Capítulo 46

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Matthew

A pesar de la circunstancia en la que dormí con Ashley esta noche, se sintió bien, quisiera repetir más momentos como este. Sé que ahora se distanciará de mi y que se sentirá traicionada por no haberle dicho de la enfermedad de la señora Marshella pero era algo que no me correspondía a mi decir.

Llegué a mi casa y me di un baño, me sentía muy cansado luego de estar pensando en maneras de hacer que Ashley vuelva a confiar en mi, pero no llegué a ninguna conclusión que tuviera éxito, por lo que traté de enfocarme en las segundas opiniones sobre la enfermedad de la señora Marshella, luego pensaré en algo.

Cuando abro mi correo veo que mi bandeja de entrada tiene varias notificaciones y las empiezo a abrir uno por uno con mis mayores esperanzas, aun así la respuesta de cada médico era la misma, no era posible, el tiempo que le quedaba de vida era de cuatro meses siempre y cuando llevara a cabo las quimioterapias pues ya no era posible operar y estaba muy avanzado y en caso de que no siguiera el tratamiento que tenía preescrito podría fallecer en un mes y medio como mucho.

Iba a marcar al informático de papá nuevamente para que me facilitara la información de los especialistas en los Estados Unidos pero recibí otro correo antes de hacer la llamada, era el último médico que faltaba.

Y para rematar me dio el mismo diagnóstico que los anteriores, pero al final de su correo decía que había un tratamiento experimental en los Estados Unidos y que el médico a cargo era Christopher Hall, y me dejó toda su información deseándome suerte.

Le devolví el correo agradeciéndole y me comuniqué con ese tal Christopher Hall al mismo tiempo que el informático de mi papá mejor conocido como Depredador porque no había nada que el no consiguiera detrás de un ordenador, lo investigaba.

Depredador no tardó mucho en mandarme la vida y obra estudiantil y personal de Christopher y al parecer todo era cierto, era un gran oncólogo e investigador científico en la misma rama, esto me daba las esperanzas que creía perdidas hace un momento.

Envié un correo electrónico al Dr. Hall pidiéndole más información acerca de este tratamiento experimental y preguntando cuando podríamos concertar una cita y eplicándole que vivíamos en Londres.

"La innovación médica ha desarrollado y mejorado las opciones terapéuticas para que detengan, o al menos ralenticen el progreso de la enfermedad para que las pacientes vivan más tiempo con la mejor calidad de vida posible. Actualmente existen terapias orales dirigidas, las cuales superan la quimioterapia y sus efectos adversos, impactando positivamente la calidad de vida de las pacientes y sus familias". Con estas terapias orales dirigidas podemos darle más tiempo de calidad de vida a la paciente y ralentizar el avance del tumor haciendo que tarde más en hacer metástasis. El término metatastásico o la metástasis se utiliza cuando el cáncer se ha propagado desde la parte del cuerpo donde comenzó (el sitio primario) a otras partes del cuerpo. Usualmente, las células cancerosas se desprenden del tumor principal y viajan a través del torrente sanguíneo. Una vez en la sangre, se pueden propagar a cualquier parte del organismo. Muchas de estas células mueren, aunque puede que algunas se establezcan en un área nueva, comiencen a crecer y a formar tumores nuevos.

El Dr. Hall me manda esta información y me dice que antes de que la paciente viaje a verlo a los Estados Unidos él necesita saber si ella está dispuesta a tomar ese tratamiento y que necesita de una conversación entre la paciente y el Dr. a cargo aquí en Londres. Le respondo que no hay problema con eso y que en el momento en que tenga la información me comunicaba nuevamente con él.

Ashley

Acabo de mirar la hora en mi celular, son pasadas las 2 de la tarde y no me he levantado de la cama en toda la mañana, me arden los ojos, me siento débil, deprimida, con dolor en el corazón, decepcionada y sobre todo con deseos de morirme. Estar llorando durante tanto tiempo seguido ha hecho que mis ojos se hinchen y se pongan rojos.

No entiendo como puedo ser tan poco importante para las personas más importantes de mi vida como para que no me cuenten la verdad, me traicionen y cuenten secretos, la verdad es que no lo puedo comprender. Con lo difícil que es para mi confiar en las personas y que yo haya puesto mi confianza en ellos y ellos la valoren tan poco me hace hervir la sangre y querer llorar al mismo tiempo.

Me siento defraudada, y lo peor de todo es que no quisiera salir más de este cuarto y morir aquí encerrada incluso pero no puedo hacerlo porque luego me arrepentiría por no haber estado con mi mamá todo el tiempo que le restaba a su vida hasa perderla para siempre. Aunque solo moriría físicamente, porque siempre estará en mi corazón y en mis recuerdos, y la única forma en que alguien puede morir completamente es cuando dejas de amarla, y por muy dolida que esté jamás dejaré de amar a mi madre.

Me levanto de la cama a como puedo y me dirijo a mi baño, ahí me arreglo y trato de parecer lo menos demacrada que puedo, no puedo verme débil delante de mi madre, ella necesita apoyo y fortaleza. Hago lo mejor que puedo pero es inevitable ver mis ojos hinchados y rojos producto a estar llorando tanto tiempo seguido.

Bajo lentamente las escaleras pero no me encuentro a nadie cerca, ni en el salón, ni en el comedor, pareciera que no hay nadie en la casa. Voy a la cocina entonces a ver si mi nana sabe algo y me dice algo y en cuanto llego me saluda, me da las buenas tardes y me dice que mis padres están en el despacho junto a Matthew que llegó hace un par de horas.

No sé de que estarán hablando, pero esto parece una mala broma del destino, tan de mal humor que estoy con ellos por haberme mentido y entonces se juntan los tres para querer hacer que yo me arranque los pelos.

Me acerco lo más sigilosa que puedo, no quiero que se den cuenta de que estoy aquí, desde la puerta puedo escuchar levemente lo que dicen pero lo que me llama la atención es que pareciera están hablando por videollamada con una cuarta persona. Intento pegar más mi oído a la puerta para escuchar mejor y es cuando escucho a alguien decir: Creo que lo más conveniente sería que viniera a mi hospital aquí en los Estados Unidos para realizarle nuevamente las pruebas, si quiere lo puede hacer mañana sábado y esperemos tener un diagnóstico completo sobre su enfermedad para evaluar si se puede retirar al día siguiente y entonces ver como podemos proceder, claro si ustedes están de acuerdo —Claro que sí, estamos de acuerdo —contesta mi madre a quién sea que esté del otro lado hablando

Abro la puerta de golpe —¡¿Y es qué van a seguir ocultándome cosas?! —Dr. tenemos que colgar, luego nos pondremos en contacto con usted —dice Matthew

—¿Cómo que te vas a ir a los Estados Unidos? ¿De verdad soy tan insignificante para ustedes y tan poca confianza me tienen como para no contarme las cosas? —se me quiebra la voz

—Ashley tranquilízate, no es lo que piensas, no te estamos escondiendo nada, estábamos esperando que despertaras para contarte. Matthew se comunicó con un médico en los Estados Unidos que tiene un tratamiento experimental qyue podríamos emplear en tu madre y así extender su calidad de vida y esperar que tarde más en hacer metástasis el cáncer. No te pongas a la defensiva. Si te hubieras despertado más temprano lo sabrías y no estuvieras pensando que te estamos mintiendo

—¡¿Y cómo no voy a pensar que me están escondiendeo algo aquí encerrados los tres?! Si incluso Matthew sabía que mi mamá estaba enferma y yo no sabía nada, no es justo que me tuvieran a las sombras. Se pusieron los tres de acuerdo para mentirme, quien sabe si ya lo habían hecho antes y quien me asegura que no lo harán más —no quería alterarme y hacerles daño con mid palabras pero a este punto se me estaba haciendo inevitable

Salí del despacho corriendo y no paré hasta llegar a la orilla del lago que tenemos en la parte de atras de la casa, necesitaba aire fresco y estar sola, pero esto parecía imposible porque pude escuchar unos pasos atrás de mi. No me voltee, sabía que el único que se atrevería a seguirme así como estoy es Matthew. No sabía cuan equivocada estaba.

—Hola pequeña, ¿me extrañaste? —me levanté de un tirón al escuchar esa voz, no era la de Matthew y de solo pensar de quien podría ser se me erizaba la piel

—¿Steven? ¿Qué haces aquí? ¿No te dije que no te queria ver? —sentía los corrientazos que atravesaban mi cuerpo inmovilizándome

—Te dije que esto no se quedaría así, tu eres mía no del baboso ese con el que andas que haces pasar por tu novio —esto no me gusta


—¡No soy tuya! y Matthew es mi novio, y lo amo, tú no eres nadie en mi vida, así que lárgate —y en cuestiones de segundos alguien detrás de mi puso algo entre mi nariz y mi boca y todo se volvió negro

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora