zona de los puestos para pasar la tarde allí. El jolgorio y la alegría del ambiente se me contagian un poco y me suben el ánimo.

Observo a los niños que caminan junto a sus padres pidiéndoles dulces, juguetes o lo que sea que se les antoje y se encuentre más cerca. La mayoría acceden a las peticiones de sus hijos porque bueno... Es una época festiva, no es momento para enfadarse.

Esto me hace pensar en mi propio futuro. ¿Tendré yo alguna vez una familia propia? Aunque sea así, sé que mis hijos no tendrían una vida normal. No podrían caminar tranquilamente junto a mí y a su padre entre los puestos de una feria. Mi identidad falsa tiene fecha de caducidad y es algo que me apena en parte, pues con el tiempo me ha llegado a gustar esta vida. Ser una chica común no ha sido tan difícil como pensaba.

Lo cierto es que ya casi no recuerdo lo que se siente ser una princesa y que te traten como tal. Las memorias de esa época están más difuminadas a cada día que pasa. Ya no sé qué es ser "Su Alteza". Will y Melissa nunca me dieron ese trato, ni siquiera en privado. Supongo que pensaron que para mí sería más fácil así, pues el apelativo habría sido un recuerdo constante del secuestro de mi familia.

Es probable que también lo hiciesen para que olvidase por completo mi identidad real y no cometiera un error inconsciente cuando hablase con un desconocido. Recuerdo perfectamente una conversación que tuve con Will, un par de años después de que me salvara. Le pregunté por qué el Rey Thomas no me estaba buscando, pues no me cabía en la cabeza que no quisiera tener a la familia entera.

Fue entonces cuando me confesó que, para casi todos, yo estaba oficialmente muerta. Al parecer, durante la invasión de Cráteris, recogieron el cuerpo de una niña de mi edad muy parecida a mí y se lo entregaron al Rey Larssen. No sé cómo lograron que se lo creyese, pero lo hicieron. Él jamás me ha buscado en estos diez años y sé que si pensase por un momento que sigo viva lo haría.

Esto me duele, pues aunque sé que es lo único que me ha protegido todo este tiempo... Es triste pensar en que todas las personas que me conocían creen que no estoy viva desde hace tanto, para ellos soy solo un recuerdo. Y no solo para ellos, para cualquiera, Haley Antilles es otra de las tantas víctimas mortales que tuvo ese día.

-Haley, ¿Estás bien?- Cuestiona Emma con preocupación. -Tienes la mirada perdida.

-Sí, solo estoy estresada- Miento a medias. -Por la falta de noticias.

-Las noticias llegarán, por eso no te preocupes- Asegura David con voz tranquilizadora. -Pero hemos de darles tiempo.

-Lo sé, pero no se me da bien esperar.

-Entonces tendremos que hacer algo para distraernos- Comenta Liam con malicia.

-No confío en lo que sea que hayas pensado- Responde David con sospecha. -Me dan miedo tus ocurrencias.

-Qué poca confianza tienes en mí, Beckeler- Se queja, haciendo un puchero. -Será algo emocionante, lo prometo. Ya lo he hablado con Finn.

-Oh, no- Niega David, deteniéndose abruptamente. -Solo tenéis un gusto en común y es...

-Las carreras- Completa el propio Liam. -Adivinaste.

-No creo que nos convenga hacer algo ilegal- Opina Sadie. -Ahora lo que menos necesitamos es llamar la atención.

El despertar de los caídos (#1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora