El despertar de los caídos (#1)

Capítulo 24

Despierto tumbada sobre el banco en el que nos sentamos antes, pero con la sensación de tener algo frío sobre la nariz y el pómulo. Lo palpo para averiguar de qué se trata. Es un paño mojado en agua bastante fresca, que desde luego me alivia un poco el dolor.

Abro los ojos y veo que conmigo sólo están los gemelos. Finn apoyado en la pared de enfrente y Liam haciendo dibujos en la acera con una piedra. Al resto no los veo por ninguna parte.

-¿Qué ha pasado?- Pregunto confundida.

-Vaya, reviviste- Responde Liam. -¿Cómo te encuentras?

-Algo mejor. ¿Dónde están los otros?

-Han ido a buscar a los cabecillas y a David.

-¿Qué?¿Pero ya no hay peligro?¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?- Lanzo la tanda de preguntas, incorporándome bruscamente.

Me arrepiento enseguida, porque la acción me nubla la vista y me ocasiona un pequeño mareo. Me veo obligada a masajearme la sien hasta que la sensación desaparece y siento que vuelvo a ser yo.

-Ya casi hemos ganado- Informa. -Nos lo dijeron unos soldados de Savyrgo, así que se fueron con ellos y nos dejaron aquí cuidándote. En cuanto a lo otro... Diría que has estado unas dos horas, o cerca.

-¡¿Dos horas?!- Grito con incredulidad.

No puedo creerlo. No puedo creer que haya estado tanto tiempo sin conocimiento. ¿Pero qué me ha pasado?

-Sí. Aunque no todo el tiempo has estado completamente muerta. En algunos momentos balbuceabas y decías cosas extrañas. La verdad es que era bastante gracioso.

-Por todos los dioses- Me tapo la cara con las manos, avergonzada.

No puedo ni llegar a imaginar el ridículo que he hecho. Menos mal que mi conciencia no estaba presente para verlo.

-Lo mejor ha sido cuando has mencionado a Alexander en sueños- Dice de repente.

-¿QUÉ?- Abro los ojos ampliamente. -Imposible.

-No ha pasado nada remotamente parecido- Me calma Finn, acercándose. -Te está tomando el pelo.

-Menos mal- Suelto el aire que no sabía que tenía retenido. -Eso habría sido el colmo de los colmos. Eres una mala persona, Liam.

-Vamos, Haley, no seas amargada, hay que ponerle un poco de humor a la vida.

-Eso no tiene ni pizca de gracia- Me quejo. -Te has aprovechado de las lagunas mentales de una lisiada.

-Que sepas que pienso asegurarle a David que eso ha sucedido- Advierte.

-Yo lo negaré.

-Pero los otros me apoyarán. Será nuestra palabra contra la de una persona que no recuerda nada de lo que sucedió en ese tiempo.

Ruedo los ojos y me quito el paño de la cara. Eso me recuerda algo en lo que no había pensado. ¿Cómo me veré? Es evidente que cuando me desmayé todos pudieron ver el alcance del daño, pero... A mí casi me da miedo ponerme enfrente de un espejo.

-¿Estoy demasiado horrible?- Pregunto con miedo, observando a ambos.

Sé que ellos serán bastante sinceros y es lo que necesito. No quiero que nadie me diga mentiras para hacerme sentir mejor.

-Hombre- Empieza Liam. -Has tenido días mejores, desde luego. Además, ahora que ya se te ha hinchado el golpe...

-Maldita sea. ¿Tú qué piensas, Finn?

-Que el bruto ese te dio bien fuerte y... las consecuencias están ahí.

-Va a ser interesante cuando te vea David. ¿Qué dirá?- Dice Liam con la mirada pensativa.