Capítulo 38

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Matthew

―Es bonito que a ambos le guste el mismo campo, estoy seguro de que eso los ayuda a entenderse mejor. Por cierto Matthew, ¿por qué no nos hablas algo de tu familia? Aun no la conocemos, Ashley no nos ha hablado de ellos, ni tú tampoco las veces que has venido y bueno tú nos conoces a nosotros y sabes quiénes somos ―de verdad que mi suegro no se podía quedar con las ganas, y para colmo me acorrala

―Bueno señor William, no hablo mucho de mi familia porque no hay razón para ello, es una familia normal, común y corriente como la del resto del mundo. Mi mamá es la mujer más amorosa y cariñosa del mundo, significa todo para mí, tengo un hermano mayor al cual no estoy muy unido porque el mantiene distancia conmigo y pues mi papá, un hombre común que trabaja más que lo que está con su familia ―dije una media verdad, porque todo no es mentira, ni todo es verdad, y no me gusta mentirle a mi niña fresa pero creo que ahora no es el momento

―¡Oh! Lamento lo de tu papá, ¿cómo se llama? ―¿no va a parar?

―Andrew, señor William, mi padre se llama Andrew ―espero y no pregunte más

―Papá deja de interrogar a Matthew, lo vas a espantar y me dejarás sin novio ―¿habrá notado mi inquietud? ¿Cómo cree que sería capaz de dejarla?

―No he preguntado nada del otro mundo hija, es normal que un padre se preocupe por su hija y quiera saber cómo es el novio de su hija y su familia ―sí que lo entiendo

―Tranquila mi amor, yo entiendo a tu papá, si tuviera una hija creo que sería hasta peor que él, solo que no me gusta hablar mucho sobre mi familia, no es nada personal, solo no me gusta ―Ashley aprieta mi mano en señal de que me entiende

Lo que queda de cena transcurre un poco más ligero, ya la tensión que existía hace un momento se terminó y eso me ha ayudado a relajarme bastante.

Mañana temprano me voy, solo quedan horas y aun así no me quiero separar de Ashley, tengo un mal presentimiento, como una presión el pecho, como si fuera a pasar algo, quiero estar con mi familia pero no quiero dejar a Ashley sola.

Mañana temprano hablaré con Scott antes de irnos para dejarle escoltas, no dejaré de estar pendiente de ella o preocuparme pero sabré que si llegara a pasar algo y yo no estoy ella no estará desprotegida totalmente.

Hay algo que me inquieta del nuevo equipo de seguridad que tiene mi suegro pero como no es mi asunto no me inmiscuí en ello, y apenas salga de aquí llamaré para que me empiecen a mandar hombres desde hoy para tenerlos vigilados a ellos también y poder estar un poco más tranquilo.

Ashley pide permiso para retirarnos de la mesa cuando ya las muchachas de la casa están recogiendo todo y me arrastra hasta la terraza sin emitir palabra.

Me ataca la boca sin más cuando atravesamos la puerta y ella la cierra con el pie, la dejo dominar en beso unos segundos y acto seguido como su boca con desespero, con una de mis manos aprieto su nalga y con la otra rodeo su cintura, mientras que ella tira de mi pelo para pegarme más a ella.

Con cada segundo que nos besamos el beso sube y sube de tono, demostrando que necesitamos más, que sólo un beso no sea suficiente, que necesitemos más. Estar en Manchester va a ser un suplicio sin ella, sin tenerla cerca, sin poder olerla, besarla, acariciar su cabezo, me volveré loco sin sus besos esta semana.

Sigo atacando su boca con desespero y ahínco mientras que ella trata de seguirme el ritmo, estoy casi sin aire en los pulmones pero aun así no dejo de besarla, no la besaré en toda una semana y me quiero quedar con el recuerdo de sus labios sobre los míos.

Al fin nos separamos, estamos tan agitados que pareciera que hemos corrido una maratón, mi niña fresa se sonroja y hace que mi corazón quiera salir de mi pecho, a pesar de todos estos meses juntos cuando algo le da vergüenza se sonroja, es tan sexy...

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora