Capítulo 48

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Ashley

Observo el reloj de pared indicando que son las cuatro de la tarde, si estuviera en la escuela como debería porque las clases no espetrarán por mi estuviera en este momento rumbo a mi casa.

No ha cambiado nada a mi alrededor desde que estoy aquí por lo que no contengo mis ganas y voy a la estantería llena de libros y todo uno ''Romeo y Julieta'' en español. Es uno de los libros de Shaspeare que más me ha atrapado entre sus líneas y por más que lo haya leído mil veces no me canso de hacerlo y no creo hacerlo nunca. A diferencia de las veces que lo he leído antes esta versión está en español, lo que lo hace más interesante.

Aunque me apasiono con cada línea que leo no dejo de estar pendiente de cada detalle de lo que sucede a mi alrededor.

Siento como la puerta principal es abierta y levanto mi mirada del libro en un instante, es Steven, entra con una sonrisa asquerosa en su rostro y mi cuerpo se tensa en cuestiones de segundos, le tengo miedo, no sé como pude estar con él y decir que lo amaba, observo de reojo el reloj de pared nuevamente y este indica que son las cinco y quince minutos de la tarde.

Esto quiere decir que si fue a la escuela como se supone debería haber hecho estamos a una distancia de una hora y quince minutos en carro de la escuela, lo que indicaría que está a una hora y cuarenta y cinco minutos de mi casa en carro.

—Qué bien que me hiciste caso y saliste de la habitación preciosa, al parecer quieres más a ese idiota de lo que creí pero vete olvidando de él, es lo mejor que harás —y se acerca e intenta besarme con todo su cinismo, yo aparto mi cara y me toma de la barbilla apoyando sus labios asquerosos sobre los míos

Cuando se despega limpio mi boca, le tengo tanto asco que no quiero ni tenerlo cerca —No tenía caso que siguiera en esa habitación y menos si tú no estabas aquí, pero ya que llegaste me voy —le doy la espalda y me regreso a la habitación con el libro en la mano, no sin antes darme cuenta de que los hombres de seguridad estaban cambiando de turno

Tomo nota mental de que cambian a las cinco y treinta minutos de la tarde, esto será más difícil de lo que imaginé, es muy cerca a la hora de llegada de Steven, no tendría oportunidad.

Me acuesto en la cama y continúo leyendo el libro entretenidamente y a la vez pensando que podría hacer para salir de aquí con la información que poseía. Y sin darme cuenta me quedo dormida abrazada al libro.

Siento un peso en mi cama que no debería estar y me levanto de un sobresalto —¡¿Qué haces aquí?! ¡Lárgate! —¿Cómo que qué hago aquí? Es la cama donde duerme mi mujer y yo tengo todo el derecho a acostarme en ella cuando y como quiera y a reclamar lo que es mío

Al escucharlo decir reclamar lo que es mío mi piel se erizó completamente, me tensé, me quedé inmóvil donde estaba y mi mente comenzaba a divagar un sin fin de escenarios, de solo imaginarme que podría hacerme algo me daban deseos de morirme, prefiero estar muerta que ser suya,

—¡Yo no soy tuya! Ya no sé de que forma te lo voy a decir, prefiero que me mates antes que ser tuya. ¡Salte de mi cama! —¡Tú eres mía Ashley! ¡Métetelo en tu cabeza! Y si te digo que vengo por lo que es mío no me iré si ello —me toma las dos manos y me aprisiona a la cama

Yo empiezo a llorar, a patalear, a gritar y me remuevo intentando que se quite de encima de mí, pero es mucho más fuerte que yo y no se mueve ni un centímetro, más bien me aprisiona con más fuerza y me pasa su asquerosa boca por todo mi cuello, por el lóbulo de mi oreja, baja al inicio de mis senos y por más que me remuevo y lloro para que se quite no lo hago, le ruego a Dios que no permita que este hombre tan despreciable abuse de mi.

Luego sube hasta la comisura de mis labios y los succiona como si de un copito de refresco se tratara y hace presión por que abra mis labios para meter su lengua, lo que trato de impedir a toda costa hasta que muerde mis labios y no me queda de otra más que abrirlos. Como se concentra en mis labios me da cobertura a mover mis piernas y le doy con mi rodilla en sus partes íntimas, y aunque veo el dolor reflejado en su rostro no deja de aprisionarme y suelta mi mano izquierda que tenía presionada con su mano derecha y me da una bofetada que me hace sangrar el labio nuevamente, incluso al ser en el mismo lado que el otro día me lo empeora, me arde todo el cachete y estoy segura que el morado que tenía antes se me pondrá de todos los colores posibles.

—¡¿Cómo te atreves a golpearme perra?! ¿Qué es lo que te pasa? ¿Sé te olvida quién soy yo? Comportate bien, que será mejor por las buenas que por las malas —Déjame en paz bestia, no ves que no queiro estar junto a ti. ¡No me hagas esto por favor! —y se intensifican mis lágrimas

—¡Hoy serás mía y nadie te salvará de esta, resígnate! —y cuando empezaba a atacar nuevamente mi boca la puerta fue abierta abruptamente y yo respiré, no sabía que estaba conteniendo la respiración hasta ese momento exacto

—¡¿Qué diablos quieres?! —gritó furioso

—Siento interrumpirlo señor pero hay personas rondando la casa desde hace algún rato y no se alejan de la propiedad, queremos saber que debemos hacer —¿Es qué acaso no saben hacer nada sin mí?

—No es eso señor es que son muchos y sospechamos que son policías aunque no tenemos idea de como pueden haber descubierto este lugar —se voltea hacia mi con sus ojos rojos de la furia, como si saliera fuego de ellos

—¡¿Qué hiciste maldita puta?! —y me suelta una bofetada en mi otra mejilla

—Yo no hice nada —respondo llorando —pero espero que sean mi papá y Matthew y pagues por lo que has hecho —y por estas palabras me gano otra bofetada más, a este paso acabaré con mi cara roja

Se levanta de un tirón de la cama y le dice al inepto de seguridad que se quede vigilándome. Yo solo rezo para que sean ellos que hayan venido por mi, tiemblo de maneras inexplicables.

Sin importarme el orangután parado en mi puerta me abrazo a mi misma deseando con todas mis fuerzas que hayan venido por mi. Juro que no me enojaré ni tomaré decisiones precipitadas nunca más en mi vida pero de verdad necesito salir de este infierno en el qu estoy y estar junto a las personas que amo.

Disfrutando del tiempo de vida que le quede a mi madre y de lo que me puede ofrecer el amor de adolescentes que estoy viviendo con Matthew, quiero vivir, y quiero ser feliz, quiero dejar de tenerle miedo a mis ideas, pensamientos y sentimientos.

Afuera se escucha el sonido del retumbar de las balas y como personas corren de aquí para allá, como gritan tratándo de imponerse uno sobre otro, los gritos chillantes de las chicas del servicio, es un completo caos-

Minutos más tarde el sonido de un balazo en mi habitación y el guarda de seguridad en el piso me hace dar un grito que casi me deja sin voz. Cuando levanto mi vista y veo que fue Matthew el causante de esto mi corazón se detiene. ¡Fue capaz de matar! ¡De matar por mi! Sin pensar a fondo en esto ahora mismo salto a sus brazos y le susurro que me saque de aquí.

Me carga al estilo princesa, mientras yo me aguanto de su cuello llorando aún y sin poder creerme que haya ido por mi y esté saliendo de este infierno en los brazos del hombre que amo.

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora