Capítulo 28

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Mathew

Me levanto muy emocionado porque el día de hoy podré ver a la niña fresa que me trae como loco, no haberla visto ayer en todo el día me hizo extrañarla mucho, no pensé que fuera capaz de sentir todo esto por una niña malcriada.

Me preparo lo más rápido que me es posible y mientras voy de camino al parqueo le mando un mensaje de audio a Ashley.

―¡Buenos días mi chica fresa! Alístate que ya voy por ti ―sonrío como idiota

Noto que a los pocos segundos escucha el audio y me responde con un ok.

Bien es más frío de lo que pensaba, y me desilusiona un poco que haya sido un ok tan frío, esperaba por lo menos un ok amor, ya voy o no sé, esperaba más.

Perdí la sonrisa que tenía pero trato de no hacer un drama por un simple mensaje.

Cuando llego a su casa ya estaba afuera esperando por mí, se ven endemoniadamente sexy con ese momo y ese top que se puso. Esta mujer me provocará un infarto únicamente por su forma de vestir.

Freno cerca de donde ella está, le abro la puerta de su auto desde dentro y ella entra. Me saluda efusivamente, yo tengo mi cara seria, ella parece se da cuenta.

―Mi amor ¿qué tienes? ¿No te alegras de verme? ―con esa simple pregunta cambió su cara de alegría a una de confusión, decepción, no sé cómo describirla

―No cariño para nada, todo está bien ―esbozo una sonrisa, aunque no sé qué tan falsa se vea

―Podré no conocerte mucho Matthew, pero por lo poco que se puedo notar que algo te molesta, tus facciones lo dicen ―yo aparté mi vista un momento hacia mi celular que reposaba en el porta teléfonos del auto y ella giró su cara a donde yo tenía puesto mi vista

―¿Qué hice para molestarte Matthew? ―su pregunta me descontrola

―Nada, tú no has hecho nada, soy yo, tranquila, no tienes de qué preocuparte ―intento arrancar el auto pero no me deja

―Toma mi cara entre sus manos y me gira para quedar frente a frente a ella y pregunta ―¿Qué pasa? ¿Te molestó mi respuesta? ―yo no digo nada, solo me quedo observándola

―Bien, no hables, igual te explico. Cuando recibí tu audio estaba desayunando, no lo pude escuchar completo porque la insoportable de mi madre me estaba ordenando que apagara el celular y ese ok, se puso automático, de los mensajes programados de los celulares, cuando acabé mi desayuno, salí a esperarte y en el camino fue que pude escuchar el audio, y cuando te iba a responder te vi entrando por el portón ―saca su celular ―mira, aquí está la respuesta que te iba a enviar cuando te vi entrar, ni siquiera me había percatado de que ese mensaje automático se había enviado ―de esta forma suelta mi cara

Se voltea y se acomoda en el asiento de copiloto sin decir nada. Fui todo un idiota, como no pensé en alguna otra opción que no fuera que no me amaba de verdad.

Me volteo, tomo su cara y aprisiono sus labios junto a los míos, por la forma en la que la beso le estoy pidiendo disculpas por ser tan idiota, pero al mismo tiempo le transmito todo lo que siento por ella, el beso sube de tono y cada vez es más apasionante, se vuelve en anhelo, deseo, pasión y me atrevería a decir que hasta en amor.

―Si para que me lleves al cielo de esa forma debo de escribirte seco, dímelo y lo haré más seguido ―suelto una estruendosa carcajada por su comentario

―No tienes que tratarme ni seco, ni frío, ni distante, te llevaré el cielo cada vez que quieras, te mostraré las estrellas y todo el universo si es lo que deseas ―mi ego crece cada vez que recuerdo esa frase, "que la llevo al cielo"

Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora