Capítulo 34

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Matthew

Han pasado tres meses, tres largos meses desde que no veo a mi mamá, tres largos meses en los que no he sabido de Jonathan Williams, tres largos meses en los que me he inmiscuido enormemente en los negocios de mi padre desde la distancia, tres largos meses en los que he podido poner mis planes en marcha y que nadie los perciba, pero sobre todo tres largos meses en los que he sido inmensamente feliz con cierta niña fresa que me trae loco, me tiene en sus manos, tiene el poder para hacerme pedazos pero aun así no me arrepiento de ello.


Me he dedicado a hacerla feliz durante todo este tiempo, a protegerla de los enemigos que nos acechan sin que ella lo sepa. Me comprometí a recogerla y llevarla de la escuela a su casa todos los días, aunque siempre hacemos una parada en mi apartamento para estar más tiempo juntos y de paso hacer los deberes.
Mis padres me llamaron hace una semana aproximadamente para invitarme a pasar fin de año con ellos, nunca lo he pasado solo, siempre hemos estados juntos y muero por ver a mi mamá, la extraño mucho, por supuesto que quiero ir.
Scott me vendrá a recoger mañana veinticuatro de diciembre bien temprano en la mañana para llegar a tiempo para la cena de nochevieja.
Platiqué con Ashley sobre esto y le pregunté que si quisiera que me quedara con ella para pasarla juntos, e incluso le dije que con que me pidiera que me quedara lo haría, pero ella insistió en que no, que podría estar una semana sin mi aunque estuviera extrañándome todo el tiempo. ¿Y a quién engaño? Yo estaría igual, no quiero despegarme de ella ni un segundo.
Y entonces desde ese día aprovechamos y estamos más tiempo juntos, como tratando de compensar toda la semana que estaremos separados.
Hoy es mi último día antes de irme a Manchester con mi familia a pasarme el año nuevo y quedamos en que cenaríamos hoy en casa de Ashley para compensar que no pasaré año nuevo con ellos.
Su madre desde que me conoció me ha tratado muy bien y está feliz de que yo haga feliz a su hija; el señor William aunque no esté en contra de nuestra relación no está del todo convencido de que yo sea bueno para su hija.
Y lo entiendo perfectamente, él es un militar de muy alto nivel además de ser un empresario exitoso, nada en dinero y está a favor de las leyes y se dedica a capturar mafiosos. Y yo soy hijo de uno, aunque eso él no lo sabe.
Me he encargado de esconder muy bien mis lazos familiares y cree una identidad y una vida ficticia con mi nombre porque desde que me conoce me investiga, y aunque y sabe todo el cuento que cree de mi vida no se lo cree, por eso sigue sospechando de que no soy bueno para Ashley. Y por más que ha tratado de encontrar algo en mi contra no lo ha encontrado, me aseguré de ello.
En el poco tiempo que lo he conocido me he dado cuenta de que no es un mal hombre, y que es un padre y un esposo muy presente y cariñoso, aunque en el mundo de la política y los negocios sea imparable, frío y calculador.
Me hace admirarlo y querer poder llegar a ser un hombre tan capaz en todos los ámbitos de la vida como lo es él.
Yo amo el mundo de los negocios, me encantan las leyes y por eso quiero convertirme en el mejor abogado criminalista del país.
No solo para ayudar en los negocios de la mafia como supone mi familia sino porque me gusta y apasiona, y aunque espero nunca tener que ser un mafioso ser abogado criminalista es una tapadera perfecta.
Algo que me ha llamado la atención de la señora Marshella las pocas veces que he ido a su casa es que se ve demacrada, descuidada, aunque trata de disimularlo con maquillaje soy un hombre detallista y no me es normal que se vea más deteriorada con el pasar de los días.
Tengo un presentimiento malo sobre eso por lo que apenas regrese de mi viaje haré que Scott investigue todo sobre ella y la razón por la que se encuentra así.
Cada día que pasa Ashley se ve más radiante y hermosa, ya no es esa niña fresa y caprichosa que conocí en primer día de Instituto, sino que me ha demostrado que tiene un gran corazón, que es sencilla, frágil, delicada, segura de sí misma, que es feliz con cosas simples sin importar su precio y no es esa niña superficial que parecía ser.
Es cariñosa, amorosa, atenta, pero sin llegar a ser pegajosa, es dedicada, entrega todo de sí sin esperar nada a cambio, cualidades que nunca esperé encontrar en ella y que me tienen sumamente enamorado, tanto así que me ha llegado a imaginar un futuro a su lado.
Y aunque ella posee todas esas cualidades yo solo soy un cobarde que nos e atreve a decirle que es hijo de un mafioso poderoso, que tiene muchos enemigos, que podría morir en cualquier momento e incluso que podría convertirse algún día en lo que más odia aunque desea que eso nunca pase.
Ella tan transparente con él y él tan lleno de secretos, engaños y mentiras. Y el problema es que tengo miedo de perderla y se me rompería el corazón si así fuera aunque por ocultárselo también podría perderla, pero es que soy un egoísta que no sabe vivir sin ella y sin su amor.
Y aunque día con día este secreto me consume sé que se lo tendré que confesar algún día y espero que me perdone por ello solo que no me siento listo, me siento incapaz para confesarle a la mujer que amo lo que soy y que se aleje de mí y deje de amarme.
He llegado a su casa y la veo salir por la puerta ya me espera, y está tan sexy, que no me canso de admirarla en todo momento, aun no la he hecho mi mujer porque sé que ella no está lista y que quiere algo especial para su primera vez y eso le daré, pero es que me trae loco y con solo tocarme hace que mi entrepierna sufra.
Nos saludamos con nuestros habituales apodos, los que nos pusimos el mismo día en que nos conocimos y que desde entonces utilizamos.
Me como sus labios con ahínco como deseaba hacerlo desde ayer que me despedí de ella, sus labios se han vuelto una droga para mí, una droga que no quiero dejar nunca.
Se monta y se abraza a mí como tanto me gusta, y así avanzamos rumbo al Instituto con la brisa que despeina nuestros pelos por debajo de los cascos.
Después de llegar la dejo arreglarse su hermosa cabellera en el espejo de la moto en lo que yo observo el panorama a nuestro alrededor como de costumbre buscando algo fuera de lo normal.
Cuando Ashley ha acabado nos tomamos de la mano, sentir el calor de su piel contra la mía me transmite corrientes eléctricas como el primer día. A medio camino nos encontramos con el odioso de su ex novio que me tiene bien harto.
Aunque no fue tanto el encuentro como que se llevó mi hombro en el proceso, sí no es porque me tenso en mi lugar me disloca el hombro de lo fuerte que rozó conmigo.
Yo volteo para seguirlo con la vista hasta que desaparece de mi campo de visión, y en el momento que volteo veo a Ashley fuera de sí, como ida en sus pensamientos.
Por más que le hablo y trato de traerla a la realidad nada que me responde, pareciera que hablo con una pared y no con una persona, no es hasta que le grito y la sacudo que vuelve en sí.
Y esta no es la primera vez que le pasa, ya me preocupa porque cada vez que ese petulante se le acerca a ella le pasa esto o algo similar, es como si hubiera algo más detrás de todo esto, algo que no me cuenta, pero no quiero presionarla, quiero darle su espacio.
Cuando vuelve en sí por más que le pregunto que tiene me responde que nada, y aunque no me convence no insisto.
Ese idiota piensa que lo tiene todo calculado para robarle al padre de Ashley y al mío pero lo que no abe es que yo estoy a cargo ahora de todos los negocios de él con mi padre y no pararé hasta dejarlo en la ruina aunque sea a largo plazo sé que conseguiré mi cometido, y no me preocupa el dinero de Ashley porque en el momento que deje a Steven en la ruina le devolveré a la familia de Ashley todo lo que le corresponde. Esos son los planes que tengo en mente.
Más tarde en el salón a Ashley le vuelve a ocurrir lo mismo e incluso pienso que es porque no quiere que me vaya y tiene pena de pedirme que me quede pero insiste en que no es eso y entonces me explica que las actitudes de sus padres son lo que la tienen así y eso explica que el único que nota que algo pasa ahí no soy yo, sino que ella también y que no parece ser algo bueno.

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora