*6 de mayo de 1552 D.D.*
-¡Señorita Russell!¡Señorita Russell, le estoy preguntando!
Dirijo mi vista al frente rápidamente al escuchar el llamado de la profesora Willis.
-Ahhh... Sí...Esto...- Balbuceo sin saber qué decir, porque en realidad no tengo ni idea de lo que ha estado explicando en la media hora que llevamos de clase. Mi amiga Emma me da un codazo y me susurra algo que no alcanzo a oír.
-Usted cállese, señorita Brooks- La regaña la profesora. -Es la señorita Russell la que debe responder.
Trato de rebuscar en mi mente algún recuerdo, aunque sea mísero, de lo dicho en la clase de hoy. Por desgracia nada aparece y sé que se acerca una buena reprimenda.
-¿Estaba soñando despierta otra vez, no?- Pregunta con un tinte de burla y yo solo deseo que esta escena acabe de una vez. No entiendo por qué existen profesores cuyo objetivo principal es humillar a sus alumnos.
-No, solo no me apetecía atender- Respondo con un hilo de voz.
-¿Qué ha dicho?- Pregunta la insoportable mujer.
-Nada- Esta vez mi tono de voz es más alto.
-Ah, eso pensaba. Ahora atienda y asegúrese de centrarse en el mundo real.
Aprieto los labios con furia pero no respondo nada, porque sé que yo seré la única perjudicada y en estos momentos no me conviene tener más problemas. Finjo atender hasta que por fin llega el final de la clase y salgo atropelladamente seguida por Emma.
-La señora Willis es una amargada, ignórala- Trata de calmarme mi mejor amiga.
-Lo sé, pero es que... Me tiene entre ceja y ceja, Em. Siempre soy yo la primera a la que regaña. ¿La habías visto alguna vez reprender a alguien por no atender?- Me quejo.
-Mi teoría es que te tiene envidia. Tú eres una chica joven y guapa y ella es una vieja fea.
-No me parece suficiente razón para que alguien te caiga mal- Reflexiono.
-Lo sé, pero...
-¡Haley!- Somos interrumpidas cuando vemos a Will acercarse a paso rápido hacia mi. -Tengo que hablar contigo. A mi despacho.
Emma me sonríe en apoyo y me da un abrazo corto.
-Hasta luego, Haley. ¿Nos vemos en la cafetería de Valentine's esta tarde?
-Claro, allí estaré.
En realidad no sé si estaré, porque el rostro de Will no indica nada bueno. Está enfadado, eso seguro. Caminamos hasta su despacho, yo algo más lenta, pues a decir verdad creo saber con bastante certeza lo que va a decirme. Al llegar cierra la puerta con llave mientras yo me apalanco en una de las sillas que están enfrente del escritorio.
-¿Y bien?- Pregunta una vez se ha sentado.
-¿Y bien qué?
-No te hagas la tonta, Haley. Sabes muy bien de lo que hablo. Tus notas han bajado mucho en los últimos parciales.
-Me han salido peor que de costumbre, lo sé. Pero sí estudié, te lo juro. Es solo que...- Hago una pausa para encontrar las palabras adecuadas. -No podía concentrarme.
Me observa en silencio y sé que sabe a lo que me refiero. Él ha sido mi mayor confidente desde que me rescató a los nueve años. Su esposa Melissa se ha esforzado mucho por entenderme y ayudarme, pero ella no estuvo allí ese día. Es el tipo de cosas que si no las vives en carne propia no logras entenderlas del todo.
ESTÁS LEYENDO
El despertar de los caídos (#1)
FantasyEn un mundo donde la opresión del Rey Thomas ha devastado a su gente, una joven, Haley, vive en las sombras como una plebeya común. Pero detrás de su fachada ordinaria yace un secreto extraordinario: ella es la princesa perdida del reino de Velstand...