Amor Imposible

Capítulo 29

Ashley

Todas estas preguntas se estaban formulando en mi mente una detrás de la otra, no era posible que no hubiera un día en el que Steven no se metiera conmigo y con Matthew, y con el carácter de Matthew por lo poco que lo conozco sé que se está conteniendo para no partirle la cara a Steven en medio de todo el salón.

Puedo respirar nuevamente cuando la profesora entra por la puerta interrumpiendo las miradas retadoras de Steven y Matthew. La profesora manda a Steven a sentarse, y no ayuda mucho que sea a mi lado.

Mientras yo me volteo hacia Matthew y le paso la mano por la pierna, aunque este no me mira, está mirando fijamente a Steven.

Lo llamo discretamente para que me mire a mí y deje de mirar al otro idiota, pero solo deja de hacerlo cuando con mi mano libre giro su cara.'

―Mi amor no le des el gusto a ese patán, no dejes que te provoque, yo soy tuya, estoy contigo, no con él, no tienes por qué caer en sus provocaciones, él no tiene ninguna oportunidad conmigo, no caigas ―le digo mientras paso una mano por su muslo y la otra por su cara

Él no responde únicamente me da un beso, corto pero posesivo, demostrando que efectivamente soy de él, aunque creo que también para tranquilizar a su bestia interior.

Un carraspeo de la profesora hace que nos despeguemos y empieza con su clase.

La mañana pasa medio tranquila, pues las miradas que se dedicaban Steven y Matthew de vez en cuando eran bastante desafiantes y me tenían al límite de mi paciencia.

Estoy ansiosa por que el día termine pero aún falta el turno de historia, que al terminar los cinco minutos del cambio de turno debe venir la profesora, y sí, cinco minutos después entra al solón con una sonrisa de prepárense que tienen evaluación.

Y en efecto, no me equivoqué y gracias a Matthew había estudiado anoche y estaba preparada, aunque de igual forma historia no es difícil.

Estamos en medio de la evaluación escrita cuando Steven susurra mi nombre llamándome, nunca ha hecho los trabajos solo, siempre los hace a través de mí y al parecer piensa que todo sigue igual a pesar de lo sucedido y más cuando ha estado provocando a Matthew todo el bendito día.

Río para mis adentros, giro levemente hacia donde está a ver que quiere y me hace señas de que lo ayude con la evaluación, nunca cambia.

Lo mejor y lo que todos esperarían sería que le dijera que no y de esa forma se diera cuenta de que entre él y yo ya no existe nada, que ni como conocido lo quiero tratar y que mucho menos le seguiré haciendo y facilitando la vida académica.

Pero a mí se me ocurre una idea maravillosa y es que lo ayudo, le doy una respuesta, solo que una respuesta errónea, no la que lleva la evaluación, y sí es de un tema de historia pero que no tiene nada que ver con lo que preguntan

―Bien chicos, les quedan dos minutos ―dice la maestra. Ya he acabado lo mío y también de decirle a Steven lo suyo, ha caído directo en mi trampa, pobre.

―En el próximo turno de clases daré los resultados ―dice la profesora en lo que termina de recoger las hojas, luego prepara sus cosas y se retira del salón.

Tomo a Matthew de la mano y lo arrastro hacia fuera del salón. Él no tiene cara de muy buenos amigos que digamos y no creo que siga siendo por lo de Steven todavía.

Me estoy riendo como una lunática frente a Matthew, que por su cara ha de estar pensando que me volví completamente loca, por reírme sola.

Su cara de pocos amigos hace que empiece a disminuir mis ganas de reírme hasta que ya he parado por completo, su actitud me está asustando. ¿Qué habré hecho ahora?